Ajedrez y guerra fría, soviéticos y norteamericanos enfrentados en un
tablero de 64 casillas. A medio camino entre un libro de Le Carré y una
obra documentada de historia política y social del siglo XX, este
trabajo es una reconstrucción del campeonato mundial más famoso de
ajedrez de la historia moderna que tuvo lugar en 1972 en Finlandia entre
el campeón mundial soviéti
...
Leer más
Ajedrez y guerra fría, soviéticos y norteamericanos enfrentados en un
tablero de 64 casillas. A medio camino entre un libro de Le Carré y una
obra documentada de historia política y social del siglo XX, este
trabajo es una reconstrucción del campeonato mundial más famoso de
ajedrez de la historia moderna que tuvo lugar en 1972 en Finlandia entre
el campeón mundial soviético Boris Spassky y el aspirante, el
norteamericano Bobby Fischer. Los autores recrean todo lo que rodeó a la
partida, incluyendo todos los elementos de polémica que tuvo ya antes de
comenzar en Reykjavik, con la intervención de las máximas autoridad
políticas de la época, llamadas del entonces Secretario de Estado Henry
Kissinger, y un premio en metálico, extra, que aportó un millonario
inglés.
Las partidas que jugaron ambos aparecen explicadas en el libro, de
manera sencilla y pueden ser comprensibles para cualquier lector
aficionado al juego. Simplemente destacan los elementos más interesantes
de cada asalto sin entrar en honduras. El libro destaca por la
descripción del ambiente de la Guerra Fría. Nixon era presidente, con un
Fischer que manifestaba su odio hacia los comunistas y la URSS, mientras
que Spassky tuvo que representar un papel en el que no estaba
interesado: el símbolo de la victoriosa URSS.
Todo ello dio lugar a una serie de partidas que ocuparon las portadas de
los diarios de todo el mundo. Cada uno de los dos hombres vio cambiada
su vida por las partidas. Así, Spassky tras su derrota, acabó viviendo
una especie de exilio dorado en Francia, sin dejar de mostrar su
desprecio por la administración Soviética. Fischer nunca defendió su
título, aunque jugó algunas partidas de exhibición, ingresó en una secta
fundamentalista, que luego denunció como satánica.
El golpe final del libro aparece en el apéndice del libro en el que se
descubre que la madre de Fischer habría sido o estado relacionada con un
agente soviético, lo que de alguna manera serviría para arrojar algo de
luz sobre su errática y enfermiza personalidad.
Leer menos