Cuando el mundo observa con asombro el conato de motín por parte de los mercenarios paramilitares del grupo Wagner, una insurrección que podría darle un giro radical a la guerra en Ucrania e incluso conducir a un conflicto civil en Rusia que acabase con el régimen de Putin, en LENGUA echamos la vista atrás y viajamos hasta el 7 de mayo del año 2000, día en que Putin juró su cargo como presidente de Rusia. En el siguiente texto, un extracto breve del libro «El hombre sin rostro. El sorprendente ascenso de Vladímir Putin» (Debate), el periodista Masha Gessen recuerda cómo el político ruso dejó entrever cuáles serían los pilares de su proyecto imperialista desde el principio de su mandato: seis de los once decretos que Putin aprobó en sus dos primeros meses como presidente en funciones estaban relacionados con el ejército. De aquellos barros...