La Madre Teresa fue una de las mujeres más admiradas del siglo XX, y su recuerdo sigue inspirando labores caritativas por todo el mundo. Ella creía que la más grande necesidad de un ser humano era amar y ser amado. En 1948 fundó los Misioneros de la Caridad para trabajar directamente con los más pobres de Calcuta. A consecuencia del esfuerzo de una mujer adentrándos...
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La Madre Teresa fue una de las mujeres más admiradas del siglo XX, y su recuerdo sigue inspirando labores caritativas por todo el mundo. Ella creía que la más grande necesidad de un ser humano era amar y ser amado. En 1948 fundó los Misioneros de la Caridad para trabajar directamente con los más pobres de Calcuta. A consecuencia del esfuerzo de una mujer adentrándose por los barrios bajos de Entally, los Misioneros de la Caridad crecieron hasta convertirse en una organización que operaba comedores, clínicas, hospicios y albergues en 139 países, sin ningún costo para el gobierno ni para quienes atendía. En 2016 se convirtió en Santa Teresa de Calcuta.
El autor Jim Towey fue abogado y funcionario de alto rango en el Congreso de Estados Unidos en la década de 1980, hasta que un breve encuentro con la Madre Teresa iluminó el vacío de su vida. Se ofreció como voluntario en uno de sus comedores y usó sus habilidades legales y sus conexiones políticas para ayudar a los Misioneros de la Caridad. Cuando la Madre Teresa sugirió que cubriera algunos turnos en su hospicio para enfermos de SIDA, Towey descubrió el alcance de su propia vocación. Pronto dejó su trabajo y sus posesiones, y se convirtió en voluntario de tiempo completo para la Madre Teresa. Viajó frecuentemente con ella, acordando sus reuniones con políticos y manejando muchos de sus asuntos legales.
Amar y ser amado es un recuento directo de los últimos años de la Madre Teresa y el primer libro en detallar su relación con los asuntos mundanos. La vemos navegar con gracia las oportunidades y los retos del liderazgo, los peligros de la fama, lo mismo que las humillaciones y los triunfos de envejecer. También la observamos disfrutando un helado de chocolate, haciendo bromas sobre las minifaldas y diciéndole al presidente de Estados Unidos que se equivoca. Por encima de todo, vemos su extraordinaria devoción a Dios y los más pobres de Sus hijos. La Madre Teresa le enseñó a Towey a orar más, a ser menos egoísta, más humilde, menos frívolo, a amar más a Dios y menos a sí mismo. Sus enseñanzas están aquí para todos.
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