Siempre me ha gustado saber quién está detrás de qué en los medios de comunicación y, en el caso de las empresas de entretenimiento o tecnológicas, cómo funcionan. Google, Apple, Facebook... Todas estas empresas nos llaman la atención bien por su uso de la tecnología, sus innovaciones, sus curiosos sistemas de trabajo o sus líderes carismáticos. Por supuesto, Netflix forma parte de este grupo.Es una de las empresas más en boga en los últimos tiempos porque representa junto a otras, muchas ya el nuevo modelo de consumo de cine y televisión: las plataformas en streaming. Es el recurrente debate que se vive hoy en día en el sector y lo he vivido trabajando en la zona de industria del Festival de Málaga, donde en las últimas ediciones son habituales las discusiones y reflexiones sobre cuál es el papel de estas plataformas y cuál será el futuro de la industria audiovisual.Netflix lleva 20 años perfeccionándose, desde que en sus inicios se dedicase a alquilar DVD por correo postal, y desarrollando una forma de trabajar que por fin podemos conocer. Así que cuando me ofrecieron leer "Aquí no hay reglas: Netflix y la cultura de la reinvención", no me pude resistir. Además, así completo mi trilogía personal de "lecturas empresariales" que comencé con "Creatividad S.A" de Ed Catmull que es el libro de Pixar; a principios de este año pude leer "Lecciones de liderazgo creativo" de Bob Iger, actual presidente de Disney; y este libro sobre Netflix vendría a ser el siguiente paso lógico.Reed Hastings, "jefe" de Netflix, se sienta con Erin Meyer para escribir a cuatro manos "Aquí no hay reglas", el libro que nos desvela cómo es por dentro la famosa plataforma. Mientras que Hastings aporta su punto de vista y experiencia como CEO, Meyer se entrevistó con más de 200 empleados para empaparse y vivir de primera mano su cultura empresarial. Así que tenemos un libro bastante equilibrado, es decir, que no es un constante "somos maravillosos todo el tiempo". Además estamos ante una empresa que fomenta hablar de los errores abiertamente y, sobre todo, de lo que aprendemos de ellos: Apostar por algo y fracasar no es un error si le sirve a Netflix para aprender y así ganar más adelante.Su cultura empresarial se basa en tres principios: densidad de talento, críticas sinceras y eliminación de controles. Y el mantra por el que se conducen todos sus empleados es "Hacer siempre lo mejor para Netflix". ¿Qué significa esto?- "Densidad de talento" quiere decir que hay que contar con los mejores profesionales y pagarles bien, según el mercado. Mejor un trabajador excelente que dos mediocres, evitando siempre, eso sí, a los arrogantes y egocéntricos.- Sinceridad siguiendo las 4A: una crítica con la que se aspire a ayudar, que se pueda aplicar, quien la reciba debe siempre dar las gracias y luego decidir si la acepta o no. Y en esto de criticar no hay jerarquía: el jefe puede criticar a un subordinado, pero ese subordinado también puede criticar al jefe e incluso al CEO de la empresa. Y siempre hay que tener en mente la frase "Decir de alguien sólo lo que se le diría a la cara".- Una vez que tienes a los mejores, bien pagados, siendo sinceros y siguiendo el mantra de "hacer lo mejor para Netflix", la empresa puede eliminar controles que coartan la creatividad y la capacidad de innovación. Por ejemplo, Netflix no tiene política vacacional: cada uno se va de vacaciones cuando quiere, el tiempo que quiere. ¿Y cómo es posible que no se derrumbe todo? Por el contexto. Dicho mal y pronto, porque tampoco te voy a desvelar todo el libro, los trabajadores hacen lo mismo que ven hacer al jefe.En torno a estos tres principios se desarrolla el libro, que nos va desgranando en qué consiste cada uno, cómo va aumentando su complejidad, cómo ponerlos en práctica... Y todo ello salpicado con ejemplos y experiencias tanto del jefe como de los trabajadores y también de Erin Meyer que, recordemos, es la "mirada externa" en todo esto.¿Pero qué pasa cuando el negocio se internacionaliza a un nivel de entrar en 130 países en un día? ¿Se puede aplicar esta cultura empresarial en cualquier parte del mundo? Esta cuestión se aborda ya en la última parte del libro, en la que nos adentramos en las interesantes diferencias culturales y en el reto que suponen cuando una empresa llega con sus propios métodos a otro país. En Japón, por ejemplo, es todo un choque cultural hacer críticas abiertas al jefe. El reto reside en saber si debes imponer tu sistema o adaptarte.Y así es como nace lo que llaman el "dream team": un equipo compuesto por los mejores, que darán lo mejor de sí mismos por el bien de la empresa con libertad y responsabilidad, margen para la improvisación y que aprenderá de sus errores para ganar más adelante. El libro me parece muy completo, con gráficas, ejemplos, experiencias, pequeños ejercicios prácticos... Y no es un manual, es una lectura entretenida y amena sobre la cultura corporativa y valores de Netflix, su evolución y lo que ha aprendido en el camino. Sus métodos son muy interesantes, curiosos, incluso chocantes porque van en contra de la tradición en la que todos hemos crecido. Lo recomendaría a cualquiera que tenga interés por estos temas, no sólo para directivos, porque aprendes sobre entornos de trabajo, sobre relaciones, a gestionar el fracaso... Y no estaría mal aplicar algunos de sus puntos también a la vida cotidiana.Es un sistema que tiene en cuenta que Netflix es una empresa creativa, donde la capacidad de reacción, adaptación y la innovación son muy importantes, ya que el campo en el que se mueve es muy cambiante y si te apegas a rígidos procesos llegarás tarde. Por eso Netflix no funciona como una perfecta orquesta sinfónica; es más un equipo de élite siguiendo una partitura de jazz. Y, oye, el concierto no se le está dando nada mal vistos los éxitos.
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