El 11 de febrero de 1963, Sylvia Plath, una de las principales cultivadoras del género de la poesía confesional, se suicidó abriendo la llave del gas. Tenía 30 años y dejaba dos hijos. Las enfermedades, las preocupaciones y una gran sobrecarga de trabajo habían mermado sus fuerzas físicas y, aunque durante largo tiempo había conseguido estar valerosamente a la altura de las experiencias vividas, un día más sombrío que de costumbre la indujo a pensar por un momento que le era imposible seguir persistiendo. La vida de Sylvia tuvo sombras, sí; pero también tuvo luces. Y las cartas que Sylvia Plath dirigió a su madre nos ofrecen ahora la posibilidad de conocer todas las caras de una escritora que ya es un mito de la literatura contemporánea. «Cartas a mi madre» (Random House, 2023) ofrece un retrato íntimo de la autora, desde el ingreso en la universidad, en 1950, hasta unos días antes de su muerte. Y lo hace a través de las palabras que la propia Sylvia le dedicaba a su círculo más cercano. La euforia juvenil, su luna de miel, sus proyectos y ambiciones, su relación con Ted Hughes, su experiencia de la maternidad, sus momentos de angustia...: cada etapa en la vida de Sylvia está documentada en este libro, una conmovedora autobiografía epistolar de la cual extraemos siete misivas en exclusiva, apenas una muestra de un relato colosal que recoge los pasos vacilantes y hermosos de una mujer que desfiló por la vida y por el arte con pie de equilibrista.