AGUAS DETOX

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Con la llegada del buen tiempo, parece que una nueva bebida healthy es la ganadora por unanimidad: el agua detox. Un agua de frutas y hortalizas rica en vitaminas, fácil de preparar y deliciosamente refrescante. Esta tendencia llegada directamente de Estados Unidos es una verdadera infusión de sabores.

El agua detox es una bebida casera hecha a base de agua, frutas, hortalizas y hierbas aromáticas; es la nueva delicia de verano.

Estas aguas preparadas en infusión tienen un efecto desintoxicante en el organismo, es decir que ayudan a eliminar las toxinas del cuerpo gracias a la utilización de algunos alimentos de base, como el limón o el pepino. En todo caso, aun cuando el aspecto detox de esta agua tiene sus limitaciones, lo cierto es que presenta muchas virtudes beneficiosas.

Para preparar las aguas detox, se necesitan tarros de cristal y frutas, hortalizas, hierbas y especias que se dejarán macerar durante una noche en el frigorífico para elaborar minuciosamente unas maravillosas aguas aromatizadas.

Después de probar con estas 30 recetas imprescindibles, déjate guiar por el humor, las asociaciones de colores y sabores que te gustan para inventar tus propias aguas detox.

Te encantará esta bebida de moda, tan hermosa a la vista como llena de sabor.

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– Las materias primas: elegir preferentemente frutas y hortalizas biológicas, para evitar beber un agua con pesticidas. Y en tal caso, se puede conservar la piel, en la que se encuentra la mayor concentración de vitaminas. Es mejor optar por el corte de los alimentos en trozos medianos o en rodajas. Si se cortan en pedazos demasiado pequeños, algunas frutas se convertirán en una papilla en el agua (me refiero a las fresas o el mango). Por otra parte, cuanto más pequeño sea el corte, mayor es el riesgo de perder jugo y, con él, vitaminas.

– Los recipientes: Se necesitan tarros de ½ litro, no es necesario decirlo, que sean bonitos. En cualquier caso, lo fundamental es tener un recipiente que cierre herméticamente, para dejar en infusión la preparación en el frigorífico. A mí me gusta utilizar los recipientes Mason Jar (www.lecomptoiramericain.com) que acentúan el aspecto healthy tan típicamente americano de esta bebida. El tamaño mediano es práctico, ya que así se puede preparar la bebida por la noche y degustarla a la mañana siguiente, directamente con una pajita, lo cual permite beber a través de las frutas. Claro está que también podéis decidir recuperar tarros de conserva, o encontrarlos en tiendas de decoración.

– La conservación: Se debe dejar macerar la preparación un mínimo de unas cuantas horas o, mejor aún, toda la noche en el frigorífico. Una noche es el tiempo óptimo para que las propiedades de las frutas pasen al agua. En efecto, en agua fría el proceso es mucho más largo que en agua hirviendo.

El frigorífico es el lugar ideal, ya que es imprescindible conservar los alimentos en frío y en un lugar oscuro para hacer que las vitaminas se degraden más lentamente. Se puede conservar la preparación un máximo de 24 horas; si se deja más tiempo se perderá el efecto beneficioso de las vitaminas. Además, las frutas y hortalizas en el agua empezarían a degradarse.

– Una aclaración: Las aguas detox en ningún caso pretenden brindar un aporte nutricional ya que las frutas y hortalizas no se comen. Son aguas vitaminadas, ricas en vitaminas B y C y en antioxidantes. Algunos vegetales son beneficiosos para el organismo, como el limón, lleno de vitamina C y que tiene la virtud de drenar el hígado, o el pepino, muy bueno para la digestión. Estas aguas detox tienen el mérito de ser sanas, ya que no llevan azúcar ni aditivos químicos, y facilitan el consumo de agua aconsejado: 1,5 litros al día.

También se pueden comer las frutas después de beber el agua aromatizada; quedan muy buenas con queso fresco, por ejemplo.

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– Elegir preferentemente frutas, hortalizas y hierbas biológicas. Limpiarlas bajo el agua con la ayuda de un cepillo para poder dejarlas con la piel, fuente de vitaminas.

– Cortar las frutas y hortalizas en trozos o en rodajas.

– Colocar los trozos dentro del tarro. Tener presente la combinación de colores al formar los estratos... La idea es que quede lo más bonito posible, como una escala de colores.

– Añadir las hierbas.

– Añadir cubitos de hielo, que servirán al mismo tiempo para bloquear los ingredientes como se desee para obtener un efecto más estético.

– Llenar el tarro de agua natural, mejor si es mineral o filtrada. También se puede utilizar agua con gas, tipo Perrier, que además de su efervescencia aportará los beneficios de sus minerales.

– Dejar reposar algunas horas o toda la noche para degustar al día siguiente.

 

 

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Se necesitan tarros que cierren herméticamente, un buen cuchillo, una tabla para cortar, una mandolina para hacer unas bonitas láminas finas, un cepillo para hortalizas y pajitas para beber a través de las frutas.

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