A cuatro manos: una invitación a cocinar junto a chicos y chicas
Desde hace años, Nati Kiako comparte en redes sociales recetas y consejos de cocina que apuntan a comer más saludablemente sin perder nunca el disfrute. Luego de Cómo como, llegó A cuatro manos, en donde hace parte del proceso hacia una alimentación saludable a los chicos y chicas, dejando en claro que lo propone es una “cocina para todos”. Disfrutá de este fragmento (¡y una receta!) de A cuatro manos.
EQUIPO PENGUIN KIDS
Natalia Kiako advierte: no es nutricionista, no es cocinera de profesión. Pero hace años cocina y lo hace muy bien. Y lo más importante: lo hace de una manera en la que, sin imponer dogmas ni bajar línea, invita a comer de manera saludable y a disfrutar de hacerlo. Porque, contra todo el sentido común, comer saludablemente no implica para nada comer aburrido, mal o soso.
"La cocina abre las puertas para ir a jugar con los chicos"
En A cuatro manos, cocina natural para compartir con los chicos -como en su libro anterior, Cómo como- se pueden encontrar recetas vegetarianas o veganas mechadas con otras que llevan carne, huevo, lácteos, siempre con sugerencias y opciones para que cada quien las adapte a sus gustos o necesidades. Y su cocina, como ella afirma, “abre las puertas para ir a jugar con los chicos”, convoca a explorar con ellos sabores, temperaturas, texturas. Y, sobre todo, propone entablar una relación con el camino que lleva la comida a sus platos, generando así recursos para que formen su autonomía alimentaria.
Además de las recetas, encontrarán ideas, consejos y recomendaciones relacionadas al comer y al compartir la mesa con los más chiquitos.
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A cuatro manos
Aquí, un fragmento y una receta de A cuatro manos:
"Este no es un libro de cocina para niños. Considerando la tapa, el nombre, la hiperabundancia de fotos de mi hija y la cantidad de consejos para que ellos cocinen, coman o participen del camino del alimento, entiendo que suene un poco raro empezar así. Más raro aún si les confirmo que mi hija come, disfruta y ayuda a cocinar casi todas las recetas que siguen. Pero es la verdad.
¿Saben qué pasa? Después de mucho buscarla, después de jugar, practicar y -por supuesto- cocinar, terminé dándome cuenta de algo: la cocina para niños no existe. Está ahí como rótulo para etiquetar productos: tortas con brillantina, dulces con colorante, envases con superhéroes o princesas, comestibles hechos de ingredientes irreconocibles.
Cuando pienso en auténtica cocina, la que practicamos con Julia, la que contempla sus gustos y sus habilidades pero también los míos y los de su papá… en fin, la cocina que me gustaría compartir con ustedes en este libro, me resulta difícil llamarla así: “para niños”. Porque es, en verdad, una cocina para todos. Grandes y chicos, altos y bajos, redondos y largos. Una cocina que -lo más importante- está al alcance de todas las manos.
No vengo a decirles qué deben comer ni cómo hacerlo. Lo mejor es que se respondan ustedes mismos estas preguntas y elijan (en lugar de que la industria decida por ustedes). Siempre advierto lo mismo: no soy nutricionista, no soy cocinera de profesión. Puedo, en cambio, contarles lo que hago y cómo lo hago. Lo que aprendí con mucha investigación y curiosidad. Y con un poco de suerte, contagiar el entusiasmo por cocinar más, cocinar de nuevo. Tengo la certeza de que eso sí nos haría bien a todos, sin excepción. No hace falta ser chef, no hace falta ser nutricionista para tener ese derecho y esa responsabilidad de recuperar la cocina casera, con nuestras propias manos y las de nuestra familia".
¡Todo listo para invitar a chicos y chicas a cocinar!