Entrevista a Victoria Conte: “La mirada es irremplazable y sumamente necesaria”
Victoria Conte es una apasionada de la literatura infantil. Su profesión y sus múltiples oficios y actividades la mantienen siempre conectada con la infancia. Acaba de publicar Cuando nos miramos, un libro sumamente inspirador que habla del poder de las miradas.
EQUIPO PENGUIN KIDS
Además de escritora de libros infantiles, sos psicopedagoga, co-directora de un jardín maternal, librera y mamá de tres hijos. ¿Cómo se retroalimentan todas estas profesiones, oficios, tareas?
Todas estas facetas conviven en mí y unas me fueron llevando a otras. Inevitablemente la maternidad y la psicopedagogía siempre fueron de la mano. Durante la educación de mis hijos, me fui encontrando con desafíos ante los que sentía que no tenía las mejores herramientas, ya que terminaba repitiendo estrategias que conocía por mi historia o respondiendo de maneras que no me cerraban. Mi profesión y mi inquietud como mamá me llevaron a formarme en Educación Emocional y Crianza Respetuosa. Pude ir aplicando todo lo que aprendía en casa y luego transmitirlo en talleres para padres y maestros. En paralelo, comencé un emprendimiento con mi mejor amiga, creando Perinola, que es una tienda de libros infantiles, que tiene como fundamento esta misma mirada: libros respetuosos, que no subestimaran las infancias. Como siempre digo, el mundo de los libros te atrapa y no te deja salir. Así surgió la idea de escribir mi primer libro “La calma de León”, como una manera de llevar herramientas a las familias sobre cómo acompañar de manera respetuosa la gestión del enojo. Y desde ahí, comencé un camino ligado a la literatura que me apasiona. El hecho de trabajar con niños me permite estar siempre conectada con la infancia. Lo que vivo a diario en casa con mis hijos también influye en lo que escribo. Además, los libros son una puerta al diálogo con ellos (y con todos los niños con los que trabajo). La literatura y el momento compartido nos conecta.
La mirada es irremplazable y sumamente necesaria
¿Qué te inspiró a escribir Cuando nos miramos? ¿Qué tipo de preguntas te interesó plantear a quienes lo leen?
En los tiempos que corren creo que a veces nos olvidamos del valor de las miradas. Hoy, todo pareciera resolverse virtualmente, y vivimos tan apurados que nos pasamos por alto el tiempo de mirarnos. Lo que busco recordar con el libro es justamente esto, que la mirada es irremplazable y sumamente necesaria. Que no es lo mismo ver que mirar. Que el lector pueda reflexionar sobre todo lo que hacemos de manera mecánica. Y pensar en todo lo que sucede mientras nos miramos.
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Los textos y las ilustraciones de Cuando nos miramos son de una sensibilidad y delicadeza exquisitas. ¿Cómo fue el trabajo con Aldo Tonelli, el ilustrador?
Aldo es un gran ilustrador. Siempre admiré su trabajo y para mí es un honor y un placer que él ilustre mis palabras. Confío plenamente en sus creaciones, porque logra interpretar y expresar lo que el texto dice, con la combinación exacta de fuerza y sutileza.
"Nacemos con una mirada curiosa e incansable, que se asombra incluso de lo más sencillo" podemos leer en Cuando nos miramos. ¿Cómo podemos preservar y promover esa mirada curiosa en las infancias? ¿Cuál te parece que es el impacto de la cultura digital contemporánea en la que estamos sumergidos?
Este es el gran valor de la infancia: la espontaneidad y la capacidad de asombro. Podemos cuidarlo permitiendo y fomentando las preguntas, cuestionando, investigando juntos. Quitarnos como adultos los prejuicios y estructuras. No dar todo impuesto y ya resuelto, sino brindar herramientas para que sean ellos los artífices de sus descubrimientos. Dejando de lado también nuestro piloto automático, permitiéndonos descubrir y asombrarnos por cosas simples y maravillosas, y compartirlas con ellos. Y, sobre todo, danto TIEMPO. Los niños necesitan tiempo para jugar, explorar, observar, caminar, transitar. No deberían estar ocupados todo el día.
Las pantallas tienen un efecto nocivo en la infancia. Generan una necesidad de inmediatez que no es saludable. Tantos estímulos fuertes seguidos eliminan la capacidad de asombrarse. Les cuesta esperar, porque todo lo tienen al alcance. Las pantallas son estímulos que no le demandan nada, no producen, no imaginan. No los desafía. Simplemente reciben estímulos, sin inventiva, ni creatividad. Así van perdiendo la capacidad de imaginar.
Hoy en día, la cultura digital se convierte en un arma de doble filo para todas las generaciones. Es muy útil estar conectados, poder tener una relación prácticamente cotidiana con alguien que está lejos, resolver todo lo laboral desde cualquier sitio, y mantenerse informado. Pero esa hiperconexión también nos desconecta de los que tenemos cerca. Y empiezan a faltar las miradas.
En tu ciudad, Venado Tuerto, tenés una librería de cuentos infantiles especializada en temas de crianza y emociones. ¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo como librera?
Me encanta leer libros de cuentos. Me emociona cuando llegan libros nuevos. Puedo estar horas observándolos. No me pasa solo en mi librería. Cuando viajo siempre voy a otras librerías y lo disfruto mucho. Además me encanta cuando puedo compartirlo con otros. Me gustan que vengan niños y ver qué les pasa a ellos con los libros. Cuando hacemos talleres surgen cosas fantásticas.
Actualmente los libros sobre crianza y gestión de las emociones son muy buscados por madres y padres. ¿A qué creés que se debe ese fenómeno?
Creo que la generación actual de padres está muy informada en comparación con otras anteriores. Seguramente como efecto del uso de redes sociales. Hoy los padres estudian mucho y se preocupan por atender las necesidades de sus hijos en todos los aspectos: nutricionales, cognitivas, psicológicas, emocionales, sociales, etc.
Es por esto que cuidan mucho qué tipo de estímulos les brindan a sus niños y dentro de esto están los libros. También suelen acudir a la librería en busca de libros que los ayuden a transitar ciertos conflictos, como por ejemplo gestión de emociones, duelos, aprendizajes evolutivos (dejar pañales, chupete, etc), etc.
Personalmente creo que es importante encontrar un equilibrio en este aspecto, y no olvidarse de que a la literatura también hay que simplemente disfrutarla.