
Entrevista Cecilia Blanco: "La sexualidad es un tema de interés para todas las edades"
Cecilia Blanco, periodista, editora y escritora, y Daniel Löwy, ilustrador, se propusieron hace diez años publicar ¿Qué es esto?, un libro sobre sexualidad orientado a la primera infancia. A propósito de su reedición, revisada y ampliada, conversaron con Penguin Kids sobre su trabajo.

EQUIPO PENGUIN KIDS
Hace 10 años se publicó el libro ¿Qué es esto?, ahora parte del catálogo de Penguin Random House. Tenés una carrera profesional ligada al mundo infantil ¿por qué te interesó escribir un libro sobre sexualidad en la infancia?
Desde siempre me interesó hacer un libro informativo sobre sexualidad, creo que es un tema de interés para todas las edades, no solo en la adolescencia, como algunos adultos todavía creen. Tenía el recuerdo de libros que hicieron historia, como el ¿De dónde venimos?, que abordaba la concepción y el embarazo con mucho humor. Mi idea fue ampliar el contenido a otros temas, sin perder de vista ese espíritu lúdico y divertido. Sin embargo, esta clase de libros necesitan un contexto social que los habilite. Tuvo que llegar la ley de ESI y el cambio de mirada acerca de la niñez para concretarlo.
En el libro, en sintonía con los principios de la ESI, la sexualidad es entendida de manera amplia. ¿Qué temas decidiste abordar?
Justamente esa mirada amplia es la que nos permite salir de la idea de los niños asexuados, para hacer eje en el reconocimiento del propio cuerpo, sus partes y funciones. También abordamos los cambios que se dan a medida que crecemos, las distintas maneras de expresar los sentimientos y las emociones. Por supuesto que están presente el embarazo y el parto, pero también se habla de que las relaciones sexuales se tienen por placer, no con el único fin de la procreación. Hablo de la diversidad sexual, de la identidad de género, del respeto del propio cuerpo y el de los otros. Y por supuesto, del amor. Para desarrollar estos temas busqué un lenguaje sencillo y cercano, además del apoyo fundamental de las ilustraciones de Daniel, que aportan frescura y humor. Muy lejos de un manual, el tono del libro invita a un recorrido fluido de lectura de texto e imagen, para generar interés en los lectores.
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¿Qué es esto?
¿Qué novedades hay en esta nueva edición?
En esta última década se fueron dando muchos cambios sociales y culturales. Junto a Amelia, nuestra editora, hicimos una cuidada revisión de los contenidos e ilustraciones. Estereotipos, marcas de género y nuevas temáticas, como la transexualidad o los tratamientos de fertilidad, son algunos de estos ajustes. Los libros informativos requieren de estas modificaciones para no quedar desfasados en el tiempo.
Busqué un lenguaje sencillo y cercano, además del apoyo fundamental de las ilustraciones de Daniel, que aportan frescura y humor
Además de contribuir a generar un espacio de diálogo al interior de las familias, el libro puede ser pensado como una herramienta para abordar contenidos de educación sexual en las aulas ¿fue concebido en parte así o tomó ese rumbo sin buscarlo?
Los libros muchas veces toman caminos impensados. Nosotros no seguimos los lineamientos oficiales de la ESI, ya que no es nuestro objetivo y hay otros materiales para eso. Sin embargo, las docentes y bibliotecarias incorporaron el libro como material de apoyo para su trabajo. No solo con sus alumnos, sino también para las reuniones con madres y padres. Es una gran alegría que me inviten a escuelas e instituciones para hablar sobre las herramientas para abordar temas de sexualidad e intercambiar experiencias.
Daniel, estuviste a cargo de las ilustraciones que son una "pata" fundamental para lograr el tono cálido, lúdico y descontracturado del libro ¿Qué cuestiones tuviste en cuenta a la hora de transmitir mensajes desde las imágenes?
Me interesaba que se vieran tiernas y al mismo tiempo graciosas. Para eso miré mucho a algunos ilustradores que siempre me impresionaron porque dibujan casi a mano alzada, con un descuido controlado porque, de alguna manera, lo que quería contar y cómo lo quería contar también necesitaba de un grado de irreverencia. Lo bueno fue que en las charlas con Cecilia, conforme iba avanzando el libro, ella me alentaba a poner a prueba aún más ese estilo y mis propios límites del humor. No hubiera podido hacerlo o no hubiera sido igual sin ese intercambio.
Como queda planteado en el prólogo de la nueva edición del libro, el motor es contribuir a garantizar el derecho de todas las personas a vivir su sexualidad sin miedos y según sus deseos. ¿Cómo ves el escenario actual en ese sentido?
La sociedad está cambiando a un ritmo veloz en temas de sexualidad. Se visibilizan problemáticas antes escondidas, se conquistan derechos, se ponen en debate viejos conceptos, se derriban tabúes, se cuestiona el lenguaje... Algunas personas se asustan y es normal, porque las estructuras se mueven. Pero no hay que tenerle miedo a los cambios. Quizás deberíamos aprender de los chicos, que son mucho más plásticos y abiertos que muchos de nosotros.
En la sección "Qué tontería" se ponen en tensión mitos o afirmaciones que están muy arraigadas en el sentido común. ¿Cuáles te parecen que son los mitos o prejuicios más "peligrosos"?
En esa sección se mezclan mitos inocentes, como el de la cigüeña que trae su pedido de París, hasta prejuicios que todavía alguna gente sostiene, como el que un adulto homosexual puede "contagiar" su orientación sexual a los niños o que un hombre es mejor si tiene un pene grande. La homofobia, la transfobia, el machismo y la discriminación en general son peligrosos. Por eso, en el libro usamos el recurso de ridiculizar ciertas afirmaciones y tildarlas de "tonterías".