La intensidad
Me encantaría
que por unos días
dejáramos de hablar mal
de la intensidad
Que se borre
la mala fama
que le crearon
y nos escapemos
a algún lugar con lago
pasto y cielo lleno de estrellas
Que no miremos
ni un segundo el celular
Que pasemos el fin de semana
en nuestro micromundo
donde la intensidad
no se juzga
Que nos digamos
todos los
te quiero
que nos dicte el cuerpo
Que nos besemos
de todas las maneras posibles
Y caminemos de la mano
sin especular
cuánto significan
nuestras pieles juntas
y nuestros dedos entrelazados
Me encantaría
dormir abrazada a vos
Vivir
el
aquí y ahora
donde hay nosotras
Ese instante
con gusto a para siempre
Entendiendo
que nuestro
para siempre
es un
siempre
que lo deseemos
siempre
que nos hagamos bien
Y que no juzguemos
algo tan incontrolable
como el amor.
Brujas y lesbianas
Yo que decía
que nadie
me parecía interesante
Yo que decía
que hasta que nadie
me rompa la cabeza
para bien
me interrumpa
la rutina del no sentir
no me iba a arriesgar
ni abrir
ni intentar
Yo que lo decía
porque estaba convencida
de que no iba a pasar
Que iba a quedarme
acá cómoda
en el
nada pasa
Y vos
que apareciste
hablándome
cinco horas
en una de mis plazas preferidas
haciendo una comparación
entre brujas
y lesbianas.
Quinceañeras
Unas ganas de estar chapando con vos
como si fuéramos dos quinceañeras
que se ratearon del colegio
sólo para estar juntas.
Todos los poemas que quiero escribirte
Qué tiene de malo
si quiero escribir
veinticinco poemas
diciendo
que me encanta
cómo movés las manos
y las expresiones
que usás
como conectores
Qué tiene de malo
admitir
que me rompiste la cabeza
Hice cortocircuito
Se me escapó de las manos
Qué tiene de malo
morirme de ganas
de volverte a ver.
No quiero habitar un mundo
en donde no esté permitida la ternura