La mejor medalla: su educación

Francisco Castaño Mena

Fragmento

cap-1

 

Prólogo

De manera general todos entendemos el deporte como una valiosa herramienta educativa y de crecimiento que facilita una formación integral para los más pequeños y también una filosofía de vida para los más mayores. A través de él fomentan valores y habilidades y al mismo tiempo se divierten, por lo que todos los padres desean que sus hijos practiquen deporte.

No debemos olvidar que con la simple participación en un deporte no se genera de manera automática un listado de valores deseables para la buena práctica deportiva. Aquí es donde entramos en juego todos, y para ello se necesita un sistema que trabaje en la misma dirección y en el que profesionales, entrenadores, deportistas y familias faciliten su desarrollo para que los más pequeños puedan aprovechar este marco ideal de aprendizaje.

Recuerdo perfectamente que cuando Francisco me comunicó que quería que le prologara su libro sentí una tremenda alegría y responsabilidad al conocer la confianza que depositaba en mí para algo que era tan importante para él, su ilusión, una ilusión que le corre por las venas desde hace tiempo y que he podido conocer desde su gestación, por lo que todavía lo hace más especial.

Por mi profesión y su vinculación al deporte, además de por su trabajo de asesoramiento a familias y por el hecho de ser los dos aragoneses, hemos compartido muchas experiencias y pasado largos ratos hablando sobre educación y deporte.

Sin decirme mucho más, sabía que el tema del libro, educación y deporte, le iba como anillo al dedo. Francisco cumple a la perfección los valores que aquí se plasman, no solo habla desde el conocimiento de un profesional que trabaja con centenares de familias cada año, que es importante, sino también desde la voz de un padre que tiene hijos deportistas, lo que hace que sea un libro muy cercano y muy real.

Este va a ser muy útil, tanto para padres, como para educadores, entrenadores, presidentes de clubes, representantes, psicólogos, profesionales del ámbito e incluso para los propios deportistas que son los verdaderos protagonistas de todo esto.

No va a dejar a nadie indiferente; hace un recorrido por la importancia que tienen las escuelas deportivas, el papel de los profesionales que las integran y que acompañan al deportista en su crecimiento, el papel de los padres como educadores, los valores que impulsa el practicar deporte y, además, a lo largo del libro encontramos un sinfín de ejemplos y experiencias en primera persona que lo enriquecen todavía más.

Un tema que vivo de cerca por mi trabajo y del que trata el autor es la elección del deporte cuando se inician. ¿Quién lo decide? Aquí el asesoramiento de los padres a la hora de orientar a sus hijos en la disciplina deportiva que quieren practicar es muy importante, pero siempre y cuando no olvidemos que solo ellos son los que tomarán la decisión final.

Que destaquen en un deporte no les obliga a practicarlo. Por mi despacho pasan familias angustiadas porque sus hijos no disfrutan practicando un deporte cuando de pequeños sí que lo hacían. Muchas veces la respuesta es esta: cuando crecen las exigencias y las obligaciones aumentan, las prioridades cambian y si realmente no les gusta es complicado que disfruten y adquieran un compromiso.

Los valores están muy presentes desde el inicio del libro hasta el final, pero quiero destacar algo en lo que coinciden todos los compañeros que son entrevistados: la perseverancia. Un valor que es fundamental en el crecimiento de los más pequeños y que es imprescindible en la vida y también en el deporte. Aprender que no todo es inmediato y que hay que trabajar y esforzarse les hará saborearlo de otra manera, con sus logros, con su evolución.

Este libro no solo aporta herramientas, sino respuestas a muchas preguntas que en alguna ocasión se han quedado sin responder. Ayuda a reflexionar sobre cómo nos comunicamos con los más pequeños, y qué influencia tienen las actuaciones de los adultos sobre ellos a la hora de adquirir hábitos.

En definitiva, descubrimos el deporte como herramienta de aprendizaje, como impulsor de valores, como contexto educativo ideal, como trampolín de emociones y experiencias, como filosofía de vida, como eje de crecimiento, como oportunidad y como un todo.

Deseo que el lector experimente el mismo entusiasmo que yo al leerlo; desde el momento en que me mandó el borrador no paré de leer hasta que llegué a la última página. Enseña pero no adoctrina, esa es la esencia de Francisco en todos sus trabajos, clases y conferencias, la naturalidad y sencillez con la que transmite; hace al oyente y al lector, en este caso, viajar por cada rincón sin desconectar. Hacía falta un libro como este, tan completo, que saliera de lo cotidiano y que fuera más allá de lo evidente.

Por último, y muy valioso, después de leerlo nadie se planteará castigar a un niño privándole de hacer deporte.

Comienza el viaje, espero lo disfruten.

LORENA COS

Psicóloga deportiva

cap-2

 

Introducción

Preguntemos a padres y madres qué es lo que más desean para sus hijos. Seguramente todos respondan con estas dos palabras: salud y felicidad. Pero ¿qué podemos hacer nosotros, aquí y ahora, para que alcancen esas metas?

Llevo años dedicándome a la docencia y a la asesoría familiar. Con el tiempo entiendes que cada familia debe encontrar sus propias respuestas; cada hogar es un mundo construido a partir de sus propios valores y hábitos, y son los padres, y nadie más, quienes deben establecer sus bases. Ahora bien, a pesar de que cada uno de nosotros podría ser un buen educador, es un hecho que no solemos aprovechar al cien por cien nuestros recursos: el estrés, la presión o la rutina dificultan la tarea. Para que nuestros hijos sean, ahora y siempre, personas responsables, felices y sanas, tendremos que guiarlos en esa dirección y, más aún, nosotros deberemos ejercitarnos para educar mejor. En este libro explicaré con sencillez cómo mejorar la educación de los pequeños a partir de una herramienta imprescindible: el deporte.

Todo gran deportista fue, en su momento, un niño o una niña. ¿Qué es lo que tienen en común todos los deportistas, algo que es más importante en su vida que los éxitos profesionales, la fortuna o la fama? La respuesta es fácil: su educación, es decir, el proceso por el que padres y madres, escuela, clubes, entrenadores e instituciones les ayudan o han ayudado en su momento a forjarse una identidad. Del deporte se derivan infinidad de valores que, afortunadamente, pueden convertir a nuestros pequeños en personas felices y responsables. En los capítulos siguientes aprenderemos cuáles son esos valores y cómo aplicarlos a partir de dos fuentes: las experiencias de los deportistas, tanto relativas a la competición como propias de la vida cotidiana, y experiencias de los padres que están en pleno proceso de educar a sus hijos.

Sabemos desde hace tiempo que el ejercicio físico es una magnífica oportunidad para llevar un estilo de v

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos