Estrena optimismo

Patricia Ramírez

Fragmento

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A todas las personas que, a pesar de sus desgracias, brindan por la vida, contagian a los suyos y son un ejemplo para todos. Espero, querido lector, que si te sientes identificado con esta definición, compartas conmigo tu experiencia de superación y con ella ayudemos a tanta gente que desconoce cómo salir del agujero. A veces no es falta de actitud, no. Es solo falta de recursos, de ideas, de soluciones. Escríbeme, por favor, a mi correo si tienes una historia especial o conoces la historia de alguien que inspire y que se pueda compartir, y le dedicaremos un espacio en mi blog. patricia@patriciaramirezloeffler.com

Todos tenemos una fuente que rellena ese optimismo que a veces perdemos. Gracias, Carmen y Pablo, por ser mi infinito manantial.

Gracias, Andrés, porque al llegar a mi vida me confirmaste que ser optimista y creer durante tantos años que ahí fuera había alguien especial y perfecto para mí, no era una utopía, sino una realidad. Solo hay que saber esperar.

Y gracias, Andrea y Ale, por ser parte de esta familia tan maravillosa que ahora tenemos. Nunca pensé que seríamos familia numerosa. Así que sois un regalo que ni siquiera había soñado.

A ti, @vueltas_dog, que jamás has dicho nada negativo. Que inundas la casa con positividad, alegría y optimismo, y porque siempre estás feliz y agradecido de compartir tu vida con nosotros.

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Sí. El optimismo no se compra, pero sí se entrena. No nacemos ni pesimistas ni optimistas. No es una habilidad genéticamente predeterminada. Así que, si hasta ahora no has estrenado optimismo, estás de suerte, ahí fuera hay un montón de optimismo que puede ser para ti.

Dijo Abraham Lincoln que un optimista es alguien que encuentra una oportunidad en cada dificultad, y que un pesimista es el que encuentra una dificultad en cada oportunidad. Y tenía razón. El optimismo no es lo que surge cuando disfrutas de un entorno favorable y positivo, sino tu actitud para creer que puedes construir el entorno a tu antojo. El optimismo está más relacionado con la actitud que con las circunstancias personales. La persona optimista no tiene la suerte o las circunstancias a su favor, sino la capacidad para separar el grano de la paja. Todos a nuestro alrededor tenemos problemas, más o menos graves, incluso dificultades que de inicio pueden parecer insalvables. Pero la manera en que nos enfrentamos a ellas muchas veces diferencia al ganador del perdedor, al «disfrutón» del que vive en la apatía y la tristeza constante. El optimismo es la tendencia a ver y a juzgar las cosas en su aspecto más positivo o más favorable. Las actitudes están condicionadas por nuestras ideas. En gran parte, somos y hacemos lo que nos decimos.

Algunos pesimistas suelen pensar que el optimista es una persona desinformada. Pero… el optimista es una persona más realista, porque piensa más en los aspectos negativos que los pesimistas en los positivos. Ser optimista no es «pasar» de lo negativo. La definición de optimismo no incluye que alguien desatienda los contratiempos, las dificultades ni las desventajas. Solo que presta más atención a lo que puede funcionar que a lo que puede fallar. En este sentido se está focalizando hacia lo que sí funciona, y la mente da más vueltas a las soluciones que a lo que puede fracasar. Ningún optimista se lanza a una piscina sin agua pensando que en el transcurso de su caída se llenará por arte de magia. Es optimista, no tonto.

Es cierto que existen trastornos del estado del ánimo que necesitan algo más que actitud, como puede ser medicación y una intervención psicológica profunda. Pero de verdad te digo que la disposición ante la vida, el humor, la alegría y el querer tienen gran parte de responsabilidad sobre nuestra felicidad.

La persona optimista:

imagen Interpreta el entorno y las dificultades quedándose con lo positivo frente a lo negativo.

imagen En lugar de rumiar y reconcomerse con lo negativo, trata de verbalizar en positivo y en términos de soluciones.

imagen No anticipa lo malo que va a suceder. Esto no significa que no contemple las dificultades. Sí que lo hace, pero para anticiparse, no para venirse abajo.

imagen Minimiza el error y el fracaso y los toma como temporales en lugar de pensar que es un patrón estable en su vida.

imagen Se contempla como responsable de su éxito. Confía en que llegará algo bueno, en que tendrá un premio, y estas expectativas le llevan a esforzarse y trabajar duro.

imagen Valora más lo que tiene que lo que le falta. Está más pendiente de sus fortalezas que de sus debilidades.

imagen Piensa que ni el éxito ni el fracaso son determinantes, que no dicen nada sobre él o ella. Lo que cuenta para la persona optimista son sus valores, su trabajo, su actitud y su talento.

imagen Tiene una forma de pensar orientada al éxito.

imagen El entorno es un lugar para aprender.

imagen Los momentos positivos los engrandece.

imagen El futuro son proyectos.

imagen Disfruta del camino más que del destino.

imagen Utiliza un idioma positivo cuando habla consigo misma: puedo, lo intento, no tengo nada que perder, esto es una oportunidad, etc.

imagen Se rodea de amigos y apoyo social con los que se identifica.

imagen Presta ayuda, suele ser más empática y sensible con las necesidades de los demás.

imagen Hace por disfrutar, busca situaciones, películas, libros que potencien emociones positivas.

imagen No se siente culpable por pasarlo bien y disfrutar de la vida, sino que es

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