«Nadie puede ser demasiado exigente consigo mismo. Trato de escribir libros que le gusten a millones de lectores y, por consiguiente, el resultado debe ser lo mejor que pueda elaborar». Unos 190 millones de ejemplares vendidos contemplan al autor británico, quizá, porque siempre ha seguido tres reglas de oro a la hora de escribir: luchar contra la caída del ritmo narrativo, planificar el argumento y evitar la sucesión rápida y alocada de los hechos. En su nueva obra, «La armadura de la luz» (Plaza & Janés, septiembre de 2023), mantiene estas premisas y busca, como ha hecho desde que publicara su primer gran éxito en 1978, que su público «se entristezca al cerrar el libro».