El plan Fénix

Brian Tracy

Fragmento

Título

Prefacio

El mito del fénix es bien conocido: una radiante y deslumbrante ave de color rojo purpúreo que vive varios cientos de años antes de morir, encenderse y estallar en llamas para luego revivir de entre las cenizas e iniciar una nueva vida.

No obstante, Ovidio, el gran poeta romano, nos cuenta una historia un poco distinta en sus Metamorfosis:

Existe un ave primordial a la que los asirios llaman fénix,

se renueva a sí misma y se reproduce sola.

No mora ni en los frutos ni en la hierba,

sino en las gotas de incienso y la savia del cardamomo.

Una vez que ha vivido los quinientos años que dura su vida,

sobre las ramas superiores de la palma oscilante,

con su pico y garras se construye un nido

que forra con casia y delicados tallos de nardo

trenzados con hojuelas de canela y mirra ambarina.

De ahí, del cadáver de su padre, se dice que nace una cría de fénix

destinada a vivir la misma cantidad de años.

Y cuando la edad le otorga al avecilla la fuerza necesaria

para soportar su propio peso,

a las ramas del árbol prominente libera de esa carga,

soporta con aire reverente su propia cuna,

que de su padre fue la tumba,

y a través de la luz planea hasta llegar a la ciudad de Hiperión

para ofrecer su nido frente a las puertas sagradas del altar.

OVIDIO, Las metamorfosis, 15:392-407

El fénix también forma parte de la historia. Tácito, uno de los más importantes historiadores romanos, afirma que fue visto en Egipto en 34 d.C., en tanto que otras fuentes antiguas hacen referencia al año 36. Debido al largo periodo de vida de esta ave, se creía que su aparición era símbolo del inicio de una nueva era.

Naturalmente, la gente siempre piensa que la suya es esa nueva era y, vaya, en efecto, todas lo son en el sentido de que cada una implica situaciones, dificultades y oportunidades inusitadas. La nuestra no es la excepción.

Un proverbio árabe que suele citarse con frecuencia reza: “Los hombres se parecen a sus tiempos más que a sus padres”. Esto significa que, para sobrevivir y tener expectativas, todos estamos obligados a entender la época en que nos toca vivir y adaptarnos a ella. Al igual que el fénix, tal vez necesitemos reconstituirnos para una nueva era.

En 1983 produje un programa de audio llamado La psicología del logro (The Psychology of Achievement), el cual ha escuchado más de un millón de personas y llegó a ser uno de los programas de éxito personal y desempeño más populares de todos los tiempos. Lo han traducido a más de 20 idiomas y le ha cambiado la vida a un sinfín de gente.

La psicología del logro se enfocaba en lo que llamo “el juego interno del éxito”, es decir, cómo organizar tus pensamientos, actitudes y tu personalidad; cómo establecer metas; llevarte con los demás; entenderte a ti mismo o a ti misma, y cómo eliminar tus frenos personales para lograr metas extraordinarias.

Las cosas han cambiado de manera dramática desde 1983. Se inventó internet, sufrimos el colapso de la burbuja dot-com, y atravesamos distintos cambios políticos y periodos presidenciales. En 1983 China era un páramo estéril y ahora es una de las economías más prósperas del mundo.

Hoy en día uno escucha con frecuencia hablar de la necesidad de “reinventarse”, pero eso es algo que tiene que ver con la imagen, es decir, con la necesidad real o imaginaria de hacerte lucir más en onda, más a la moda o más sofisticado en el uso de las tecnologías y los dispositivos tecnológicos recientes.

En efecto, necesitas reinventarte, pero cambiar tu imagen es solo una parte mínima de la tarea y no es, en absoluto, la más relevante. ¿Quieres resultados mejores y distintos a los que has tenido hasta ahora? De

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