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Fragmento

INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN

IMPORTANCIA DE LAS FINANZAS DOMÉSTICAS

Una de las cosas más importantes en mi vida financiera fue aprender a dominar mi organización del dinero. He sido una mujer con una vida bastante ruda, nunca he recibido apoyo económico de terceros ni becas para salir adelante. Al contrario, comenzar a trabajar y, al mismo tiempo, estudiar para completar mi carrera fue muy sacrificado, pues mi sueldo alcanzaba solo para pagar estudios, alimentación básica y traslados.

Al obtener mi título profesional, pude adquirir mi primera vivienda a los veinticuatro años. Era muy, muy, muy básica, pero era mi hogar. El proceso implicó muchos sacrificios: pagar dividendo, además de un crédito de consumo, ya que no logré juntar el veinte por ciento del pie para adquirirla, y destinar la diferencia para traslados al trabajo y alimentación básica.

Con el tiempo, decidí ser mamá y llegó mi amado Francisco. Sin él, hubiese postergado mi emprendimiento, que no veía como opción en esos años. Siempre tuve la idea de tener un hijo, recibir los beneficios de sala cuna de mi empresa, y volver a mi rutina, pero con un bebé en brazos la situación cambia por completo. Sin red de apoyo, una posible depresión posparto, muchos problemas con mi exmarido y sus familiares, mi vida era un verdadero caos, a lo que se sumó que mi bebé fue diagnosticado con alergia alimentaria.

Cada día lloraba de angustia por no tener a quién acudir para cuidarlo, a lo que se sumaba una permanente voz en mi cabeza que me repetía: «Yo quiero estar presente en la vida de mi hijo». Hasta que una noche, tarde, en medio de los dolores y malestares de Francisco a sus tres meses de vida, comencé a sacar cuentas... Calculé cuánto ganaba como dependiente, resté los descuentos de traslados y cuidados de sala cuna, y determiné la cantidad de plata que necesitaba para vivir mes a mes. Mi segundo paso fue planear qué hacer para lograr esa meta, gracias a lo cual nacieron tres emprendimientos, mientras en paralelo avanzaba con mi proyecto de consultoría.

Ganar clientes y confianza en el área de servicios es demasiado difícil, así es que mientras los recibía de a poquito, emprendí vendiendo ropa, proyecto que dejé con el tiempo. Luego generé una empresa de coffee break, cuyo proceso de montaje y dirección resultó bastante sacrificado como rutina, lo que afectaba también a mi hijo. Entonces, decidí evaluar otras opciones, inspirada siempre en mi lema «Voy a salir adelante y no volveré a ser trabajadora dependiente».

Tras evaluar varias alternativas, hice un curso de corretaje de propiedades que pagué en muchas cuotas, con lo que fue más fácil conseguir el dinero que necesitaba, compatibilizar tiempos y trayectos, y me permitió dedicarme de lleno al área de servicios. No obstante, muchas veces me resultaba imposible completar todos mis compromisos durante el día, así es que trabajaba hasta altas horas de la madrugada, pues seguía recibiendo clientes contables. Durante ese tiempo viví en modo de supervivencia, siempre evaluando cómo llegar a fin de mes, cosa que no me dejaba dormir.

En 2017 y 2020 llegaron mis siguientes hijos, Felipe y Catalina. Sin duda, cada uno de ellos ha sido un hito importante en mi vida de trabajo, porque me dieron el empuje que necesitaba para salir adelante, desafiarme a mí misma y confiar en que podíamos crecer, dar trabajo con mi proyecto y seguir avanzando con nuestras vidas.

Si mi hijo mayor me dio el impulso de emprender y confiar en mí misma, el segundo me empujó a crecer, y arrendé mi primera oficina de dos ambientes. En uno sostenía reuniones con mis clientes y realizaba talleres gratuitos, a los que muchas veces no llegaba nadie y, en el otro, una persona cuidaba a mi hijo. A pesar de las dificultades, seguí avanzando.

Mi tercera hija me demostró que siempre es posible salir adelante ante las adversidades. En 2020, a raíz de la pandemia, enfrentamos el desafío de cómo avanzar encerrados, momento en que ansiaba trabajar más todavía, debido al sentimiento de que el escenario financiero se complicaba con la responsabilidad de tres niños. Y aunque la era digital avanzó a pasos agigantados en ese tiempo, tuve muchos problemas con internet. ¡No podía hacer lives, streamings ni nada! En realidad fue muy angustiante ver cómo las reuniones eran todas online y, en más de una ocasión, internet no me acompañaba para trabajar al ritmo que me hubiese gustado.

A pesar de todo, encontré soluciones para mis clientes y salí airosa de esas situaciones. Al no poder trabajar con streaming, como todos, seguí generando contenido y grabé videos —aunque me daba mucha vergüenza—, porque me di cuenta de que así se complementaba lo que quería enseñar. Desde ese momento comenzó a aumentar la comunidad y la demanda por mi trabajo, y surgió un nuevo reto: crecer o no crecer. Ya no daba abasto haciendo todo sola: contenido, subir la información a redes sociales, atender a mis clientes, enviar presupuestos... Me costaba mucho llegar a fin de mes y tuve que rechazar clientes, pues estaba convencida de que nadie haría mi trabajo como yo.

Me tomó muchos meses darme cuenta de que sí podía. Así es que cursé una mentoría de Negocios y empecé a darlo todo, y desde entonces mi trabajo se transformó en el de una real CEO. Las mentorías de negocio desempeñan un papel fundamental en el desarrollo y crecimiento profesional de emprendedores y empresarias. Su función principal es apoyarte con otros puntos de vista, resolución de problemas, creación de equipos de trabajo y generación de estrategias que ayuden a la empresa a cumplir su objetivo (aumento de ventas, disminución de costos-gastos, presencia en el mundo digital, etcétera). Te aconsejan para que puedas evitar los errores que ellos cometieron, y avanzar así más rápido hacia tu meta. Y lo hacen a través de:

Orientación y consejo. Desde su propia experiencia y conocimientos del mundo empresarial, los mentores de negocio guían a emprendedores en la toma de decisiones, resolución de problemas y desarrollo de estrategias.

Networking y conexiones. Los mentores te ayudan a conocer proveedores, personas/empresas o datos de servicios que te pueden impulsar en tu iniciativa.

Accountability. Uno busca a mentores de negocio para que nos ayuden a cumplir las metas de nuestro emprendimiento o empresa. Desde sus puntos de vista, proporcionan una serie de tareas para lograr, por ejemplo, el crecimiento y el logro de tus planes.

Perspectiva externa. Al no estar involucrados de forma directa en la operación del negocio, los mentores de negocio pueden ofrecer una perspectiva objetiva que a menudo es valiosa para identificar áreas de mejora o soluciones a problemas. Armé equipos de trabajo, capacité, establecí procedimientos y un sinfín de gestiones en etapa de crecimiento. Por supuesto, no he estado ajena a dificultades; por eso mis mentores de negocio fueron claves para no derrumbarme y ver oportunidades de mejora y avances en el día a día.

❝Tu éxito financiero y capitalización dependen de tus acciones para lograr tus metas económicas.

Hay algo en mí que ama trabajar, y mi proyecto se volvió una gran responsabilidad, que me encanta. Me levanto feliz día a día, no tan solo para sacar adelante a mis hijos y cubrir mis finanzas personales, sino también para apoyar a cada una de las personas que confiaron en mí y que hoy forman parte de esta hermosa, linda y ambiciosa meta que todos estamos sacando adelante. Y aunque para muchos el dinero no produce felicidad, para mí sí, y también la financia, por lo tanto apoyar a mi equipo en el logro de sus metas económicas constituye un desafío personal. Así, sigo paso a paso y a mi ritmo.

¿Y cómo logré entrar a redes sociales? En 2018 atravesé una crisis personal muy seria, que me hizo decretar, con mi hijo Felipe en brazos, que entonces tenía menos de dos meses de vida, que no volvería a pasar nunca más por lo mismo. Un mes después de ese gran dolor, de manera mágica comencé a conocer a maravillosas mujeres que trabajaban en redes sociales y eran reconocidas por su quehacer, algunas de las cuales tenían hijos pequeños. Yo no entendía nada de redes sociales o Instagram, pero el «boca a boca» sobre mi trabajo comenzó a crecer, todo gracias a las recomendaciones de varias genias, en especial de Jime Zapata, Carmen Tuitera, Amikas, mi queridísima Coté de Soyladyganga, Holaleon, Jo Jiménez, Nudo Silvestre, Connie Achurra, Raúl Meza (mi amigo de estudios), Daphne Crichton y podría seguir enumerando a muchas clientas con quienes trabajo hasta el día de hoy. Desde entonces me volví «la contadora» de varias influencers y hoy, aparte de trabajar con ellas y en muchos emprendimientos, también ofrezco mis servicios a rostros de TV, famosos a nivel nacional e internacional.

Desde la tormenta que viví, por problemas personales que compiten con una teleserie, proponerme salir adelante fue un gran regalo de vida. Y, en particular, conocer a estas influencers que poco podían coincidir con mi estilo de vida. Creo que se trata de esas inexplicables y maravillosas oportunidades que sí o sí hay que aprovechar y que me permitieron dejar de lado el caos personal y enfocarme en el trabajo que amo y al que dedico mucho tiempo y cariño.

Ellas le dieron luz a mi vida y me volví

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