Por qué los ricos se vuelven más ricos

Robert T. Kiyosaki

Fragmento

Título

Por qué “ir a la escuela” es una idea obsoleta.
¿Qué te enseñan en la escuela acerca del dinero?

CAPITALISMO, COMUNISMO Y EDUCACIÓN

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¿Qué te enseñaron en la escuela acerca del dinero?

La mayoría de la gente responde: “No mucho.” Si acaso aprendieron algo, fue: “Ve a la escuela, consigue un empleo, ahorra dinero, compra una casa, sal de deudas e invierte a largo plazo en el mercado de valores.” Tal vez estos consejos funcionaban de maravilla en la Era industrial, pero ahora que vivimos en la Era de la información, se han vuelto obsoletos.

La globalización implicó el fin de los empleos bien pagados para los obreros. Los empleos se fueron a China, India, México…

La llegada de los robots implicará el fin de los empleos bien pagados para los oficinistas.

La llegada de los robots

Si bien en la actualidad los empleos ya no se están yendo al extranjero, los robots y la inteligencia artificial han comenzado a reemplazar a los trabajadores. Incluso los médicos, los abogados y los contadores con una sólida preparación académica están en la mira de los robots. Adidas acaba de anunciar que va a empezar a manufacturar zapatos deportivos en Alemania y Estados Unidos, en lugar de hacerlo en China o Vietnam. Foxconn, el principal fabricante de Apple, acaba de anunciar que ordenará un millón de robots para reemplazar a tres millones de trabajadores.

Los estudiantes dejan la escuela en todo el mundo; muchos de ellos están sumergidos en una fuerte deuda estudiantil, que es la más onerosa de todas, y para colmo, no encuentran ese empleo mítico que les permita amortizar su deuda.

Los robots, en cambio, no necesitan cheque de nómina ni aumentos de sueldo; trabajan más horas, no necesitan vacaciones, tiempo libre, prestaciones médicas ni planes de jubilación.

Los ahorradores son perdedores

Hace mucho tiempo, en la década de los setenta, una persona con un millón de dólares ahorrado, ganaba 15% de interés, o sea, 150 000 dólares al año. En aquel entonces, una persona podía vivir perfectamente con esta cantidad al año. Hoy en día, un millón te puede dar 1.5% de interés, o sea, 15 000 dólares al año: una cantidad que no tiene nada que ver con lo que se necesita para llevar una vida de millonario. Actualmente, los ahorradores son los grandes perdedores.

Tu casa no es un activo

En 2008 el mercado inmobiliario sufrió un colapso y las hipotecas sobre propiedades alcanzaron un precio mayor al precio de reventa de las propiedades mismas. Fue entonces que aproximadamente 10 millones de propietarios aprendieron, por la experiencia que vivieron en carne propia, que su casa no era un activo.

Las McMansiones que alguna vez fueron el orgullo de la generación baby boomer, ahora son como las casas para perro de los bienes raíces. Los millennials, es decir, los hijos y los nietos de los boomers, no pueden darse el lujo de comprar el “mayor activo” de sus abuelos, y la verdad es que tampoco desean hacerlo.

Conforme los impuestos sobre los bienes raíces van en aumento, los precios de las McMansiones continúan cayendo. En lo que se refiere a hogares, pequeño y eficiente es mejor que desmesurado y ofensivo.

Los precios de las casas también están relacionados con los empleos. Los robots, por ejemplo, no necesitan un hogar porque viven en la oficina las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.

Feliz cumpleaños

Hace veinte años, el 8 de abril de 1997, publiqué por mi propia cuenta Padre Rico, Padre Pobre. Fue precisamente el día de mi cumpleaños número cincuenta. Lo edité yo solo porque todos los editores que trabajaban en las grandes editoriales eran como mi Padre pobre: académicos con una preparación sólida que no sabían nada de la educación financiera.

Las lecciones de mi Padre rico acerca de la educación financiera contradecían las creencias académicas que tenían los editores respecto al dinero, y creo que todos sabemos lo reconfortantes que pueden ser nuestras creencias aunque sean obsoletas.

Hoy, a veinte años de distancia, las enseñanzas de mi Padre rico respecto al dinero son todavía más reales y perturbadoras que cuando vieron luz por primera vez. Los ahorradores de hoy pierden aún más porque las tasas de interés están cayendo por debajo de cero en muchos países, y porque los robots siguen reemplazando a los trabajadores. A pesar de todo esto, los padres continúan aconsejándoles a sus hijos lo mismo de siempre: “Ve a la escuela, consigue un empleo y ahorra dinero.”

Economía no es lo mismo que educación financiera

Para defenderse y justificar su falta de educación financiera, la gente con inclinaciones académicas suele contestar con arrogancia: “Estudié economía en la escuela”, o “la escuela de mi hijo cuenta con un excelente programa de economía”. Algunos más, a los que les gusta mencionar a gente importante de vez en cuando, te hablarán de economistas famosos como John Maynard Keynes, Milton Friedman, Ludwig von Mises o Friederich Hayek. Las teorías de estos economistas, sin embargo, tal vez significaban algo importante hace cincuenta años, pero actualmente tienen varias grietas y están a punto de desmoronarse.

Filósofos de la economía

En lugar de escuchar a los economistas de la academia, yo prefiero saber qué dijeron dos influyentes filósofos sobre este mismo tema: Karl Marx, autor de El manifiesto comunista, y Ayn Rand, autora de La rebelión de Atlas.

Ayn Rand

Ayn Rand nació en San Petesburgo, Rusia, en 1905, y fue testigo de la Revolución rusa en su adolescencia. Los bolcheviques se apoderaron del negocio de su padre y de todo por lo que había trabajado. En 1926, Rand emigró a la ciudad de Nueva York. Dado que experimentó en carne propia el comunismo y el capitalismo, sus opiniones respecto a ambos sistemas económicos son formidables. Rand criticó a los economistas y a los académicos de occidente que vivían en burbujas teóricas: “Tiene la libertad de evadir la realidad… pero no de eludir el abismo que se niega a ver.”

Se dice que los héroes de Rand se oponen a los “parásitos”, a los “saqueadores” y a los “gorrones” que exigen los beneficios del trabajo de los héroes. Los parásitos, los saqueadores y los gorrones proponen una tasa fiscal alta, mucho trabajo, posesión del gobierno, gasto del gobierno, y planeamiento, regulación y redistribución gubernamental.

Rand describe como saqueadores a los burócratas y a los funcionarios del gobierno que confiscan las ganancias de otros a través de la amenaza implícita de la fuerza, es decir, “a punta de pistola”. Utilizan el poder para arrebatarle sus propiedades a la gente que las “produjo” o las “ganó”.

De acuerdo con la descripción de Rand, los gorrones son aquellos incapaces de generar valor por sí mismos. Como no pueden producir nada, estafan a otros, a los productores, y les quitan sus ganancias a nombre de los pobres. Utilizan a los necesitados como excusa para robarle a la gente que sí genera ganancias, y se llenan los bolsillos. Le guardan resentimiento a la gente talentosa, parlotean acerca de los “derechos morales de la gente”, y con eso le permiten al gobierno apoderarse de los bienes.

Como ya sabes, el mundo está lleno de gorrones, saqueadores y parásitos incapaces de crear, y que se hacen pasar por “benefactores con superioridad moral e intelectual”.

Tal como el título lo sugiere, La rebelión de Atlas formula la siguiente pregunta: ¿Qué sucedería si los productores simplemente se rebelaran, dejaran de producir y de contribuir, y se escondieran?

La rebelión de Atlas se publicó en 1957 e inicialmente recibió ataques y críticas. No obstante, conforme pasó el tiempo, se convirtió en un clásico y la gente empezó a decir cosas como: “Después de la Biblia, La rebelión de Atlas es el libro más importante que he leído en la vida.”

Karl Marx

Karl Marx nació en 1818 en Prusia, actualmente Alemania. Se le conoce por ser un socialista y revolucionario, por influir en muchos de los revolucionarios modernos como Vladimir Lenin, Mao Tse-tung, Fidel Castro, Hugo Chávez y el Che Guevara.

Ésta es una de sus citas más famosas: “Dejemos que las clases dominantes tiemblen ante una revolución comunista. El proletariado no tiene nada que perder, excepto sus cadenas. Tienen el mundo entero por ganar. Trabajadores de todas las naciones, ¡únanse!”

Las opiniones socialistas de Marx eran tan perturbadoras que lo obligaron a abandonar su lugar de residencia e irse a Inglaterra. En Londres consiguió un empleo como articulista de The New York Tribune, y ahí encontró a una audiencia receptiva dentro de Estados Unidos. Comenzó a escribir acerca de la esclavitud, así como de la lucha y la conciencia de clase.

Lucha de clases

En términos excesivamente simplificados, Marx definió la lucha de clases como un conflicto entre la aristocracia, la burguesía y el proletariado. Éstas son las definiciones de cada clase:

ARISTOCRACIA: Clase dominante que hereda riqueza, privilegios y títulos. En esencia, es la monarquía.

BURGUESÍA: Adjetivo relacionado con la clase media. Si alguien te dice: “¡Oh, qué burgués!”, probablemente lo hace a manera de insulto y quiere decir que la que te preocupa es la clase media y compartes su cerrazón mental. Marx se refería a los burgueses como la gente preocupada por las posesiones materiales que carecía de fuerza y ambición. Gente que se sentía cómoda con estar cómoda.

PROLETARIADO: a. Gente que gana un salario y que no posee ni capital ni medios de producción; b. Gente que vende su trabajo para ganarse la vida; c. La clase más pobre entre la gente trabajadora.

Aristócratas

Durante la Era agrícola, los reyes, las reinas y la aristocracia eran los poseedores de las tierras. La palabra en inglés peasant (campesino), proviene de las palabras francesas pays y sants, que se refieren a la gente que trabajaba la tierra, pero que no la poseía. En tanto que el término en inglés real state, en español significa estado real.

En la Era industrial, la aristocracia la conformaban los gigantes como Henry Ford, John D. Rockefeller y JP Morgan. Ford producía los automóviles, Rockefeller la gasolina y Morgan el dinero.

En la Era de la información, la nueva aristocracia la conforman los genios de la tecnología que controlan los bienes raíces cibernéticos. Me refiero a gente como Steve Jobs, cofundador de Apple, Jeff Bezos de Amazon y Sergey Brin y Larry Page de Google.

En la Era agrícola a los ricos les llamaban aristócratas, ahora se les conoce como capitalistas.

“Ve a la escuela y consigue un empleo”

Cuando un padre le dice a su hijo: “Ve a la escuela y consigue un empleo”, le está aconsejando que se convierta en parte del proletariado, es decir que venda su trabajo a cambio de dinero. Recuerda que los empleados no son dueños de la producción.

Si el niño encuentra un empleo bien pagado, se une a la burguesía y se convierte en una persona de clase media que se contenta con baratijas materiales como una educación universitaria, una casa y un automóvil. Será un adulto que estará cómodo con estar cómodo y que tratará de estar siempre a la altura de los vecinos de enfrente. A este tipo de personas le gusta pasar manejando junto a los barrios bajos, las unidades habitacionales de interés social y las moradas del proletariado, y no tener que detenerse. Se aseguran de que sus hijos no vayan a la escuela con “esos niños”. La mayoría de los burgueses tienen empleos bien pagados; muchos son especialistas autoempleados como doctores y abogados, o empresarios, dueños de negocios pequeños. Sin embargo, no poseen ni los bienes raíces ni la producción. Es gente que trabaja a cambio de dinero.

Los ricos no trabajan por dinero

La lección #1 de Padre Rico, Padre Pobre es: “Los ricos no trabajan por dinero.” Sin embargo, cuando pregunto “¿Cuál es la primera lección de Padre rico?”, la mayoría de la gente no lo recuerda. Creo que esto se debe a que a todos nos programaron para “ir a la escuela y buscar un empleo”. A la gente no la entrenaron para convertirse en propietaria de la producción. En otras palabras, nuestro sistema educativo prepara a los estudiantes para que formen parte del proletariado y de la burguesía en lugar de que se conviertan en capitalistas, o sea, en la gente que posee la tierra, los negocios y el capital.

Con razón hay millones de personas que, al igual que mi Padre pobre —quien era un hombre con una educación académica sólida y un burócrata—, dependen de que el gobierno les provea empleos, cheques de nómina y pensiones. Son gente que, por desgracia, es incapaz de ayudarse a sí misma.

En 1970, mi padre, que era un hombre muy bueno, se postuló para el cargo de vicegobernador del Estado de Hawái. Su contendiente no sólo era su jefe, también era un demócrata y tenía el cargo de gobernador. A pesar de que mi padre contaba con un doctorado, perdió la elección y el gobernador le juró que jamás volvería a trabajar en el gobierno estatal. Papá murió siendo pobre y desempleado. Él quería trabajar pero le fue imposible conseguir un empleo. Era un hombre preparadísimo que no poseía ningún elemento de producción; un maestro que les enseñaba a miles de otras personas a hacer lo mismo que él.

Por todo esto, no me sorprende que tengamos una guerra de clases en erupción en las calles de Estados Unidos y de todo el mundo.

Por esto no me sorprende que durante su campaña para la presidencia de Estados Unidos, el senador Bernie Sanders haya afirmado: “Hay algo increíblemente mal cuando 10% en la cima posee casi tanta riqueza como 90% en la base.”

Dicho llanamente, nuestra crisis financiera global comienza en las escuelas. Estados Unidos gasta miles de millones de dólares en educar a los maestros, y a pesar de ello, la brecha entre los ricos y los pobres cada vez se ensancha más.

Karl Marx escribió:

“El proletariado no tiene nada que perder, excepto sus cadenas. Tienen el mundo entero por ganar. Trabajadores de todas las naciones, ¡únanse!”

Ayn Rand afirmó:

“Tiene la libertad de evadir la realidad… pero no de eludir el abismo que se niega a ver.”

La próxima vez que escuches a alguien decirle a un niño: “Ve a la escuela y consigue un empleo”, piensa en lo que te he dicho.

Originalmente escrito para la revista Jetset

Título

Por qué la “seguridad en el empleo” es una idea obsoleta.

La globalización implicó el fin de los empleos para los obreros.

La llegada de los robots implicará el fin de los empleos para los oficinistas.

“La desigualdad en el ingreso se ha disparado a niveles
que no se veían desde 1929, y cada vez es más
evidente que los incrementos en la productividad
que llenaron los bolsillos de los trabajadores
en la década de los cincuenta, ahora
permanecen casi totalmente en
las manos de los dueños
de negocios y de los
inversionistas.”

—Martin Ford, El auge de los robots


Título

Por qué “invertir a largo plazo en el mercado de valores” es un consejo obsoleto.

“Lo más amenazante son los ataques de virus durmientes implantados en las profundidades de los sistemas operativos del mercado de valores.”

“En 2010 se descubrió un virus de este tipo. Fue plantado por la inteligencia rusa en el interior del sistema operativo del mercado NASDAQ.

El virus fue inhabilitado

Nadie sabe cuántos virus digitales no descubiertos continúan acechando.”

“Los virus pueden borrar las cuentas de los clientes sin dejar rastro. Si se les usa con propósitos malignos pueden provocar una inundación incontrolable de órdenes de venta de acciones que están en posesión de mucha gente, como las de Apple o Amazon.”

—James Rickards, The Road to Ruin


Título

LA MUERTE DE LA DEMOCRACIA

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“Una democracia siempre es de naturaleza temporal;

no puede existir como una forma permanente de gobierno.

Una democracia continuará existiendo

Hasta que los votantes descubran

que ellos mismos pueden votar

para darse generosos regalos

comprados con dinero del erario.”

“A partir de ese momento, la mayoría siempre vota por los candidatos que prometen la mayor cantidad de beneficios sacados del erario público, lo que da como resultado que todas las democracias terminen colapsando debido a su política fiscal laxa. A esto invariablemente le sigue una dictadura.”

Desde el principio de la historia, la edad promedio de las grandes civilizaciones del mundo ha sido de cerca de 200 años. Durante ese tiempo, las naciones siempre atravesaron la siguiente secuencia:

• De la esclavitud a la fe espiritual

• De la fe espiritual al gran valor

• Del valor a la libertad

• De la libertad a la abundancia

• De la abundancia al egoísmo

• Del egoísmo a la apatía

• De la apatía a la dependencia

• De la dependencia a la esclavitud de nuevo

The Cult of Competency (1943)
—Henning Webb Prentis, Jr.
Presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes

Título

¿Qué es realmente
la educación financiera?

Como la educación financiera es una materia inmensa e incluye mucho más de lo que se puede cubrir en cualquier libro, voy a seguir la tradición de Padre rico y mantendré las cosas súper simples.

La verdadera educación financiera se puede dividir en dos partes: alfabetismo financiero e IQ financiero.

1: Alfabetismo financiero — es la habilidad
de leer y entender el lenguaje del dinero.

En Padre Rico, Padre Pobre vimos que dos de las palabras más importantes del ámbito del dinero son: activo y pasivo. Como se mencionó en dicho libro, la gente se mete en problemas financieros porque les llama activos a sus pasivos. Creen, por ejemplo, que su casa y su automóvil son activos, cuando en realidad son pasivos.

Las palabras más importantes del dinero:
Flujo de efectivo

Las palabras más importantes del lenguaje del dinero son: flujo de efectivo. Como se describió en Padre Rico, Padre Pobre, los activos hacen que el dinero vaya a tu bolsillo, en tanto que los pasivos sacan dinero del mismo.

2: IQ financiero — Es la capacidad de resolver problemas financieros.

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Hace poco, gracias a los datos de una encuesta se descubrió que la familia estadounidense promedio no se puede dar el lujo de contar con 400 dólares adicionales para una emergencia. Esto significa que el estadounidense promedio tiene un IQ financiero de menos de 400 dólares.

Una persona millonaria como Donald Trump tiene un IQ financiero de millones de dólares. Como ciudadano, si tuviera un gasto inesperado de 25 millones de dólares, sólo tendría que llenar un cheque personal. ¿Qué tan grande sería la cantidad en el cheque de Bernie Sanders?

¿Qué tan grande es tu IQ? ¿Qué tanto podrías pagar de forma inesperada si tuvieras que hacerlo?

El IQ financiero más alto

Una de las razones por las que los empresarios ricos son cada vez más ricos, es porque tienen un IQ financiero extremadamente alto. En este libro descubrirás la forma en que la gente muy adinerada e inteligente compra pasivos con la deuda (que para la mayoría de la gente, es un pasivo). También te explicaré la forma en que la gente con un IQ financiero muy alto usa los dólares que normalmente se le pagan al gobierno, para adquirir sus propios activos.

Si Padre Rico, Padre Pobre, fue la primaria, entonces este libro Por qué los ricos se vuelven más ricos, es el equivalente a la universidad.

RDTV

Como un complemento para este libro, RDTV te ofrece 10 lecciones de educación financiera. RDTV funciona de una manera muy similar a las Ted Talks. Aquí aprenderás a incrementar tu alfabetismo y tu IQ financiero. Aprenderás la forma en que los ricos aprovechan la deuda y los impuestos para volverse más ricos, y será como si sólo estuvieras viendo televisión.

Título

TODOS LOS MILLONARIOS
SON DIFERENTES

Mucha gente aspira a convertirse en millonaria, sin embargo, todos los millonarios son diferentes. Algunos, por ejemplo, son más ricos que otros.

En el artículo “Severe Inequality Is Incompatible With the American Dream”, de Alana Semuels, el Atlantic.com reportó que un estudio reciente cuantificó la experiencia que los millennial llevan viviendo varios años.

El papel exhibe las cifras de lo que muchos han vivido en carne propia durante años: conforme pasan las décadas, el sueño americano, o la capacidad de subir por la escalera económica y lograr más de lo que consiguieron nuestros padres, es cada vez menos posible.

La gente que nació en la década de los cuarenta tenía 92% de oportunidad de ganar más de lo que ganaron sus padres a los treinta años de edad. En cambio, para la gente que nació en los ochenta, las oportunidades fueron sólo de 50-50.

De acuerdo con los autores, hay dos razones por las que la gente que actualmente tiene treinta y tantos años la pasa peor que sus padres. La primera es que la expansión del producto interno bruto ha disminuido desde los cincuenta, tiempo en que el crecimiento solía ser de 5% cada trimestre. Esto significa que el pastel económico crece a una tasa más lenta que antes, y por lo tanto, hay menos dinero para repartir. La segunda es que la distribución de ese crecimiento es más desigual, y quienes están en la cima acumulan más beneficios. Los que se encuentran al fondo, en cambio, no pueden obtener una tajada tan generosa como antes. Sus sueldos no crecen, así que están estancados en el mismo nivel que sus padres, si no es que en uno inferior.

La gente en la mitad inferior de la distribución del ingreso está ganando en promedio 16 000 dólares al año, en tanto que el ingreso antes de impuestos promedio del 1% de los adultos en la cima, es de cerca de 1.3 millones.

Dicho de otra manera, vivimos en una sociedad en la que la mayoría de los pobres permanecen pobres y los ricos, ricos. El sueño americano ha muerto, especialmente si te empeñas en ir a la escuela y buscar un empleo. La verdadera educación financiera le puede ofrecer a una persona más ambiciosa, distintas formas de volverse millonaria, incluso en la economía actual.

Los distintos tipos de millonarios

Hay distintos tipos de millonarios. Éstos son algunos de ellos:

1. Los del empleo de un millón de dólares al año. Las probabilidades de que un recién graduado consiga en el Estados Unidos corporativo un trabajo que le pague un millón de dólares al año, son casi nulas. Incluso si es egresado de Harvard o de Stanford. En la mayoría de los casos, subir por la escalera hasta la cima, toma años. Una persona con un salario de un millón de dólares, tendrá un valor neto aproximado de 600 000.

2. La estrella deportiva convertida en millonario. Si eres un atleta sobresaliente y eres empleado de un equipo profesional, tienes la oportunidad de llegar a percibir un salario de un millón de dólares durante algunos años. Sin embargo, 65% de los atletas profesionales terminan en bancarrota cinco años después de su retiro. Un salario de un millón de dólares le permitiría a un jugador profesional de futbol sin educación financiera alcanzar un valor neto de aproximadamente 400 000 dólares.

3. La estrella de cine o de rock convertida en millonario. Una vez más, las probabilidades están en contra. El futuro de este tipo de gente está en manos de sus admiradores. Si no cuenta con educación financiera, la estrella de rock también tendría un valor neto de entre 300 000 y 400 000 dólares después de impuestos.

4. El empresario millonario. Las probabilidades son las mismas. Después de calcular el tiempo total de trabajo y las compensaciones, los dueños de muchos negocios pequeños ganan menos que sus empleados. Si no cuenta con educación financiera, el millón de dólares le dará al empresario un valor neto de unos 300 000 dólares.

Educación financiera

La educación financiera real puede emparejar el campo de juego. El camino de todas maneras será difícil porque ganar un millón de dólares no es sencillo, sin embargo, una verdadera educación financiera le puede ofrecer a todo mundo mayor control sobre su futuro económico. Dicho de otra forma, una educación financiera real pone tu futuro en tus manos.

Yo soy esa persona. Yo tenía pocas probabilidades de ser Director ejecutivo y ganar un salario de un millón de dólares, de subir por la escalera corporativa hacia el éxito, o de convertirme en deportista importante, en estrella de cine, en cantante o en un empresario famoso. Sin embargo, gracias a la educación financiera que me dio mi Padre rico pude asumir el control de mi destino.

Cuando era niño, mi Padre rico también me animó a perseguir mis sueños y a convertirme en millonario. Me explicó que había distintos tipos de millonarios y varias formas de convertirse en uno.

1. ¿Quieres ser un empleado con un salario de un millón de dólares? El problema con el salario de un millón de dólares son los impuestos. Aproximadamente, 40% es para el gobierno.

2. ¿Quieres convertirte en un millonario de valor neto? Eso significa que tomas el valor de todos tus bienes personales como tu casa, tu automóvil, tus ahorros y tu pensión, y luego, a esos activos les restas tus pasivos. La mayoría de la gente que afirma ser millonaria, lo es, pero sólo en valor neto, y muchos de los millonarios de este tipo reciben salarios de menos de 150 000 dólares al año.

3. ¿Quieres ser un millonario de ganancias de capital? Eso significa que vendes activos por un millón de dólares en ganancias de capital, las cuales están sujetas a los impuestos correspondientes. El gran problema de los millones por ganancias de capital es precisamente los impuestos. Los impuestos de este tipo representan aproximadamente entre 10 y 20% del ingreso. La mayor dificultad es que el millonario por ganancias de capital tiene que reducir su valor neto porque se ve forzado a vender sus activos para obtener dinero.

4. ¿Quieres ser un millonario de flujo de efectivo? Ésta es la gente que recibe un millón de dólares o más, gracias al flujo de efectivo proveniente de activos que existen sin necesidad de vender nada. Los millonarios de flujo de efectivo son los que tienen el mayor control sobre los impuestos y sobre su futuro.

5. ¿Quieres ser uno de esos afortunados que se casan con alguien rico, que heredan dinero o que ganan la lotería y se vuelven millonarios? A ti, te digo: “Que tengas buena suerte.” El precio de casarse por dinero puede ser muy alto, tal vez tengas que entregar tu alma, así que, ¿cuánto crees que ésta valga?

El sueño americano está muerto

Para la mayoría de la gente, el sueño americano está muerto. Especialmente para quienes creen en ir a la escuela, conseguir un empleo, ahorrar dinero e invertir a largo plazo en un plan de retiro.

Por otra parte, el sueño de convertirse en millonario está vivito y coleando. Pero sólo si inviertes en una educación financiera real, tema central de este libro.

Cuando yo era niño y jugaba Monopoly con mi Padre rico, sabía que quería convertirme en un millonario de flujo de efectivo. Sabía que cuatro casas verdes me permitirían obtener un hotel rojo, y que eso aumentaría mi flujo de efectivo y mi valor neto. Ser millonario de flujo de efectivo me permite usar dinero y pagar menos impuestos de manera legal y sin vender activos, lo cual disminuiría mi valor neto.

¿Tú qué quieres hacer? ¿Qué tipo de millonario quieres ser?

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