El círculo mágico

Ángeles Lasso

Fragmento

Presentación

PRESENTACIÓN

La magia se hace presente desde el primer hálito de vida en el ser humano. La sola concepción representa un divino arte de magia. Sin embargo, no sabemos cómo definirla, explicarla ni menos concretarla, porque su energía es tan intangible y poderosa como el amor.

Desde los primeros registros de memoria en la historia del hombre, existe la magia. Al principio fue la forma de comunicarnos con los dioses, luego fue nuestro contacto con las fuerzas de la naturaleza, hasta que descubrimos que ese poder se encontraba dentro de nosotros mismos... que por gracia de nuestra propia voluntad estábamos en condiciones de realizar las transformaciones que deseáramos.

Este conocimiento permaneció por milenios en manos de unos pocos elegidos, que lograron hacer llegar sus secretos de boca en boca hasta estos días. Largos siglos de oscurantismo e ignorancia obligaron a magos, hechiceras y curanderos a ocultarse en las sombras.

La superstición y el miedo clausuraron las puertas de la magia para la mayoría de las personas. Aun así, de generación en generación fueron rescatados ciertos rituales, hechizos y conjuros que lograron sobrevivir de solsticio en solsticio con su inmortal sabiduría para, al fin, reaparecer en estos albores de la Era de Acuario con todo su esplendor y magnificencia, poniéndose al alcance y al servicio de la humanidad. De forma maravillosa llegó la hora en que el «esoterismo» corrió sus velos, permitiendo el acceso a sus más profundos secretos.

La telepatía, la telequinesia y la clarividencia son capacidades que han permanecido dormidas en la memoria de los humanos, pero han comenzado a despertar y ahora pueden ser desarrolladas por quien decida cruzar el muro entre lo concreto y lo etéreo.

En lo más profundo del subconsciente sabemos que somos capaces de activarlas. Entendemos que tanto materia como espíritu componen el universo que habitamos, por lo tanto, podemos movernos en ambas energías fluidamente. El mejor ejemplo es que debemos vivir la mitad de nuestra vida material durmiendo, transcurriendo inmaterialmente en el mundo onírico sin que esto nos parezca algo temible, sino totalmente natural y necesario.

La magia, por lo tanto, puede ser usada en la vida cotidiana para modificar o mejorar nuestra realidad a voluntad, puesto que más allá de las palabras grandilocuentes, está nuestro humilde deseo de ser felices, potenciando de este modo la presencia de lo maravilloso en nuestras vidas.

Magia es el arte de movilizar la energía fluyendo en armonía con la naturaleza, comprendiendo y utilizando sus ciclos, sus elementos y sus direcciones. Aprendemos de ella el correcto actuar, desarrollamos nuestros poderes sabiendo escuchar el murmullo de las olas lamiendo la arena o percibiendo los secretos que cuenta el viento oeste al atardecer, descubriendo así que en lo más pequeño habita lo grande, comprendiendo los augurios que envían nuestros guías celestes, desentrañando los misterios de los aliados etéreos para permanecer despiertos, viviendo cada segundo de nuestras vidas en plena conciencia, sin permitir que nos automaticen los sentimientos ni que nos pavimenten la percepción.

Quien realmente ha decidido desarrollar su natural capacidad mágica hallará en estas páginas las coordenadas necesarias para encontrar las llaves que abrirán el portal que conduce hasta el enigmático mundo de lo inexplicable, allí donde se encuentran aquellas respuestas que el espíritu anhela.

Antes de internarte en esta lectura debes saber que la bondad genera luz y la maldad, oscuridad. Permanece leal a las fuerzas del bien para que al crecer y evolucionar puedas auxiliar e instruir a los demás. Quien ose, sin embargo, utilizar estos conocimientos para generar dolor o sufrimiento será severamente castigado por la implacable ley universal de causa y efecto. Mantengámonos humildes en nuestra pequeñez, sin ser arrastrados por la ambición de poder que corrompe y mata la cristalina magia.

Te invito a tomar mi mano para fundirte con el espacio. Sé parte consciente de lo que te rodea y comienza el viaje mágico que te llevará a descubrir la vía oculta hasta el portal que todo quien elija ser mago algún día deberá atravesar.

Introducción a la práctica de la magia

INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA

DE LA MAGIA

El aspirante a la práctica de las artes mágicas suele poseer una tendencia natural que en cierto modo podríamos comparar con el oído musical. Simplemente se nace con ello, o tal vez se hereda y es transmitido de generación en generación.

Aun así, la sola inclinación o interés por el tema denota cierta capacidad que permitirá a todo aspirante introducirse en este conocimiento.

Magia es transformación, es conducción consciente de la energía, y para realizarla debemos comprender que todo en nuestro universo está vivo. Las piedras, los metales, los aromas y los colores poseen su propia energía. Los elementos, en tanto, nos sirven para conducirla.

El manejo de estas energías ha sido ancestralmente dominado por ciertos elegidos, que pueden ser llamados chamanes, hechiceros, sacerdotisas, visionarios, brujas o brujos. Sin embargo, la capacidad de realizar un acto de magia está al alcance de todos, comprendiendo desde luego el tipo de energía con la que cuentan, identificando la existente en la naturaleza, aprendiendo a fluir junto con ella para así lograr despertarla, liberarla y dirigirla a voluntad.

Estos son procesos enteramente naturales. Desde el principio de los tiempos, el hombre invocó a sus dioses y divinizó los fenómenos de la naturaleza, sin embargo, es importante distinguir que la magia no tiene relación alguna con la religión. Se encuentra mucho más cerca de la alquimia e incluso de la física, puesto que utiliza a conciencia tanto el poder de los ciclos climáticos, de las fases lunares y del desplazamiento de los planetas como el poder de las combinaciones de elementos

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