Índice
Cubierta
Introducción
PRIMERA PARTE
¿Cerebro vs corazón? o ¿cerebro + corazón?
¿En qué consiste ser feliz?
Placer, satisfacción y plenitud
La felicidad es un derecho y a la vez una opción
Hablando de corazón a corazón
El corazón y las emociones
Qué dice la ciencia
Aprendiendo del corazón de mis pacientes
Mejoró la calidad de vida y se redujo el riesgo de un nuevo episodio
El corazón se expande vibratoriamente cuando amamos
Una experiencia asombrosa
Midiendo la energía de las personas
Reflexiones de cierre sobre ciencia y espíritu
Antes de conquistar el espíritu hay que sanar el alma
Derribando barreras energéticas
La inteligencia del corazón
El poder magnético del corazón
El poder de la intención
Voluntad y disciplina
Visualización creativa
¿El alma es lo mismo que el espíritu?
¿Todo lo que respiramos es aire?
Los pasos del Método Souling
SEGUNDA PARTE
Los siete dominios del corazón
PRIMER DOMINIO. Activar el corazón
SEGUNDO DOMINIO. Liberarte de la culpa
TERCER DOMINIO. La adicción emocional
CUARTO DOMINIO. Amor hacia ti, amor a la fuente
QUINTO DOMINIO. El poder de la palabra
SEXTO DOMINIO. El cerebro unificado
SÉPTIMO DOMINIO. La inteligencia del corazón
Interrogantes que surgen sobre el Método Souling
APÉNDICE
Ejercicio básico de Souling: Respiración solar armonizante
Agradecimientos
Notas
Créditos
Dedico este libro a todos los seres
que día a día abren mi corazón al amor:
los cientos de estudiantes que aprenden
conmigo y de los que yo aprendo tanto.
Y en especial a mi esposo Daniel,
a mi hijo Matías, a mi hija Daniela
y a ti, Vicente, mi nieto amado.
Introducción
Después de doce años de observar los sorprendentes resultados del Método Alkymia, basado en la activación interna de la glándula pineal, mediante el cual miles de personas han logrado su autosanación, la de sus hijos, la obtención de logros en todas las áreas de la vida, etc., siempre me quedaba la inquietud de saber cuál era el motivo por el cual muchas personas abandonaban sus prácticas a pesar de los «milagros» logrados. También observaba que, aunque mantenían sus prácticas de conexión, les solía ocurrir que llegaban a un punto en que no podían seguir avanzando, por lo que comencé a investigar tanto con mis alumnos como con mis pacientes particulares a qué podría deberse esta situación recurrente.
Por algún motivo, las sistemáticas prácticas de Alkymia no les alcanzaban para generar la transformación necesaria que permite al individuo manifestar su ilimitado potencial creativo.
¿Qué ocurría en las personas que, aunque deseaban profundamente su sanación o la realización de un objetivo en cualquier ámbito practicando Alkymia, no lograban sus propósitos?
¿Qué estaba fallando en ellos —pues no es el Método el que falla— que les hacía tener que enfrentar una barrera creativa difícil de superar?
¿Dónde estaba la clave para superar dichas barreras?
Después de algunos años investigando en mis pacientes y alumnos, llegué a varias conclusiones, que son las que comparto en esta obra. En lo medular, lo más importante para mí fue descubrir que se llegaba a un punto en el cual la persona, que practicando Alkymia buscaba un determinado resultado, fallaba en algo crucial: sus prácticas estaban teñidas de ansiedad, miedo, frustración, incertidumbre, angustia y dudas, o algo tan simple como una actitud interior de victimismo, en lugar de ser experimentadas desde el AMOR. Había llegado a descubrir el problema.
Entonces, ¿cómo se iba a lograr la manifestación de lo deseado si entraban a las prácticas en esa emocionalidad de baja frecuencia, sin así poder «conectar» con la luz? Me propuse buscar un camino para corregir aquellos errores.
Había logrado encontrar el problema: se trataba de la ausencia de amor al momento de practicar la maestría deseada. Ahora iría por la solución.
Como psicóloga transpersonal he comprobado que la «maestría del amor» es el primer paso que un ser humano debe dar para alcanzar cualquier objetivo. Nada permanece en el universo si no tiene la cualidad del amor. Todo es efímero, menos la radiante y sublime energía de esa fuerza cohesionadora del universo que mueve a la creación misma. El sello de la divinidad va impreso en esa energía creativa y creadora.
Y luego puedo afirmar que el origen de la infelicidad de los seres humanos es la ausencia de amor hacia la divinidad de la cual somos partes y hacia nosotros mismos.
En el Método Souling propongo una forma para activar ese amor en nosotros. Sin esa energía, solo logramos sobrevivir. Vivir plenamente es una experiencia asociada a la inteligencia del corazón.