Lo primero de la mañana

Osho

Fragmento

Título

DÍA 1

El ser humano no está hecho para arrastrarse y reptar sobre la tierra. Tiene la capacidad de volar hasta la cúspide.

DÍA 2

Cada era necesita una nueva forma de espiritualidad porque cada época es distinta a las demás; por lo tanto, los mensajeros siguen llegando. Un mensajero no es más que un hombre que le traduce la verdad eterna al hombre contemporáneo.

DÍA 3

El hombre moderno es el primer hombre en la historia que no concibe lo sagrado, que vive una vida sumamente mundana. Le interesan el dinero, el poder, el prestigio, y cree que eso es todo lo que hay. Es una noción muy estúpida.

Su vida está rodeada de cosas pequeñas, muy pequeñas. No concibe nada mayor a sí mismo. Ha negado a Dios; ha dicho que Dios ha muerto. Ha negado la vida después de la muerte; ha negado la vida interior. Sólo cree en negar el centro. Sólo cree en lo superficial; cree en la circunferencia, pero sigue negando el centro, por eso vemos tal aburrimiento alrededor. Es natural, porque sin algo mayor que tú con lo cual identificarte, tu vida va a ser tediosa, aburrida. La vida se vuelve una danza sólo cuando es una aventura. Y se puede convertir en una aventura sólo cuando hay algo mayor que lograr, que alcanzar.

Lo sagrado significa simplemente que nosotros no somos el fin, que sólo somos un conducto; que no todo ha sucedido aún, que todavía van a suceder muchas cosas. La semilla aún tiene que germinar, y el retoño tiene que volverse árbol. Ese árbol tiene que esperar a que llegue la primavera para explotar en miles de flores, y liberar así su alma al cosmos. Sólo entonces habrá satisfacción. Y lo sagrado no está lejos; sólo tenemos que empezar a preguntarnos por ello. Al principio, por supuesto, estaremos a tientas en la oscuridad, pero pronto las cosas empiezan a entrar en sintonía. Pronto empezamos a vislumbrar el más allá, una música inaudita empieza a llegar a nuestros oídos: remueve nuestro ser, nos da un nuevo color, un nuevo gozo, una nueva vida.

DÍA 4

No somos extraños, ajenos. Somos parte de la existencia. Éste es nuestro hogar. No estamos aquí por accidente; estamos aquí porque somos necesarios. Estamos aquí porque la existencia quería que estuviéramos aquí. Es la voluntad de la existencia. Por lo tanto, nadie debe sentirse alienado. Ése es uno de los problemas fundamentales que enfrenta la humanidad actualmente. En todo el mundo, la gente inteligente está muy preocupada, perturbada, ansiosa, y se pregunta: «¿Por qué estamos aquí?».

Según la ciencia, parece ser accidental que estemos aquí, y si somos accidentales, somos inútiles; entonces, no importa si estamos o no estamos. Y si no importa, entonces nuestra vida pierde todo significado: así, por todo el mundo se percibe una falta de sentido. Todo empezó hace unos cien años, cuando Nietzsche declaró que Dios había muerto. Se convirtió en el portavoz de toda la mentalidad contemporánea.

Si Dios ha muerto, entonces la vida no tiene sentido porque Dios es la única posibilidad de que haya algún sentido, algún significado. Dios no quiere decir nada más que significado. La vida tiene sentido; ése es todo el significado de Dios.

DÍA 5

No hemos perdido nada. Dios no está perdido y, por lo tanto, no tenemos que encontrarlo. Sólo lo hemos olvidado; es sólo cuestión de recordarlo. Está ahí, en lo más profundo de nuestro ser. Llámese verdad, Dios, dicha, belleza: todo eso indica el mismo fenómeno. Hay algo eterno en nuestro ser, algo inmortal, algo divino.

Lo único que tenemos que hacer es ir hacia lo profundo de nuestro ser y darnos cuenta, ver, reconocer. Por lo tanto, la travesía no es realmente una travesía. No debemos ir a ningún lado; simplemente tenemos que sentarnos en silencio y ser.

DÍA 6

En el momento en que estás vacío de ti mismo, estás lleno de Dios. Recuerda, no pueden existir ambos al mismo tiempo. Recuerda una y otra vez: no pueden existir ambos al mismo tiempo. O existes tú o existe Dios. Y los tontos son los que se escogen a sí mismos. Escoge a Dios: desaparece como ego. Olvídate de ti mismo como entidad distinta de la existencia, y en esa precisa desaparición, renacerás.

Es un estado bastante paradójico: en el momento en que te vacías de ti mismo, quedas lleno, lleno por primera vez, desbordante, inagotablemente lleno.

El ego es sólo una sombra, no tiene sustancia. Es un sueño, no una realidad. Deshazte de la sombra para que puedas alcanzar la sustancia. Deshazte de lo falso para que puedas alcanzar lo real. Todo lo que estoy enseñando aquí es cómo vaciarte de ti mismo para que puedas llenarte de Dios. Y la plenitud es gratificación.

DÍA 7

Nos han enseñado a ser enemigos de la existencia, nos han enseñado ideologías negativas para la vida, y esto ha durado tanto tiempo que se ha vuelto parte de nuestra sangre, huesos, médula. No amamos la vida, la odiamos, y las llamadas religiones le han enseñado a la gente que la vida es un castigo, que hemos sido castigados con el pecado original.

La vida no es un castigo, es una recompensa, es un regalo. Hay que hacerse amigo de ella por completo. En el momento en que empieces a hacerte amigo de la vida, te sorprenderá lo bella que es, lo poética que es, lo musical que es. Una vez que desaparece tu idea de negar y se asienta algo positivo dentro de ti, se abre una puerta secreta, la vida empieza a revelarte sus misterios. Esos misterios sólo pueden revelarse a los amigos; no pueden revelarse a nadie, no pueden hacerse públicos. Sólo cuando estás en profunda e íntima relación con la vida, ella te abre su corazón. En esa misma apertura uno llega a conocer la verdad, el amor, la dicha, la existencia.

DÍA 8

El hombre tiene que estar absolutamente vacío, sólo así se crea el espacio para que Dios descienda en él. Y es que estamos tan llenos de basura, tan llenos de porquerías: incluso aunque Dios quiera entrar, no encontrará lugar dentro. Nuestras copas están llenas. No les cabe ni una gota más. Tenemos que vaciar la copa por completo. Éste es el proceso completo de sannyas: vaciarte de ti mismo, vaciarte de todos los pensamientos, deseos, recuerdos, esperanzas, expectativas; sólo un proceso de vaciamiento.

En el momento en que estés absolutamente vacío y no veas nada dentro de ti, de pronto todo se volverá luz. De pronto, miles de flores se abrirán en tu ser. Te llenarás de fragancia y música, una música antes inaudita, una fragancia que no es de esta tierra. Y, en esa experiencia, te liberas, te liberas de la vida, de la muerte, del tiempo mismo. Te vuelves parte del flujo eterno de la existencia.

DÍA 9

A menos de que te descubras a ti mismo, seguirás siendo sólo un medio. Cuando uno se descubre a sí mismo, ha encontrado el fin.

La circunferencia de tu ser es el medio: el cuerpo, la mente, el corazón. Úsalos todos para alcanzar el centro más

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