El tercer Reich

Michael Burleigh

Fragmento

intro

INTRODUCCIÓN

«UN RAPTO EXCEPCIONAL DEL ALMA»:

NACIONALSOCIALISMO, RELIGIONES POLÍTICAS

Este libro trata de lo que sucedió cuando sectores de las elites y las masas de gente normal y corriente decidieron renunciar en Alemania a sus facultades críticas individuales en favor de una política basada en la fe, la esperanza, el odio y una autoestima sentimental colectiva de su propia raza y nación. Es, por tanto, una historia muy del siglo XX.

Se aborda en él el colapso moral progresivo y casi total de una sociedad industrial avanzada del corazón de Europa, muchos de cuyos ciudadanos abandonaron la carga de pensar por sí mismos, en favor de lo que George Orwell describió como el ritmo de tamtam de un tribalismo de nuestro tiempo. Depositaron su fe en malvados que prometían un gran salto hacia un futuro heroico, con soluciones violentas a los problemas locales y generales de la sociedad moderna de Alemania. Las consecuencias, para Alemania, Europa y el resto del mundo, fueron catastróficas, pero lo fueron aún más que para los judíos europeos, víctimas de una campaña destinada a acabar con todos ellos, hecho que consideramos con toda justificación un acontecimiento excepcionalmente terrible de la historia moderna.

Desde el punto de vista local, Alemania sufrió su segunda derrota masiva y total del siglo veinte. Éste fue el precio de la estupidez masiva y de la ambición desmesurada, pagado con las vidas de sus ciudadanos, estuviesen comprometidos directamente en crímenes terribles o caracterizados por la inocencia o la indiferencia moral. En un sentido más amplio, se sometió a otras personas a los compromisos, las indignidades y los horrores de la ocupación, los trabajos forzados y el régimen de esclavitud o el asesinato en masa en el caso de los judíos europeos, mientras que durante cuatro años los recursos humanos, culturales y productivos de las naciones aliadas hubieron de dedicarse a rechazar y destruir un régimen contrario a esos valores civilizados, de tolerancia, humanidad y libertad que tanto apreciamos. Un «arreglo rápido» de los múltiples problemas de Alemania desembocó al final en la muerte de unos cincuenta millones de personas en un conflicto de cuya herencia Europa ha tardado medido siglo en recuperarse, pues el proceso de curación y de reconciliación ha sido largo. Una de las múltiples ironías de esta historia es que la II Guerra Mundial prestó legitimidad política y moral nueva, pero espuria, a una tiranía soviética no menos implacable y sanguinaria. Pues lo que nosotros en Occidente (y muchos rusos) consideramos un enfrentamiento directo entre el bien y el mal parece menos categórico desde la perspectiva de, digamos, los bálticos, chechenos, tártaros de Crimea, croatas, polacos o ucranianos, para los que 1944-1945 no trajo liberación de la tiranía, sino varias décadas de opresión imperialista de la que al menos una de esas naciones aún está después del cambio de siglo luchando por liberarse. En este sentido, este libro trata del marco internacional más amplio de la Alemania nazi (y sus confederados ideológicos), algo que autores alemanes, por lo demás de mentalidad europea, y muchos de los que siguen sus huellas, han menospreciado en su comprensible interés por su propio legado local. No hay una razón respetable por la que los programas intelectuales de las historias de este periodo hayan de elaborarse exclusivamente en Alemania, pese a que muchos investigadores allí hayan contribuido al conocimiento y a la interpretación de este triste periodo de su Historia contemporánea, que, en un sentido profundo, no es su «propia» historia.

Aunque este libro contenga algunas ideas sobre los tremendos horrores de los que fueron responsables Hitler y sus subordinados, no se centra exclusivamente en el asesinato en masa, sobre el que tal vez haya menos misterio del que se sugiere a veces, prescindiendo de los sentidos en los que ese interés es en sí indicativo de un apetito decadente por lo morboso, que desgraciadamente forma parte del interés contemporáneo por el tema. El autor no pretende tener un conocimiento especial de los motivos de la participación individual en el asesinato y en el caos, aparte de los que han caracterizado esa conducta desde los inicios de la historia humana, y para lo que la literatura clásica, la Biblia, Shakespeare o Dostoievsky son guías tan prácticas como las obras de cualquier historiador contemporáneo. En este sentido, el libro se despoja de cualquier pretensión desmesurada antes incluso de empezar a plantearla.

El Tercer Reich. Una nueva historia es, más bien, una crónica del desmoronamiento moral y la transformación a largo plazo, y más sutil, de una sociedad industrial avanzada, cuyas consecuencias fue capaz de predecir en parte antes de que nacieran en ella observadores astutos con un instinto para estas materias. Pero las masas, estimuladas por sectores irresponsables y egoístas de la elite, a los que el filósofo de la historia Eric Voegelin calificó memorablemente una vez como «una chusma malvada», arremetieron contra la caridad, la razón y el escepticismo, depositando su fe en el personaje por lo demás ridículo de Hitler, cuya propia existencia miserable adquirió sentido cuando descubrió que su rabia contra el mundo era susceptible de una generalización indefinida. Muchos alemanes, pulverizados por la derrota y la crisis endémica, contemplaron la gama de poses cuidadosamente seleccionada de Hitler y vieron reflejada en ella aquella imagen de sí mismos que anhelaban. Tal como escribió en 1944 Konrad Heiden, el primer biógrafo de Hitler, y el más grande: «La gente sueña y un adivino les cuenta lo que están soñando». Digo «muchos alemanes» porque hubo otros, como Heiden y Voegelin, a los que su instinto, su humanidad o su inteligencia les prohibieron esa suspensión del sentido crítico, o cuyos valores políticos o religiosos básicos les impidieron descender a la neobarbarie moral. Estos dos hombres acabaron sus días en el destierro, en Maryland y Louisiana respectivamente, pero simbolizan a innumerables más, que acabaron en Brooklyn, en Florida o, para el caso, en Turquía. La existencia demostrable de esas personas hace aún más notoria la estupidez irresponsable de los que depositaron su fe en Hitler, y contradice sin duda una condena indiscriminada del pueblo alemán en general.

Aunque este libro se subtitule Una nueva historia, su enfoque conjunto tiene una larga genealogía intelectual, ya que no es en modo alguno la primera vez que se estudia el nazismo como una forma de religión política o de totalitarismo, aunque esos planteamientos no hayan vuelto a ponerse de moda hasta principios de los noventa. Sus ideas rectoras deben más a una serie de filósofos, politólogos e historiadores de la cultura y de las ideas que a la corriente general de los historiadores de este tema. En ese sentido, el libro reafirma una importante tradición intelectual, que busca identificar la esencia del fenómeno nazi por debajo de las anécdotas superficiales de si Hitler se acostó o no se acostó con su sobrina, de si quería a su perro o de si tenía planes para el duque y la duquesa de Windsor, asuntos relativamente triviales que Heid

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos