Tiempos salvajes (Yeruldelgger 2)

Ian Manook

Fragmento

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Contenido

Portada

Dedicatoria

Lema

1. ...y puso un dedo en el gatillo

2. «Van hacia allí para eso...»

3. «¡Localíceme a Yeruldelgger, rápido!»

4. ...con las rodadas del coche

5. «Detenido, ¡y una mierda!»

6. «¿Ahora? ¿En plena noche?»

7. ...y del primer golpe lo mató

8. ..a ese peculiar inspector Yeruldelgger

9. «...por si la investigación lo requiere»

10. Sabía que ellas estaban pensando en el mismo monstruo

11. También sabía exactamente qué hacer...

12. «¡Vete a comer con el demonio!»

13. ...en un sueño profundo, atravesado sobre la cama

14. «...no consiguen dar con él»

15. «¡Ya estoy en camino!»

16. ...que al menos a uno de los dos le gustaran los raviolis de cordero cebado

17. «Muy convincente. Sobre todo tú...»

18. ...en un episodio de «House»

19. «¡Yo me ocupo de ella!»

20. «¡...lo meto en la cárcel de por vida!»

21. «¿...cómo va Oyun con su investigación?»

22. «Pero yo prefiero con mucho el tuyo...»

23. Las puertas ahogaron la respuesta de la joven

24. ...una capucha negra en la cabeza

25. «...ve a verlo a comisaría»

26. «...en el tráfico caótico de la ciudad»

27. «Vas a tener que acostumbrarte...»

28. ...ni tampoco por el choque en cadenaque acababa de provocar

29. «Por lo que yo sé, él ya te lo ha dado a entender»

30. «Tenía miedo de que no me llamara»

31. «Bueno, cuéntame, entonces, hermana menor...»

32. «El jueves próximo, ¡ya verás!»

33. ...dispuesta ya a sucumbir de nuevo

34. ...ya había tomado partido por el truhán de poca monta

35. «...el primer nombre que suelte será el tuyo. ¿Entendido?»

36. ...por aquella ciudad agonizante

37. «¡Oh, mierda!», murmuró el poli. «¡Esto no!»

38. ...abandonó la escena del crimen aullando

39. «¿...porque éste tiene cojones?», sugirió Zarza

40. «Así que un chino...»

41. ...y llamó a un número de Siberia...

42. «...después de que muriera nuestro hijo»

43. ...pensó él, levantando prudentemente los brazos

44. Como diez años atrás

45. «¡Qué cabrón!»

46. ...sin la menor detonación...

47. «El negro le sienta mucho mejor...»

48. ...y el corazón aterrado

49. «¿Comisario Yeruldelgger?»

50. Pero un grito lo paralizó de nuevo

51. «...las cosas sólo dependen de ti»

52. «A mi casa...»

53. «Para oírla cuando me llama durante la noche»

54. Tiempo de sobra para pensar en todo aquello...

55. ...en el guanz de la anciana

56. ¡...hígado de caballo con pimienta y cebollas!

57. Pero se lo debía a Colette

58. ...una patata entera cocida al vapor

59. «¡...y no lo hayan encontrado!»

60. ...estaba sobre la mesita de noche

61. «Ah, ¡así que éste es el lado oscuro!»

62. ...entre el aire gélido de las dunas

63. ...para hacerles frente él también...

64. ...el reguero de sangre parecía negro

65. «A El Havre. En Francia»

66. «...los de los dos cazadores»

67. «...o muerta, eso depende de ti»

68. ...con lágrimas en los ojos y el corazón destrozado

69. El trampero y la bestia habían desaparecido

70. «...un puñado de pipas para él»

71. «Tengo que ir a ver a mi tío»

72. «De todos modos, ya deben de estar fuera de circulación»

73. «...tengo que ir a Mongolia»

74. «Haz lo que te ha dicho Zarza»

75. «¡Encontrar a Yeruldelgger, y rápido!»

76. Cuando llegara al noventa y nueve, buscaría el lugar adecuado

77. «Por supuesto. Tenemos un amigo en común...»

78. «La Batguerel del McDonald’s, ¿la recuerdas?»

79. «...si es que quieres encontrar a Erdenbat»

80. ...si es que Yeruldelgger consultaba su correo electrónico...

81. «Bueno, yo he buscado mejor que vosotros...»

82. «...entonces sólo me falta Erdenbat»

83. «¡...Oyun está a punto de hacer un disparate!»

84. ...poco a poco, la abandonaba

85. «...para salvarla»

86. Incontrolable, y de nuevo desaparecido

87. ...se quedara a su lado para tranquilizarla

88. Tanto por miedo como por piedad

89. «Yo no abandono a mi compañera»

90. «...en la ambulancia, que ya arrancaba»

91. «Quiero saber dónde está»

92. «Ahora falta saber quién caza a quién...»

93. ...y ahí estaba Erdenbat, de pie frente a él

94. No tenía más que esperar

95. «Un peligro de muerte»

96. ...su obstinación por sobrevivir

97. ...Erdenbat se le escapaba de nuevo

98. ...que le perforaba el oído

99. ...de un balazo en plena frente

100. Un Redford joven, claro

101

Glosario

Créditos

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A Françoise.

A todos aquellos
con quienes me he cruzado
y que han formado mi vida.

¡A mí!

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Algo se incubaba y se pudría silenciosamente allí,

en el interior, algo comenzaba a morir

«La destrucción de un corazón»,

STEFAN ZWEIG

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1
...y puso un dedo en el gatillo

Embutida en su parka con forro polar, la inspectora Oyun intentaba comprender aquel amontonamiento de cosas. Estaba agachada en la nieve, que crujía bajo su peso, y se había inclinado para verlo mejor. El frío le cortaba los ojos y el aire helado le arañaba las fosas nasales con cada respiración. Era como aspirar fragmentos de cristal. A su alrededor, un nuevo dzud, el invierno mongol más terrible y extremo, había vitrificado la estepa inmaculada. Por tercer año consecutivo, el «mal blanco» golpeaba el país. Eran inviernos polares muy largos, seguidos de veranos caniculares cortos. Tormentas de nieve que duraban días, en las que uno no veía ni su propia yurta y podía perderse y morir congelado, de pie, a un metro de ella. Luego, sobre el paisaje paralizado por el hielo, se

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