El poder del Keto ayuno

Dr. Joseph Mercola

Fragmento

EL PODER DEL KETOAYUNO

Introducción

Quizá decidiste abrir este libro porque tienes un problema de salud grave o, como 40% de la población, padeces obesidad. Si entras en cualquiera de estas dos categorías, este libro te dará una estrategia que te ayudará a alcanzar un peso saludable y por fin librarte de los antojos que sabotean tu capacidad para elegir alimentos saludables.

El peso que perderás con este programa será sobre todo grasa visceral, que es la peligrosa grasa que se acumula alrededor de los órganos y que se cree que causa disfunciones metabólicas, resistencia a la insulina e inflamación crónica. Perder esta grasa te ayudará a reducir la tensión arterial, mejorar tus patrones de colesterol hasta que lleguen a rangos saludables y disminuir tu riesgo de padecer cardiopatías y diabetes.

En la actualidad, la población estadounidense es víctima de una avalancha de enfermedades crónico-degenerativas, y la resistencia a la insulina en particular desempeña un papel central en las epidemias de obesidad, afecciones cardiacas, cáncer y diabetes, así como de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson.

Incluso los médicos y especialistas en salud más conservadores estiman que la mitad de la población estadounidense padece diabetes o prediabetes, pero si usáramos mediciones más sensatas, como una prueba de 70 gramos de glucosa por vía oral y mediciones de niveles de insulina durante cuatro horas, tendríamos que considerar que hasta 80% de la población estadounidense es resistente a la insulina.

La resistencia a la insulina siempre va acompañada de inflexibilidad metabólica, que es la incapacidad de quemar grasas como combustible principal. Esto se debe en parte a dos factores: la dependencia excesiva de los carbohidratos y alimentos procesados, y los horarios en los que comemos. En uno de mis populares libros previos, Contra el cáncer, examino estas cuestiones a detalle.

El problema de usar carbohidratos como fuente principal de combustible es que provocan que los niveles de azúcar en la sangre se eleven y luego se desplomen, lo que promueve los antojos de comida y dificulta que el cerebro se mantenga enfocado durante periodos prolongados de tiempo. Cuando tienes flexibilidad metabólica y eres capaz de quemar grasa como combustible, el cerebro obtiene una fuente confiable y constante de combustible, lo que te permite concentrarte durante largo rato. Además, ya no padecerás bruma cerebral, pues la mejoría en la claridad mental es uno de los beneficios más notables que mucha gente experimenta al adquirir flexibilidad metabólica.

La capacidad de adquirir dicha flexibilidad metabólica será uno de los elementos centrales para resolver la mayoría de tus problemas de salud. Una vez que seas capaz de empezar a quemar grasa como combustible, tu cuerpo generará menos estrés oxidativo, lo que, a su vez, disminuirá la inflamación crónica. Esto se debe a la producción de cetonas, que son moléculas antiinflamatorias muy potentes que disminuyen las cantidades de marcadores inflamatorios como la proteína C-reactiva y los niveles de glóbulos blancos. Esta disminución atenúa trastornos comunes como la artritis, el acné y los sarpullidos, además de mejorar de forma sustancial el microbioma intestinal y disminuir las probabilidades de que tengas que someterte a una de las cirugías más comunes en Estados Unidos: la colecistectomía (o extirpación de la vesícula biliar).

Una vez que empieces a quemar grasa como combustible, por lo regular sentirás que tienes más energía y resistencia, y ya no experimentarás aquellos terribles bajones. También dormirás mejor y tendrás periodos de sueño profundo más largos y frecuentes, lo que te permitirá estar más relajado y descansado al despertar.

Lo más importante es que este programa te permitirá deshacerte de la resistencia a la insulina, la cual, como ya discutimos, es uno de los principales factores que contribuye a las epidemias de problemas cardiacos, Alzheimer, cáncer y diabetes, que afectan a más de 80% de la población y causan cantidades inenarrables de dolor, sufrimiento y muertes prematuras.

Cetogénesis cíclica:
entrar y salir del ciclo de cetosis

Siempre he defendido que sólo recomiendo estrategias de salud que he investigado a profundidad y que he puesto en práctica yo mismo. Como muchas personas que descubren la cetosis nutricional, al principio creía que era el enfoque alimenticio ideal y que se debía implementar de forma continua. No obstante, el cuerpo me enseñó que a mí eso no me funciona, y he llegado a creer que también es el caso de la mayoría de la gente.

La cetosis nutricional continua es una intervención breve que se usa durante unas cuantas semanas o algunos meses (e incluso hasta más en el caso de personas con problemas metabólicos graves u obesidad). Basta con hacer una dieta cetogénica continua hasta que el cuerpo aprenda a quemar grasas como combustible y comience a producir cetonas. Una vez que produzcas cantidades significativas de cetonas (más de 0.5 mmol/l en sangre), habrás recuperado la flexibilidad metabólica y deberás empezar a incorporar al ciclo mayores cantidades de carbohidratos y proteínas.

Si después de haber alcanzado la flexibilidad metabólica necesaria sigues llevando una dieta baja en carbohidratos, con niveles adecuados de proteínas y grasas de alta calidad, te enfrentarás a varios posibles problemas de salud. Uno de los principales es que privarás al microbioma intestinal de la fibra indisoluble proveniente de los carbohidratos de frutas y verduras que es indispensable para su alimentación y que debe ser parte de cualquier dieta regular.

No cometas el mismo error que cometimos yo y muchos otros al implementar la cetosis nutricional. La mayoría de las personas no debemos mantener un régimen cetogénico de forma continua, sino sólo de forma intermitente. Una vez que tengas flexibilidad metabólica y seas capaz de producir cetonas, lo ideal es sólo hacer dieta cetogénica unas cuantas veces a la semana para mantener la flexibilidad metabólica. No obstante, si vuelves de forma constante a tu anterior dieta alta en carbohidratos y en proteínas, con el tiempo perderás la flexibilidad metabólica y volverás al punto de partida.

Los horarios de comida

Además de ajustar con cuidado la composición de los macronutrientes que consumes para alcanzar el estado de cetosis nutricional, una estrategia que es igual de importante es establecer horarios de comida. Lo ideal es ir comprimiendo poco a poco el periodo de tiempo en el que comes para que no sea de más de seis a ocho horas al día. Esta práctica se conoce como ayuno intermitente u horarios restringidos de alimentación.

La mayoría de la gente come y come durante todo el día, desde que se despierta hasta justo antes de irse a dormir. Muchas personas llevan años o hasta décadas así, pero esto va en contra de nuestra programación genética y bioquímica, y nos priva de los maravillosos beneficios que aporta la alimentación

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