El Señor Presidente (Edición conmemorativa de la RAE y la ASALE)

Miguel Ángel Asturias

Fragmento

La Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española rinden homenaje a Miguel Ángel Asturias con la publicación de una de sus más célebres novelas, El Señor Presidente. La incorporamos a nuestra colección de ediciones conmemorativas formada hasta hoy por Don Quijote de la Mancha (2004), Cien años de soledad (2007), La región más transparente (2008), Antología general, de Pablo Neruda (2010), Gabriela Mistral en verso y prosa (2010), La ciudad y los perros (2012), Rubén Darío. Del símbolo a la realidad (2016), La colmena (2016), Borges esencial (2017), Yo el Supremo (2017) y Rayuela (2019).

Miguel Ángel Asturias recibió el premio Nobel de Literatura en el año 1967 y tanto Guatemala, su patria, como todo el mundo de habla española celebraron el galardón como un reconocimiento a su obra y a toda la literatura latinoamericana.

Asturias es reconocido como uno de los autores más brillantes de la literatura universal y precursor del llamado boom hispanoamericano. El Señor Presidente es la más célebre de sus novelas y uno de los máximos exponentes del subgénero denominado «novela de dictador» reconocido por toda la crítica literaria como característicamente americano. Este subgénero está tan estrechamente relacionado con la tradición literaria latinoamericana que algunos críticos y comentaristas han querido ver sus antecedentes primeros en las crónicas de Bernal Díaz del Castillo o de Francisco López de Gómara. Pero es más razonable situar sus primeras manifestaciones en la literatura relacionada con los caudillos que toman el poder después de las independencias. A esta categoría pertenece Facundo de Domingo Faustino Sarmiento, publicado en 1845, y Amalia de José Mármol, de 1851. Ambas obras critican el estado policial organizado por el presidente Juan Manuel de Rosas (aunque la de Sarmiento de forma indirecta, porque su protagonista es Facundo Quiroga, un caudillo provincial con ideas políticas semejantes a las del dictador que gobernó Argentina desde 1829 hasta 1852). Pero, dado que Facundo no es propiamente una novela, la condición de fundadora del subgénero se ha atribuido a Amalia.

La habitualidad de los gobiernos dictatoriales en Latinoamérica, desde principios del siglo XIX hasta hoy mismo, ha ofrecido un argumento novelístico de primer orden a los escritores y, al tiempo, una oportunidad para la protesta y la acción política a través de una literatura comprometida con la crítica al autoritarismo y exigente con su sustitución por sistemas democráticos estables. Los autores más reconocidos han podido, incluso, planificar seriales o colecciones de «novelas de dictador». En 1967, en una reunión en la que participó un grupo importante de los mejores escritores latinoamericanos del momento, se acordó un proyecto literario que denominaron «Los padres de la patria». Proponía la edición de biografías de dictadores de América Latina. Carlos Fuentes escribiría sobre el mexicano Antonio López de Santa Anna, Vargas Llosa lo haría sobre el general peruano Manuel A. Odría, Alejo Carpentier sobre el cubano Gerardo Machado, Jorge Edwards sobre el presidente chileno José Manuel Balmaceda, José Donoso sobre el boliviano Mariano Melgarejo, Julio Cortázar sobre el argentino Juan Domingo Perón, Augusto Monterroso sobre el nicaragüense Anastasio Somoza, y Augusto Roa Bastos sobre el paraguayo doctor Francia. El plan no se realizó completo, pero, impulsadas por este pacto o por iniciativas propias de sus autores, empezarían a publicarse en seguida diversas «novelas de dictador». El recurso del método (1974), de Alejo Carpentier; Yo el Supremo (1974), de Augusto Roa Bastos; El otoño del patriarca (1975), de Gabriel García Márquez; La novela de Perón (1985), de Tomás Eloy Martínez; El general en su laberinto (1989), de Gabriel García Márquez, y La Fiesta del Chivo (2000), de Mario Vargas Llosa, son los exponentes principales de esta corriente literaria.

Por lo que concierne a Asturias, antecesor de todo este movimiento, su interés por el problema del caudillismo se reflejó, por primera vez, en un cuento, escrito en 1923, titulado «Los mendigos políticos». Contó repetidamente en escritos y entrevistas que lo había escrito conmovido por la deplorable respuesta de las autoridades políticas a la catástrofe provocada por el gran terremoto que arrasó Guatemala el 25 de diciembre de 1917, cuando él tenía dieciocho años. Reelaboró su escrito en París a partir de 1924 y lo transformó en una brillante novela. Es segura también la influencia de las conversaciones a las que asistía en Montparnasse, en las que participaban escritores venezolanos, guatemaltecos, mexicanos y otros de diferentes nacionalidades latinoamericanas, que frecuentemente versaban sobre las acciones y desmanes de sus respectivos dictadores, y que a él le llevaban a evocar la dictadura impuesta en Guatemala por Estrada Cabrera (que duró desde 1898 a 1920). Las influencias de los movimientos literarios con los que se relacionó en París también determinaron cambios en la organización de la historia y el lenguaje de la obra.

En el año 1933 Asturias regresó a Guatemala; la novela estaba completamente terminada. Un nuevo dictador estaba entonces en el poder, Jorge Ubico, a quien el escritor imputó una cerrada oposición a la publicación de El Señor Presidente. La edición tendría que esperar trece años. En ningún momento de la novela se pone nombre al señor presidente, que tiene trazas de Estrada Cabrera y maneras, en algunos lances, que pudieran ser de Ubico. Pero no quiso Asturias establecer ninguna biografía sino escribir una obra con proyección universal que narrase los efectos de las dictaduras sobre las sociedades sometidas.

En 1946, financiada por el propio autor y su familia, la editorial Costa-Amic de México publicó la primera edición. Enseguida consiguió una favorable acogida por parte de la crítica, que destacó las cualidades latinoamericanas del libro.

Esta nueva edición, más de setenta años después de aquella, va acompañada de un conjunto de estudios monográficos y breves ensayos. Abre la serie una semblanza, ya clásica, de Asturias escrita por Arturo Uslar Pietri, y un repaso por el aspecto sociopolítico de nuestro premio Nobel, Mario Vargas Llosa; Darío Villanueva, de la Española, resalta la «singular mixtura de elementos realistas y míticos» en la obra de Asturias, y el premio Cervantes y miembro de la Academia Nicaragüense de la Lengua, Sergio Ramírez, nos alumbra con esclarecedoras notas sobre las dictaduras americanas. La clave universalista de la obra se expone en el trabajo del escritor y académico de la Española Luis Mateo Díez. La contextualización de Miguel Ángel Asturias y su obra dentro del llamado boom latinoamericano corre a cargo del crítico y gran especialista en Asturias Gerald Martin. Todos ellos alumbran la lectura del texto.

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos