Toda la verdad

David Baldacci

Fragmento

 

Título original: The Whole Truth

Traducción: Eduardo Iriarte Goñi

1.ª edición: junio 2010

© David Baldacci, 2008

© Ediciones B, S. A., 2010

Consell de Cent 425-427 - 08009 Barcelona (España)

www.edicionesb.com

Depósito Legal:  B.10393-2012

ISBN EPUB:  978-84-9019-057-9

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

 

 

 

 

¿Por qué perder el tiempo en descubrir la verdad cuando la puedes crear con tanta facilidad?

 

La persona arriba citada prefirió permanecer en el anonimato, ya que no estaba autorizada a hablar públicamente sobre asuntos relativos a la verdad.

 

 

Contenido

Portadilla

Créditos

Cita

 

Prólogo

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Nota del autor

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Prólogo

 

—Dick, necesito una guerra.

—Bueno, como siempre, ha venido al sitio adecuado, señor Creel.

—No será un conflicto típico.

—Nunca espero nada típico de usted.

—Pero tienes que venderlo. Tienes que hacerles creer, Dick.

—Puedo hacerles creer cualquier cosa.

 

1

 

Exactamente a las cero horas HU, o medianoche Hora Universal, la imagen del hombre torturado irrumpió en la página web más famosa del mundo.

Las primeras cuatro palabras que pronunció las recordarían siempre todos aquellos que las oyeron.

«Estoy muerto. Fui asesinado.»

Hablaba ruso en la pantalla pero en la parte inferior su trágica historia se narraba prácticamente en cualquier idioma que uno quisiera con sólo apretar una tecla. La policía secreta de la Federación Rusa le había arrancado a golpes, tanto a él como a su familia, «confesiones» de traición. Se las había arreglado para escapar y grabar el tosco vídeo.

La persona que sostenía la cámara, fuera quien fuese, también estaba muerta de miedo, borracha o las dos cosas, porque la película granulada vibraba y se estremecía cada pocos segundos.

El hombre decía que si el vídeo salía a la luz, supondría que los matones del gobierno habían vuelto a capturarlo y ya estaba muerto. &#

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