Magic Family y los cupcakes embrujados (Magic Family 1)

Sophie Kinsella

Fragmento

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¡Hola! Me llamo Ella Brook y vivo en una ciudad llamada Cherrywood. Tengo los ojos azules y el pelo castaño oscuro. Mis mejores amigos del colegio son Tom y Lenka, y mi peor enemiga es Zoe. Vive en la casa de al lado y siempre digo que es mi peor amiga. Tiene cara de mala hasta cuando sonríe. Luego los conocerás a todos.

Y esta mamá. Parece normal, como cualquier otra mamá..., pero no lo es porque puede convertirse en hada. Solo tiene que cerrar los ojos con fuerza, decir nube y..., ¡PUF!, se convierte en mamá hada. Luego, si dice manzana de caramelo, vuelve a transformarse en mamá.

Me encanta cuando se convierte en mamá hada, porque le brillan las alas como si estuviesen hechas de miles de arcoíris pequeñitos. También lleva una corona de plata que resplandece como la luz de las estrellas. Puede volar por los aires y volverse invisible y hacer magia de verdad.

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Además, se acaba de comprar una varita nueva y es superguay. Se llama Computavarita V5. Tiene poderes mágicos y una pantalla y, además, un botón de magia extrarrápida.

Hoy en día, la mayoría de las hadas tienen computavaritas. También tienen apps, correo hadatrónico e incluso juegos de hadas. A veces, si me porto bien, mamá me deja ver las apps y los juegos, pero siempre siempre apaga antes la función mágica.

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Mi tía Jo y la abuela parecen normales, igual que mamá, pero ellas también se convierten en hadas.

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La tía Jo tiene una Computavarita V5 igual que la de mamá. Usa rapidísimo la pantalla y se sabe de memoria todos los códigos de los hechizos. A la tía Jo se le da muy bien la magia. Ganó el premio al Mejor Hechizo en los Premios Hada.

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La abuela no quiere una computavarita porque no le gustan las cosas que hacen «bip». Sigue usando una varita mágica de las de toda la vida, con una estrella en la punta. Dice que hasta ahora nunca le ha fallado y que con ella ganó el premio al Mejor Hechizo en los Premios Hada tres veces seguidas, además de muchos otros premios de hadas.

Mamá no ha ganado ningún premio de hadas.

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Cuando no hace de hada, mamá es la jefa en una oficina. Eso significa que le dice a la gente lo que tiene que hacer. Eso a mamá se le da muy bien. También es muy buena contando cuentos antes de ir a dormir y cantando canciones en el coche. Es la mejor mamá del mundo.

Pero la magia no se le da muy bien. Dentro de poco entenderás por qué lo digo.

Todas las chicas de mi familia se convierten en hadas cuando se hacen mayores, así que algún día yo también seré una. Tendré unas alas brillantes y mi propia computavarita. ¡Qué ganas tengo! Mamá me llama su «hada en potencia».

Todavía no tengo permiso para empezar con las clases de magia, pero estoy intentando aprender de todos modos. Cada semana, mamá recibe clases de magia. Su hada tutora es Fenella; habla con ella a través de HadaTube. Yo veo las clases con ella y me esfuerzo al máximo para aprenderme los códigos de todos los hechizos. Mamá también se esfuerza mucho. Estoy segura de que un día mejorará.

Cuando mamá no es un hada, su computavarita tiene el mismo aspecto que un teléfono móvil normal. Eso está muy bien, porque el que mamá sea un hada es un gran secreto. ¡Nadie debe descubrirlo jamás! No se lo puedo contar a nadie, ni siquiera a mis amigos.

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Ollie es mi hermano pequeño. Solo tiene un año y no puede convertirse en hada. Todo el mundo dice que se parece a mí, pero no es verdad, porque él es un bebé y yo no. Ni siquiera sabe hablar como es debido. Su palabra preferida es «gugu-gugu».

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Y este es papá. Tampoco puede convertirse en hada y no sabe hacer magia. Pero dice que, en cambio, sabe aparcar el coche.

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