El libro del cáncer de mama

Gerardo Castorena

Fragmento

El libro del cáncer de mama

Nunca se me va a olvidar la historia de dos buenas amigas: Carmen y Marcela. Un día, las dos amigas vinieron juntas a mi consulta. Carmen vino, en realidad, acompañando a Marcela. Marcela estaba muy nerviosa porque en su familia había muchos antecedentes de cáncer. Por tal motivo, le pidió a Carmen que la acompañara al oncólogo especialista en enfermedades mamarias (también llamado mastólogo). El miedo de Marcela era recibir alguna mala noticia respecto a sus estudios. Sin embargo, resultó que Marcela estaba perfecta, pero los estudios de Carmen arrojaron resultados que me llamaron la atención y decidí investigar más. Sí, efectivamente, se trataba de cáncer. Ante ello, la sorpresa de Carmen fue tan grande que me miró fijamente y dijo: "¿Por qué?, si en mi familia no hay cáncer".

El caso de Carmen es muy común, debido a que no es necesario que los familiares hayan padecido cáncer para ser más propensos a esta enfermedad. Hoy en día nos enteramos de muchos casos de cáncer a nuestro alrededor. ¿A qué se debe? ¿Por qué hace 50 años los casos eran raros? Por lo menos en la gente cercana. ¡Ahora es tan común!

Seguramente te has preguntado varias veces: ¿por qué hay tanto cáncer?, ¿de dónde viene?, ¿qué lo provoca?, ¿me va a dar a mí? Todas estas dudas están en la mente de muchas personas, y las respuestas no son del todo claras. En plena era de la información, parece existir mayor confusión que nunca. Hoy nos desenvolvemos socialmente como grandes expertos en múltiples temas de los cuales, honestamente, no tenemos ni idea. Un pequeño párrafo leído o escuchado en algún medio de difusión parece que nos convierte en personas "expertas" y nos da permiso social para difundir información que probablemente no sea cierta. Esto genera confusión y caos. En la actualidad ya no sabemos qué información es correcta, qué creer y, sobre todo, cómo defendernos. Aclaremos, pues, algunos conceptos que te permitirán entender mucho mejor lo que es esta enfermedad.

GENÉTICA, ESTILOS DE VIDA Y CÁNCER

Para que alguien enferme de cáncer es indispensable que se conjunte una serie de factores, los cuales se agrupan en dos grandes categorías: genéticos y ambientales.

¿Cómo funcionan los factores genéticos? Todos nacemos con genes heredados de nuestros padres: mitad de mamá y mitad de papá. Estos genes tienen información de cómo somos —color de piel, pelo, ojos, estatura, etcétera— y de cómo vamos a crecer y funcionar a lo largo de nuestra vida. Resulta que también hay padecimientos que se pueden heredar a través de los genes, como algunos tipos de enfermedad cardiaca, diabetes, artritis, cáncer, entre otros.

Sin embargo, también hay patologías que no tienen absolutamente nada que ver con los genes. Pero, como en todo, hasta en esto hay grises, pues hay genes que nos vuelven susceptibles a ciertas enfermedades. Eso quiere decir que éstas requieren la interacción con el medio ambiente para desarrollarse. Estos casos se llaman "familiares" y se presentan cuando no necesariamente hay un gen defectuoso heredado, pero sí un gen susceptible que, al agregarle el estilo de vida particular compartido por varios miembros de una familia, hace que se desarrolle la enfermedad.

¿De qué estoy hablando? Por ejemplo, si soy genéticamente susceptible a desarrollar diabetes y en mi familia hay muchos diabéticos, pero conservo un peso adecuado y mi alimentación es correcta, no desarrollaré ese padecimiento.

EL EFECTO ANGELINA JOLIE

Por lo que toca al cáncer, hay genes que se heredan con alteraciones y que, científicamente, se llaman mutaciones. Esos genes mutados harán que desarrollemos cáncer de forma casi segura en algún momento de nuestra vida. En México, el porcentaje de cáncer que corresponde a genes mutados heredados es muy pequeño: entre 5 y 10%.

Para ser más específico, voy a recordar el caso de la actriz Angelina Jolie. Ella nació con dos genes mutados heredados, los llamados BRCA1 y BRCA2. BRCA es un acrónimo de BReast CAncer, que en inglés significa "cáncer de mama".

Esos genes mutados indican que ella tenía una probabilidad cercana a 96% de desarrollar cáncer de mama. Por esta razón, decidió quitarse los senos por medio de una operación llamada mastectomía bilateral. Con esa intervención logró disminuir, mas no eliminar, la probabilidad de padecer la enfermedad.

En mi opinión, y dadas las circunstancias específicas de Angelina, ésa fue una decisión muy acertada. Sin embargo, la información incompleta y sensacionalista ocasionó un fenómeno mundial llamado "el efecto Angelina Jolie". Tal fue su impacto que los genes mutados BRCA1 y BRCA2 fueron denominados, en diversos medios de comunicación de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica, como "genes Angelina Jolie". Todo esto desencadenó a nivel mundial una solicitud increíblemente alta de mastectomías "preventivas".

Aquí la pregunta sería: ¿actuaron bien esas mujeres quienes, más bien, estaban contagiadas por el miedo y la paranoia de padecer cáncer de mama? Al respecto puedo decir que estas solicitudes para realizarse la mastectomía bilateral no tuvieron fundamento ya que, si no existe mutación en los genes mencionados, la probabilidad de desarrollar cáncer genéticamente heredado es muy baja, casi nula. Además, ese tipo de operaciones REDUCE el riesgo de padecer la enfermedad (hasta 90%) mas no lo ELIMINA.

¿Cómo es posible esto? Todos tenemos unos genes llamados protooncogenes, los cuales, cuando se activan, generan cáncer, y cuya susceptibilidad varía de una persona a otra. El consuelo es que también tenemos genes capaces de detener la expresión de los protooncogenes: los llamados genes supresores, que nos protegen del cáncer. ¿Cómo se traduce esto? Genéticamente, nuestros cuerpos están en constante lucha para equilibrar los factores agresores y los mecanismos de defensa. Más de una vez he escuchado a fumadores justificar su hábito diciendo que hay gente que fuma toda su vida y nunca desarrolla cáncer de pulmón. ¿Esto es cierto? Pues sí, sí lo es, pero son casos muy raros, de personas con genes muy fuertes y poco susceptibles a desarrollar cáncer. Insisto, ¡son situaciones muy extrañas!

En general, es muy sencillo explicar las cosas cuando se trata de causa y efecto. Es decir, si hacemos algo dañino para nuestros genes, la labor de defensa de nuestro organismo se volverá muy complicada. En este caso, dañino significa consumir alimentos procesados (químicos), fumar, tomar alcohol en exceso, exponernos a tóxicos ambientales, llevar una vida sedentaria, tener sobrepeso, consumir hormonas y sustancias artificiales, etcétera. De esta manera, con el tiempo el organismo no podrá más y generará un cáncer.

La gran mayoría de los casos de cáncer que vemos en México corresponde a este apartado, lo cual significa que nuestra forma de vida está provocando la enfermedad y que podemos poner en práctica muchas estrategias exitosas antes de que eso suceda.

LOS DOS PIES EN EL CAMINO FÁCIL

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