Un nuevo mensaje

Mikel Lizarralde

Fragmento

PRÓLOGO

DURANTE SIGLOS LA HUMANIDAD HA RECIBIDO mensajes del mundo espiritual a través de personas con talentos especiales. El oráculo de Delfos, las pitonisas, los videntes, los psíquicos, los médiums… todos ellos canales de un mundo mágico e invisible para los humanos normales, pero absolutamente reales y tangibles para esos seres humanos dotados de unas capacidades, aún no explicadas por la ciencia, que les permiten sentir unas realidades no perceptibles para nuestros cinco sentidos.

No son muchos. Seguramente son más los que fingen serlo. Esos que con astucia engañan y esquilman a los creyentes de buena voluntad que se acercan a ellos para obtener un consejo o consuelo del mundo espiritual. Es por esto tan importante encontrar a alguien honesto, comprometido con su tarea de servicio, consciente de la enorme responsabilidad que entraña el ser mensajero del más allá, del Otro Lado, como lo es Mikel Lizarralde.

A Mikel le ocurrió lo que con frecuencia les ha sucedido a médiums famosos que se hacen conscientes de su don cuando son niños o en la adolescencia, y que casi a regañadientes tienen que aceptarlo, pero para ello deben pasar a través de un mar de dudas sobre lo que les acontece en su mundo interior: visiones, sensaciones, sonidos, voces y mensajes que ignoran de dónde provienen y que pronto los llevan a comprender que eso que les ocurre no les sucede a los otros niños o adolescentes de su edad. Se dan cuenta de que dichas percepciones contienen siempre un mensaje, una señal inequívoca de un acontecimiento que pasó o va a pasar, y que ellos nada pueden hacer para impedir: ni el acontecimiento ni las señales. Algo difícil de comprender para un niño.

En este libro Mikel narra con sencillez cómo se dio cuenta de que era médium y a la vez un psíquico; las dificultades que enfrentó para aceptarlo y las hermosas bendiciones que luego le dio la vida para ayudarlo a volver ese don una forma de servicio que les ha llevado consuelo y esperanza a miles de personas. Nos permite comprender las dificultades de su labor y la honestidad y dedicación con las que la realiza. Al leerlo entendemos cómo funciona la psique de un vidente, lo cual es en sí mismo fascinante y misterioso. Y, ¿por qué no?, tal vez esta comprensión le ayude a algún lector a aceptar su propio don y a darse cuenta de que estos talentos no son síntomas de locura, sino una habilidad sagrada que se puede ocultar o cultivar, usar para el propio usufructo o para el servicio.

Mikel nos comparte que ya existen escuelas para cultivar esos dones, algo que espero pronto se generalice para que lo que hace Mikel no sea considerado como algo extraño, sino que miles de personas como él puedan ayudar a la humanidad a resolver dilemas y tomar mejores decisiones o sanar vínculos con alguien fallecido a través de estos seres humanos especiales, amorosos y sensibles que al recibir un entrenamiento pueden hacer de su talento paranormal una profesión que sea considerada normal.

Este libro está lleno de espontaneidad, sencillez y claridad. Los invito a leerlo, a disfrutarlo y a aprender a leer las señales que a todos nos llegan del mundo espiritual; seguramente en menor medida que a Mikel, pero nos llegan.

Elsa Lucía Arango

Médica y autora de los best sellers
Experiencias con el cielo y Mundos invisibles
(Grijalbo)

NOTA AL LECTOR

ANTE TODO, GRACIAS. GRACIAS POR ESCOGER este libro y gracias por tomarse el tiempo de leerlo.

Más que ninguna otra cosa, este libro es un salto al vacío. Un salto al vacío sin paracaídas y sin miedo. Es una mirada al interior de mi vida y a lo más profundo de mi corazón.

Por primera vez, y sin tapujos, abro mi corazón de par en par y cuento las cosas tal cual sucedieron. Al menos tal cual yo las recuerdo. Algunas de las situaciones que aparecen en este libro nunca han sido contadas, ni siquiera a las personas más allegadas de mi entorno. Reconozco que, en parte, también me ha servido de reflexión interna y de terapia.

Todo lo que leerás a continuación ha ocurrido. He procurado contar los hechos de la manera más fiel y objetiva posible, intentando, eso sí, no perder la frescura de quien lo cuenta de primera mano. Debido a la edad a la que viví algunos acontecimientos y al paso del tiempo, puede que encuentres ciertas cosas que cronológicamente no sean del todo exactas. Es posible que haya confundido alguna ubicación o cambiado de lugar a alguno de los personajes. Si es así, pido disculpas. Para terminar, los nombres y algunos datos de los protagonistas se han modificado para preservar su intimidad.

Este libro tiene la única pretensión de poder ayudar y de dar a conocer lo que es la mediumnidad auténtica. Si por el camino consigo derribar algunos estigmas relacionados con el género, quitar del paso miedos y creencias erróneas, o si puedo entretener al lector, mi misión estará más que conseguida. Lo único que he querido con este libro es exponer mi historia y mis vivencias personales y compartir mi vida con aquel que desee conocerla.

Lo que narro en este libro refleja la manera como a mí me ha ocurrido, y así es como yo lo he vivenciado; no significa que esta sea la única forma de hacer mediumnidad, ni la más correcta. La mediumnidad no es una ciencia exacta en la que utilizamos una fórmula x=y+z para que todo se rija y se mida por el mismo rasero. La mediumnidad es un maravilloso don que nos ayuda a conectar con aquellos que ya no están entre nosotros. Los médiums son aquellos que son capaces de conectar con un alma ya desencarnada, ofreciendo evidencias de quiénes son en realidad y facilitando mensajes sumamente sanadores, Digamos que se trata de un intermediario entre los que viven y los que han fallecido. Cada persona es diferente.

Cada persona conecta y entiende la mediumnidad de manera única y especial. En mi caso, veo imágenes, palabras o escenas. Soy capaz de describir aspectos físicos de la persona fallecida, a la vez que siento en mi cuerpo las emociones y sensaciones que sintió el espíritu antes de morir, y también lo que desea transmitir; ahora nuestro objetivo debe ser siempre el de ayudar, ofreciendo siempre evidencias de aquello que estamos diciendo.

La mediumnidad es, para muchos, un camino de vida.

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