Introducción

Probablemente hayas tomado este libro preguntándote qué es exactamente esto de la Regla de oro y cómo puede ayudarte.
La Regla de oro o Regla 10X es el Santo Grial para quienes desean el éxito. Hablando en serio, si existe algo de eficacia completa, ¡es esto! La Regla 10X* establece los niveles correctos de acción y pensamiento que garantizan el éxito y aseguran que se seguirá operando a estos niveles durante toda tu carrera y toda la vida. También disolverá los temores, aumentará tu valor y fe en ti mismo, eliminará la tendencia a posponer, a experimentar inseguridad, y te proveerá con un sentido de propósito que revitalizará tu vida, tus sueños y metas.
La Regla 10X es el principio que las personas con mayores logros usan en las áreas más productivas de sus vidas. Sin importar cómo definas el éxito, este libro te mostrará cómo obtenerlo —independientemente de qué sueño se trate o en qué economía te encuentres. Lo primero es ajustar tu pensamiento a los niveles 10X y tus acciones a las cantidades 10X. Te enseñaré cómo pensamientos y acciones 10X te facilitarán la vida, la harán más divertida y te darán más tiempo. Después de pasar una vida estudiando el éxito, creo que la Regla 10X es uno de los ingredientes que todas las personas exitosas conocen y usan para crear las vidas que desean.
La Regla 10X te mostrará cómo definir las metas indicadas, estimar con precisión el esfuerzo necesario, discernir la manera de emprender los proyectos con la mentalidad correcta y, después, aprender a determinar exactamente cuántas acciones realizar. Sabrás por qué el éxito está garantizado cuando operas dentro de los parámetros de la Regla 10X, y finalmente entenderás por qué la mayoría de la gente nunca lo obtiene. Descubrirás por primera vez el error que la gente comete cuando establece metas que, al definirlas, destruyen cualquier posibilidad de convertirse en realidad. También precisarás el esfuerzo necesario para completar cualquier meta. Finalmente, te enseñaré a convertir en hábito y disciplina esto de operar a niveles 10X. Y confía en mí: una vez que lo hagas, el éxito no sólo estará garantizado: se mantendrá a sí mismo, produciendo más triunfos, siendo virtualmente imparable.
La Regla 10X es una disciplina, no una educación ni un don, un talento o buena suerte. No requiere de ningún rasgo específico de la personalidad; está disponible para cualquiera. La Regla 10X no te costará nada y te llevará a obtener todo lo deseado. Es la manera como los individuos y las organizaciones deben entender la creación y el logro de las metas. Te enseñaré a convertir la Regla 10X en una forma de vida y en la única para abordar los proyectos. Te permitirá destacar entre tus compañeros y en la industria en que trabajas. Hará que otros casi te consideren extraordinario por tus actos y tu compromiso con el éxito. Reconocerán tu nivel de modelo, no sólo en términos de logros profesionales, sino de vivir la vida al máximo.
La Regla 10X simplifica y desmitifica el fenómeno del éxito y lo que se requiere para ser exitoso. En lo personal, el mayor error que cometí fue no establecer objetivos suficientemente ambiciosos, tanto en aspectos personales como profesionales de mi vida. Se requiere la misma cantidad de energía para forjar un gran matrimonio que para uno regular, así como se requiere la misma cantidad de energía y esfuerzo para conseguir 10 000 000 de dólares que 10 000. ¿Suena descabellado? No lo es. Y te darás cuenta de ello cuando comiences a operar en niveles 10X. Tus metas cambiarán y tus acciones te llevarán a la altura de ti mismo y de lo que eres capaz de hacer. Comenzarás a actuar más y lograrás lo que te propongas, sin importar las condiciones y situaciones a enfrentar. La contribución más importante al éxito que he creado en mi propia vida llegó como resultado de operar con la Regla 10X.
Estos conceptos del establecimiento de metas, logro de objetivos y toma de acción no se enseñan en las escuelas, en las clases de administración, en el entrenamiento para el liderazgo o en las conferencias de fin de semana en el Four Seasons. No existe una fórmula —al menos una que pudiera encontrar en los libros— que determine la estimación correcta del esfuerzo. Habla con cualquier director general o dueño de un negocio y te dirá que los niveles de motivación, ética laboral y seguimiento son escasos en nuestros días.
Ya sea que tu meta sea mejorar las condiciones sociales del planeta o construir la empresa más rentable del mundo, requerirá pensamientos y acciones 10X para llegar ahí. No es un asunto de educación, talento, relaciones, personalidad, suerte, dinero, tecnología, industria, y ni siquiera se trata de estar en el lugar indicado en el momento correcto. En todos los casos en que alguien ha creado niveles masivos de éxito —sea filántropo, empresario, político, agente de cambio, atleta o productor de cine— te garantizo que él o ella operó con la Regla 10X durante su ascenso al éxito.
Otro componente necesario para el éxito es la habilidad de estimar la cantidad de esfuerzo necesaria para que — tú y tu equipo— alcancen una meta. Al emplear la cantidad exacta, garantizarás el logro de esos objetivos. Todos saben lo importante que es establecer metas; sin embargo, la mayoría de la gente fracasa porque subestima la cantidad de acción necesaria para lograr el objetivo. Establecer las metas correctas, estimar el esfuerzo indispensable y operar al nivel de acción requerido garantizarán el éxito; y eso nos permitirá romper con los clichés comerciales, con la competencia, la resistencia del cliente, los retos económicos, la aversión al riesgo e incluso con el temor al fracaso cuando se dan los pasos concretos para alcanzar tus sueños.
La Regla de oro o Regla10X te asegurará el éxito sin importar tu talento, educación, situación financiera, habilidades para la organización, administración de tu tiempo, industria en que te desenvuelves o la cantidad de suerte que tengas. ¡Usa este libro como si tu vida y tus sueños dependieran de él y operarás en nuevos niveles, a una altura que jamás pensaste posible!
* N. del E. En inglés el término 10X Rule se refiere a potencializar acciones e ideas de manera conjunta, en este libro utilizaremos Regla de oro y/o Regla 10X: significan lo mismo y así aparecerán en estas páginas, aunque al lector en español le queda más claro Regla de oro.
CAPÍTULO 1
¿Qué es la Regla 10X?

La Regla 10X te garantizará obtener lo que deseas en cantidades que nunca antes consideraste posibles. Puede funcionar en todas las áreas de la vida: espiritual, física, mental, emocional, familiar y financiera. La Regla 10X se basa en comprender cuánto esfuerzo y reflexión se requiere para hacer algo exitoso. Las posibilidades dicen que, si miras atrás en tu vida, verás que subestimaste groseramente tanto las acciones como el razonamiento necesario para completar cualquier empresa, al punto en que ahora, se considera exitosa. Aunque yo mismo he hecho las cosas bien en lo relativo a la primera parte de la Regla 10X —establecer el nivel de esfuerzo necesario para lograr un objetivo— fracasé en la segunda: ajustar mi pensamiento y atreverme a soñar a niveles inimaginables. Abordaré ambas facetas del asunto en detalle.
He estudiado el éxito durante tres décadas y encontré que, a pesar de lograr el acuerdo respecto al establecimiento de metas, disciplina, persistencia, concentración, manejo del tiempo, apalancamiento con buen personal y trabajo de red, nunca me quedó claro qué cosa específica en verdad hace la diferencia. Me han preguntado cientos de veces en seminarios y entrevistas cuál es la acción, calidad o mentalidad específica que asegurará a una persona alcanzar un éxito extraordinario. Esta pregunta me obliga a reflexionar para comprender si existe algo en mi propia vida que haga una diferencia: “¿Qué cosa específica creará la mayor transformación?” No tengo un gen que falte a otros y definitivamente no ha sido la suerte. No estaba relacionado con la gente “indicada” y no asistí a una escuela para los de sangre azul. ¿Qué me hizo exitoso?
Al repasar mi vida, veo que lo único consistente con el éxito logrado es que siempre realizo 10 veces más actividad que los demás. Por cada presentación de ventas, llamada o cita que otros hicieron, yo hacía 10. Cuando empecé a invertir en bienes raíces, veía diez veces más propiedades de las que podía comprar y luego hice ofertas para asegurarme de comprar lo que quería al precio deseado. Siempre he emprendido mis negocios con acciones masivas; tal ha sido el factor individual más importante al determinar cualquier éxito alcanzado. Yo era un completo desconocido cuando fundé mi primera empresa sin un plan de negocios. Tenía cero conocimientos y relaciones, y mi dinero era generado por nuevas ventas. Sin embargo, pude construir un negocio sólido y viable al valerme de niveles de actividad y operación muy superiores a los que otros consideraban razonable. Me hice de un nombre y literalmente cambié una industria.
Permíteme ser claro en este sentido: no pienso haber creado niveles extraordinarios de éxito, ni pienso que utilicé todo mi potencial. Estoy al tanto de muchas otras personas más exitosas que yo, al menos financieramente. Aunque no soy Warren Buffett, Steve Jobs o uno de los fundadores de Facebook o Google, he creado desde cero varias empresas que me permitieron tener un estilo de vida agradable. La razón por la que no logré crear niveles extraordinarios de éxito financiero es que violé la segunda parte de la Regla 10X: el pensamiento 10X. Eso sería lo único lamentable: fallar al abordar mi vida con la mentalidad correcta. Me hubiera puesto objetivos diez veces mayores a lo soñado desde el principio. Pero, al igual que tú, trabajo en eso ahora y me quedan algunos años para corregirlo.
Menciono la noción de crear “niveles extraordinarios” de éxito una y otra vez a lo largo de este libro. Lo extraordinario, por definición, significa cualquier cosa fuera del dominio de lo que la gente normal hace y logra. Y por supuesto, la definición dependería de con quién o con qué clase de éxito te comparas. Antes de decir: “No necesito niveles extraordinarios de éxito” o “el éxito no lo es todo” o “sólo quiero ser feliz” o cualquier otra cosa que murmures para tus adentros en este momento, entiende algo: para llegar al siguiente nivel de lo que sea que hagas, debes pensar y actuar muy distinto. No llegarás a la siguiente fase de un proyecto sin una mentalidad más ambiciosa, sin más aceleración y potencia extra. Tus pensamientos y acciones son responsables del lugar que ocupas en este momento. ¡Así que sería razonable sospechar de ambos!
Digamos que tienes un empleo pero no ahorros y deseas ganar otros mil dólares al mes; o tienes unos 20 000 dólares en el banco y quieres ahorrar un millón; o si tu empresa gana un millón al año y quieres que llegue a 100 millones. Quizá debas encontrar empleo, perder 20 kilos o encontrar a la pareja indicada. Aunque estos escenarios cubren diversos aspectos de tu vida, tienen un denominador común: la persona que los desea aún no los tiene. Cada una de estas metas es valiosa y requiere de una manera distinta de conceptualizarla y actuar para que sea asequible. Todas pueden definirse como extraordinarias si exceden lo que consideras ordinario. En tanto que pueden no ser “excepcionales” en comparación con lo que buscan otros, la meta que estableces debe siempre conducirte a un sitio o condición mejor, moverte en dirección a un objetivo que todavía no logras.
Otros pueden tener una opinión sobre tu éxito, pero sólo tú decides si es extraordinario. Sólo tú conoces tu verdadero potencial y si lo aprovechas; nadie más puede juzgar tu éxito. Recuerda: el éxito es el grado o medida en obtener algún objeto o fin deseado. Una vez que se consigue, el asunto cambia y gira alrededor de la idea de mantener, multiplicar y repetir tus acciones con tal de sostener ese resultado. Aunque el éxito describe una hazaña lograda, la gente no suele estudiarlo en términos de algo consumado. Se acercan al concepto pensando en algo que pretenden hacer. Una cuestión interesante sobre el éxito es que se parece a una bocanada de aire; aunque tu inhalación más reciente es importante, ni con mucho es tan importante como la siguiente.
No importa cuánto hayas logrado ya, desearás seguir teniendo logros. Si ya no intentas tener éxito, es como tratar de vivir la vida con la última inhalación realizada. Las cosas cambian; nada permanece como estaba; para que las cosas se mantengan, requieren atención y acción. Después de todo, un matrimonio no puede mantenerse con el amor sentido el día de la boda.
Pero la gente que es muy exitosa —tanto en la vida profesional como en la personal— sigue trabajando, produciendo y creando incluso después de florecer. El mundo observa a esta gente con sorpresa y confusión, formulándoles preguntas como: “¿Por qué sigues esforzándote?” La respuesta es simple: la gente muy exitosa sabe que sus esfuerzos deben continuar para alcanzar nuevos logros. Una vez que se abandona la cacería de un objeto o meta deseados, el ciclo del éxito llega a su fin.
Recientemente, alguien me comentó: “Queda claro que ya tienes dinero suficiente para vivir cómodamente; ¿por qué sigues esforzándote? Porque estoy obsesionado por la siguiente bocanada. Soy obsesivo en lo relativo a dejar un legado y una huella positiva en el planeta. Soy muy infeliz cuando no logro nada y muy feliz cuando persigo mi potencial entero y todas mis habilidades. Mi desilusión o insatisfacción con el lugar que ocupo en este momento no sugiere que algo esté mal en mí, sino que algo está bien en mí. Creo que es mi obligación ética crear éxito para mí, mi familia, mi empresa y mi futuro. Nadie puede convencerme de que hay algo malo con mi deseo de lograr nuevos niveles de éxito. ¿Debo contentarme con el amor que sentía ayer por mis hijos y mi esposa o debo continuar creando amor y derramándolo en mayores cantidades hoy y mañana?
La realidad es que la mayoría de la gente no tiene eso que define como éxito; muchos quieren “algo más” en al menos un aspecto de sus vidas. Por supuesto, son las personas que leerán este libro: los insatisfechos que ansían algo más. Y realmente, ¿quién no desea más y mejores relaciones, más tiempo de calidad con los seres amados, más experiencias importantes, un mejor nivel de aptitud física y salud general, mayor energía, más conocimiento espiritual y la capacidad de contribuir al bien de la sociedad? El denominador común de todo esto es el deseo de mejorar y se trata de cualidades que muchas personas utilizan para medir el éxito.
Sin importar lo que quieras hacer o ser —perder 5 kilos, escribir un libro o hacerte multimillonario—, tu deseo de alcanzar cada una de estas acciones es un elemento increíblemente importante para hacerlo. Cada una de estas metas individuales es vital para tu supervivencia futura porque indican lo que está dentro de tu potencial. Cualquiera que sea la meta que pretendas lograr, se necesitará que pienses distinto, que adoptes un compromiso enteramente nuevo y realices cantidades masivas de acción, unas 10 veces superiores a lo que consideras necesario, para seguir avanzando después. Casi todos los problemas que la gente enfrenta en sus carreras y otros aspectos de sus vidas —como dietas o matrimonios fallidos o problemas financieros— son el resultado de no actuar suficientemente.
Así que antes de que te digas por diezmilésima ocasión que serías feliz si tuvieras lo que sea, o que no quieres ser rico sino sólo acomodado, o que sólo quieres lo suficiente para ser feliz, debes entender un punto de vital importancia: limitar la cantidad de éxito deseado es una violación a la Regla 10X per se. Cuando la gente limita la cantidad de éxito deseado, te aseguro que limitará lo que se requiere de ella para lograr el éxito y fracasará miserablemente al hacer lo necesario para mantenerlo.
Éste es el foco de la Regla 10X: debes proponerte objetivos 10 veces superiores a lo que piensas que deseas y luego realizar 10 veces el trabajo que crees necesario para obtener dichos objetivos. Los pensamientos masivos deben ser seguidos por acciones masivas. No hay nada de ordinario en la Regla 10X. Es solamente lo que dice ser: 10 veces los pensamientos y 10 veces las acciones de otras personas. La Regla 10X trata de una mentalidad puramente dominante. Nunca haces lo que otros hacen. Debes estar dispuesto a hacer lo que ellos no harán e incluso realizar acciones que podrías considerar “insensatas”. Esta mentalidad dominante no intenta controlar a otros; más bien, se trata de ser modelo para los pensamientos y acciones de los demás. Tu mentalidad y tus propósitos deben ser una referencia para que la gente logre medirse a sí misma. La gente 10X nunca aborda un objetivo tratando de lograr sólo esa meta. Más bien, buscan dominar el sector entero y realizarán acciones insensatas para lograrlo. Si comienzas lo que sea con una mentalidad que limita el resultado potencial, limitarás las acciones necesarias para conseguir la meta misma.
A continuación encontrarás los errores básicos de la gente al establecer o perseguir metas:
1.Mala elección de metas al establecer objetivos demasiado pobres y que no permiten la suficiente motivación.
2.Subestimar severamente lo que se requiere en términos de acciones, recursos, dinero y energía para completar el objetivo.
3.Invertir demasiado tiempo compitiendo y no el suficiente dominando el sector.
4.Subestimar la cantidad de adversidad que se necesitará superar para llegar a la meta trazada.
El problema hipotecario que Estados Unidos enfrenta ahora es un ejemplo perfecto de esta secuencia de errores. Quienes fueron víctimas de esta situación, establecieron objetivos equivocados, subestimaban la cantidad necesaria de acción y se concentraban demasiado en ser competitivos y no en crear una situación que los hiciera invencibles ante los contratiempos imprevistos. La gente operaba con mentalidad de rebaño, basada en la competencia y no en la dominación, durante el apogeo inmobiliario. Pensaban en términos parecidos al siguiente: “Debo hacer lo que mi colega/vecino/familiar hace” en lugar de pensar: “Debo hacer lo mejor para mí”.
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