Índice
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Portadilla
Índice
Introducción
De Historia, periodismo y análisis político
Encuentros con José María Aznar
Capítulo I. La derecha que llegó al poder
Una escena política
Amarga victoria, dulce derrota: las elecciones generales de 1996
El perfil político de José María Aznar: los textos
El perfil político de José María Aznar: el aprendizaje
Carácter, imagen y política
El legado de UCD
Liberales y ultraliberales
Nacionalismos
Capítulo II. En el purgatorio. ¿Hacia el centro?
Obligados a pactar
Primer Gobierno de José María Aznar
Estilo de gobierno
Un triunfo muy aparente: la política económica y social
Defensa y relaciones internacionales
Las sombras de la gestión: Educación y Cultura
Una reforma pendiente: Justicia
Un nuevo campo de acción: Medio Ambiente
Medios de comunicación: una política tormentosa e insostenible
La España plural: política autonómica
Cataluña
Galicia
Identidades colectivas
La política de Interior: la «cuestión vasca» y el terrorismo
Ida y vuelta de la tregua
El Gobierno y el partido: alternativas políticas de un cuatrienio
El incierto camino de la oposición
La ausencia de regeneración política
La evolución de la opinión, las elecciones generales de 2000 y la mayoría absoluta del Partido Popular
Una etapa de política española
Capítulo III. Segunda legislatura. En el cielo: hacia la derecha
El poder y el desierto
El Gobierno
El estilo de la mayoría absoluta
Los límites de la renovación del PSOE
Agónicas elecciones vascas
La política de pactos
Educación: la quiebra de los consensos
Cultura: poco consenso, ¿nueva ideología?
Paz idílica: el Partido Popular en la mayoría absoluta
Una visión —¿nueva?— de España
El abismo vasco
Los nubarrones de la política económica y social
La mala gestión de las crisis
La «burbuja reputacional»
La guerra de Irak: un meteoro en la política española
Las elecciones del 25-M: sabores agridulces
Una democracia bajo niveles mínimos de calidad
La recta final: ¿dos Españas... otra vez?
Capítulo IV. Balance y mirada al futuro
Nota bibliográfica y fuentes
Sobre el autor
Créditos
Grupo Santillana
Introducción
DE HISTORIA, PERIODISMO Y ANÁLISIS POLÍTICO
Éste no es un libro de Historia sino de análisis político. No es un libro de Historia, porque ésta necesita contar con un tipo de información —privada o pública, oral o escrita— que, de momento, no es accesible y que tardará en serlo. La Historia es posible cuando el número de testimonios y de estudios sobre aspectos concretos permite aventurar cierto grado de perdurabilidad e imparcialidad. Además, con el paso de los años, las polémicas de otro tiempo pierden su virulencia y su impacto sobre la vida política inmediata. En concreto, para los españoles de 2003, la Historia alcanza hasta la llegada de los socialistas al poder, en el año 1982, pero difícilmente más acá. La Historia es una aventura intelectual y eso significa que cualquier narración del pasado no será nunca definitiva; pero, transcurridas dos décadas, ya es posible cierta aproximación, por más que resulte provisional, al conocimiento científico del pasado.
El artículo de opinión, el periodismo informativo y el análisis político, por su parte, son disciplinas bien distintas. El primero produce un diagnóstico —un gran periodista español escribió que su misión era ser «modesto cicerone de la realidad»—, pero también expresa una opinión que tiene que ver con el ideario propio y, por tanto, traduce el deseo de que los acontecimientos avancen en una determinada dirección. En cada uno de estos aspectos, no cabe la menor duda, el autor puede errar.
El periodismo informativo, en teoría, tendría que responder tan sólo al calificativo que se le concede. Ha tenido grandes cultivadores en la España actual en forma de libro, pero en tiempos recientes se ha abusado de la referencia a una única fuente sesgada y de una redacción literaria en la que predomina en exceso la supuesta transcripción literal de los diálogos entre los protagonistas.
El análisis político en forma de libro suele proyectarse hacia el futuro y tiene carácter general: no ha de circunscribirse necesariamente a un país concreto, por ejemplo. Sin embargo, también es posible reflexionar, en un determinado momento, sobre un pasado inmediato y una circunstancia cercana.
Pero, entonces, ¿cómo conseguir que el análisis político carezca de la inmediatez, la traducción del propio ideario y la voluntad de influencia sobre los acontecimientos propios del artículo? Los riesgos del periodismo informativo resultan evitables tratando de no sesgar las fuentes y no perderse en minucias irrelevantes. Para hacer análisis político es preciso examinar (o haberlo hecho en el pasado inmediato durante un largo período) los acontecimientos políticos, contar con opiniones ajenas y hacer un ejercicio posterior de distanciamiento. Éstos son, en principio, los objetivos metodológicos del presente libro.
Aunque éste no sea un libro de Historia, su autor sí es un historiador profesional y, por tanto, ha intentado llevar a buen término esa voluntad de descripción desde una perspectiva imparcial. Naturalmente, éstos son objetivos que pretende cualquier libro de similares características. Un historiador tiene, sin embargo, la ventaja del oficio. Eso supone, en primer lugar, cierta conciencia de provisionalidad cuando aborda trabajos de este tipo, pero también una disposición, de entrada, a revelar la propia posición sin pretender que sea objetiva o nada susceptible a críticas. Frente a la pretensión de querer levantar una muralla de objetividad a fuerza de fichas y citas, los historiadores, sobre todo cuando tratamos de narrar los acontecimientos más recientes, revelamos los intereses personales que nos llevan a preguntarnos por el pasado y la posición de partida de nuestro interés respecto al asunto que abordamos. Se trata de lo que llamamos «egohistoria»; puede degenerar en narcisismo, pero es un sano ejercici