Entre 1979 y 1989 un millón de tropas soviéticas combatieron en una
guerra devastadora en Afganistán que provocó más de 50.000 bajas y acabó
con la juventud y la humanidad de varias decenas de miles de soldados
más. Los muertos soviéticos volvían a casa en ataúdes de zinc sellados
mientras el estado no reconocía ni la mera existencia del conflicto.
Los much...
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Entre 1979 y 1989 un millón de tropas soviéticas combatieron en una
guerra devastadora en Afganistán que provocó más de 50.000 bajas y acabó
con la juventud y la humanidad de varias decenas de miles de soldados
más. Los muertos soviéticos volvían a casa en ataúdes de zinc sellados
mientras el estado no reconocía ni la mera existencia del conflicto.
Los muchachos de zinc generó una inmensa polémica y mucha indignación
cuando fue publicada originalmente en la URSS: las críticas acusaron a
su autora de haber escrito un «texto fantasioso lleno de injurias» y de
ser parte de «un coro histérico de ataques malignos». En el libro,
Svetlana Alexiévich presenta el testimonio cándido y emocionante de los
oficiales y los soldados rasos, de las enfermeras y las prostitutas, las
madres, los hijos y las hijas que describen la guerra y sus duraderos
efectos. El resultado es una historia turbadora por su brutalidad y
reveladora en su parecido a la experiencia estadounidense en Vietnam y
más tarde en Irak y el mismo Afganistán.
Svetlana Alexievich expone la verdad de la guerra afgano-soviética: la
belleza del país y los brutales abusos del ejército, las muertes y las
mutilaciones, la profusión de productos occidentales, las vidas
humilladas y destrozadas de los veteranos. Los muchachos de zinc ofrece
una perspectiva única, desgarradora e inolvidable sobre la realidad de
la guerra.
Reseñas:
«Por su obra polifónica, un monumento al sufrimiento y al coraje en
nuestro tiempo.»
Academia Sueca, fallo del Premio Nobel de Literatura 2015
«La voz de Alexiévich es mucho más que la suma de las voces que recoge,
consiguiendo que la guerra sea tan omnipresente y tan personal, tan
real, como cualquier relato de ficción no lo logró de cualquier otra
guerra.»
Philip Gourevitch, The New Yorker
«Durante los últimos treinta o cuarenta años, Alexiévich se ha dedicado
a retratar al individuo soviético y post soviético, pero su obra no es
realmente una historia de los acontecimientos. Es una historia de las
emociones, lo que nos ofrece es un mundo emocional, una historia del
alma.»
Sara Danius, Permanent Secretary of the Swedish Academy
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