Fue un encuentro único. Aunque ambos escritores se conocieron y cruzaron en más de una ocasión a partir de los años setenta, cuando aún no eran best sellers mundiales, Stephen King y George R. R. Martin no habían participado nunca antes en una ponencia pública conjunta como esta, que tuvo lugar en Albuquerque, Nuevo México, en 2016, cuando el autor de «Mr. Mercedes» presentaba el último tomo de esa celebrada trilogía policial («Fin de guardia»), y que fue el evento perfecto para fans de cualquiera de los dos. A lo largo de cerca de una hora de conversación intercambiaron recuerdos, impresiones y opiniones sobre el gen de la escritura, el misterio de la creatividad y sus diversas experiencias familiares; sobre la naturaleza del Bien y el Mal en sus libros y sus influencias ineludibles, como Lovecraft o Tolkien; y de por qué las ratas fueron fundamentales y benévolas en sus carreras (así como también, por supuesto, del contrapunto que ha marcado las vidas de ambos a lo largo de los últimos años: cómo es que King escribe tanto y tan rápido y por qué Martin no consigue terminar los dos libros finales de la saga de «Juego de tronos»).