Orlando Figes sobre la Rusia de Putin: «Esto es una guerra imperial»
Con la invasión rusa de Ucrania, el mundo ha vuelto a mirar hacia Moscú con desconcierto: ¿es Vladimir Putin un líder desquiciado? ¿Es Rusia un país desesperado en busca de la grandeza perdida? ¿Es Occidente el verdadero responsable de la guerra? Hablamos con el historiador Orlando Figes, autor de una obra monumental sobre Rusia –«La revolución rusa», «El baile de Natasha», «Los europeos»–, sobre «La historia de Rusia» (Taurus), su libro más reciente, en el que reconstruye mil años de relatos, mitos y leyendas para explicar por qué el presente de Rusia depende del control de su pasado.
Por Florencia Grieco
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Orlando Figes. Crédito: Phil Fisk.
De todas las consecuencias de la guerra, hay una que parece ser algo menos dramática y (quizás) algo más auspiciosa. Después de que el mundo pasase décadas obsesionado con descifrar las ideas y las acciones de Rusia y de que, una vez caídos el Muro y la Unión Soviética, siguieran años de desconcierto ante la llegada del ex KGB Vladimir Putin al Kremlin, la invasión rusa de Ucrania ha revivido en pocos meses una inquietud que había nacido con el siglo xx y que murió con él.
¿Qué piensan en Rusia? ¿Por qué los rusos se comportan como se comportan? ¿A qué se debe que durante más de un siglo haya habido gobernantes todopoderosos que deciden sobre vidas y destinos con la discrecionalidad de los zares que Rusia aniquiló?
La explicación podría esconderse en la obstinada naturaleza rusa, si es que existe tal cosa. Pero quizá las formas que ha ido adoptando Rusia tengan menos que ver con el espíritu del pueblo y más con las invenciones de sus líderes. Este es el núcleo del monumental libro La historia de Rusia de Orlando Figes, uno de los pocos autores imprescindibles para explicar el país: si queremos entender el presente de Rusia, tenemos que entender su pasado. Más precisamente, los usos que se han hecho de la historia y de los mitos fundacionales, y los esfuerzos de los líderes y de las élites rusas por controlar (léase adaptar) esos relatos.
Según el historiador, «no hay otro país que haya reinventado su pasado con tanta frecuencia. En Rusia, la historia es política». O como reconocía un chiste que se contaba durante la época soviética: «El futuro de Rusia como país es indudable; lo que resulta impredecible es su pasado».
Palabra de Figes
La tragedia de un pueblo (1891-1924)
Una historia cultural de Rusia
Tres vidas y el nacimiento de la cultura cosmop...
Florencia Grieco: En tu libro explicas minuciosamente cómo las ideas y los mitos recorren la historia rusa, desde Iván el Terrible a los zares, pasando por Stalin y Putin, y cómo eso define el modo en que los rusos se entienden a sí mismos. ¿También está arraigada en la historia rusa la figura del zar casi divino? ¿Existe una mentalidad o un temperamento ruso que rinda culto al poder y la autoridad y que explique ciertas constantes en las estructuras de poder del país?
Orlando Figes: No creo que haya una «mentalidad rusa» que se preste al culto del poder, no. Tenemos que pensar en esto primero en términos de historia y memoria colectiva, y segundo en términos de la naturaleza sagrada del poder monárquico en Rusia. Siglos de autocracia dejaron muy poco espacio para el desarrollo de las instituciones cívicas y de la democracia antes de 1917. La dictadura personal de Stalin, apuntalada por su culto, reforzó esa idea de un zar casi divino.
«Hay algo más profundo en juego aquí: la visión rusa de los ucranianos como culturalmente inferiores: los «pequeños rusos», como los llamaban en el siglo XIX».
Florencia Grieco: Has dicho que la historia en Rusia siempre ha sido política, más que en la mayoría de los países, y que, como muchos de los rusos de su generación, que crecieron con la visión soviética de la historia, Putin nunca reconoció realmente la independencia de Ucrania. ¿En qué medida influye su historia personal en la lectura mítica y el uso político del pasado ruso?
Orlando Figes: Influye de muchas maneras, pero sobre todo en su argumento de que Ucrania forma parte de la Gran Rusia, lo cual revive ideas imperialistas del siglo xix. En su célebre ensayo de 2021 Sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos, Putin retorció la historia para argumentar que Ucrania no podía ser independiente de Rusia sin caer bajo la influencia occidental y ser utilizada por Occidente contra Rusia. Este es su razonamiento detrás de la invasión a Ucrania.
Florencia Grieco: ¿Cómo ha influido la combinación entre el liderazgo ruso y la violencia no sólo sobre la forma en que los rusos ven su propio pasado, sino también en el modo en que ven a sus vecinos y se relacionan con ellos? ¿La negación de la nacionalidad ucraniana forma parte de la identidad rusa o se trata de un relato que muchos rusos quieren oír, en particular aquellos cuya mirada ha sido moldeada por la historia que les enseñaron durante la etapa soviética?
Orlando Figes: La pretensión imperial de Putin sobre Ucrania tiene sin duda resonancia entre los rusos de más edad, que crecieron en la Unión Soviética y veían a Ucrania y a Rusia como un mismo país. También hay algo más profundo en juego aquí: la visión rusa de los ucranianos como culturalmente inferiores: los «pequeños rusos», como los llamaban en el siglo XIX.

Un cartel con el rostro de Putin en una calle de Varsovia, Polonia. Crédito: Getty Images.
Florencia Grieco: ¿Qué otras idea o sentimientos hay detrás de la mirada histórica de Rusia hacia Ucrania? ¿Odio? ¿Superioridad? ¿Orgullo, miedo, resentimiento?
Orlando Figes: La discusión sobre la historia es sólo una excusa para una apropiación de tierras. En mi opinión, se trata esencialmente de una guerra imperial en la que los rusos castigan a los ucranianos por su audacia al querer ser libres e independientes de Rusia. Es una venganza por 1991, cuando Ucrania abandonó la Unión Soviética. La sensación de pérdida por aquel colapso forma parte de la disposición de los rusos a secundar la guerra de Putin.
«Occidente es mayoritariamente ignorante de la historia rusa y de su papel en la política. Mide el progreso de Rusia según sus propios criterios (por lo que Rusia nunca está a la altura) en lugar de intentar comprender cómo ven los rusos su propio pasado».
Florencia Grieco: ¿Hay un problema de compresión occidental de la historia rusa y de cómo configura a la Rusia actual? ¿Cómo debería relacionarse Occidente con Rusia después de la guerra de Ucrania?
Orlando Figes: Creo que Occidente es mayoritariamente ignorante de la historia rusa y de su papel en la política. Mide el progreso de Rusia según sus propios criterios (por lo que Rusia nunca está a la altura) en lugar de intentar comprender cómo ven los rusos su propio pasado. Eso es lo que quería transmitir en La historia de Rusia. Sea cual sea el resultado de la guerra, este problema seguirá presente en las relaciones de Occidente con Rusia.
Florencia Grieco: ¿Hay algún momento de la historia rusa que todavía no se haya usado políticamente?
Orlando Figes: Para que Rusia salga del putinismo y encuentre un camino democrático tendrá que volver a comprometerse con los momentos de su historia en los que la libertad cívica y la democracia estuvieron a su alcance. La Revolución de Febrero de 1917 fue uno de esos momentos.
Florencia Grieco: ¿Crees entonces que la democracia es posible en Rusia?
Orlando Figes: Por supuesto que es posible. Pero antes los rusos deben liberarse del putinismo y de sus mitologías de la historia.
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