Vamos deprisa, no vemos nada y sobre todo no vemos la locomotora.
V. G.
La reflexión anterior, escrita por Van Gogh en una de sus luminosas cartas a Theo, fue fruto de alguno de los muchos viajes en tren que aquel gran artista realizó en su angustiada búsqueda, pero sirve perfectamente para describir la situación del hombre actual, sometido a la implacable aceleración, fragmentación y evaporación de la realidad que le llega a través de sus sentidos.
El brutal chorro de información y desinformación generada en los medios se lleva por delante todo intento de pensamiento autónomo, personal, e incluso aquellos que tienen el tiempo, el valor y la capacidad para enfrentarse a esa poderosa corriente acaban aferrándose, agotados, al primer tronco q