Se me hace bola

Julio Basulto

Fragmento

1

Alimentación infantil y salud

¿tienen algo que ver?

Merece salir engañado el que al hacer un beneficio cuenta con la recompensa .

Séneca «Se me hace bola» es una expresión a la que recurriré muchas veces a lo largo de este libro . La han puesto de moda niños de varias generaciones intentando masticar y tragar algo bajo la presión de sus padres o cuidadores . Dicha presión adopta diferentes formas y, sobre todo, distintos grados: oscila de un estímulo o apremio (acompañado o no de recompensa), pasa por la insistencia o la exigencia, y llega a adoptar características irracionales: la comparación, la coacción, la amenaza, el desprecio, el castigo, la humillación e incluso la violencia . Esta presión se ejerce por la consideración de la alimentación como algo fundamental para el crecimiento, el desarrollo y, desde luego, la salud del niño . Se ejerce, lo sé, con toda la buena intención del mundo, pero me gustaría contribuir a que pasase de moda y a su extinción . Para ello creo necesario empezar desde el principio: la relación entre alimentación infantil y salud .

La mala alimentación y la enfermedad tienen mucho que ver . La buena alimentación y la salud, no tanto . Me explico: mientras que una mala alimentación predispone a tus hijos a sufrir numerosas enfermedades en el futuro, la buena alimentación sencillamente disminuye el riesgo de sufrir esas mismas enfermedades . Dolencias que probablemente tus hijos padecerán si los alimentas con notables cantidades de comida que no es exactamente comida, como luego veremos . En definitiva, no es que una buena dieta les dé salud . Es que una mala dieta les «quita» salud .

Es un argumento que parece caer por su propio peso, pero las encuestas revelan que nuestra percepción es justo la contraria . Pensamos que una buena dieta nos dará salud, pero creemos que una mala alimentación no nos la quitará . Según una gran encuesta llevada a cabo por la Comisión Europea en 2010, nueve de cada diez europeos, aproximadamente, creen que una mala alimentación no perjudicará su salud . De igual forma ocurre con el tabaco: el 63 por ciento de los 175 .000 españoles participantes, también en 2010, en una encuesta avalada por la Federación Mundial del Corazón consideró que el tabaco no supone un riesgo cardiovascular .

¿Es saludable respirar aire puro? La cosa no funciona así: es más lógico pensar en lo arriesgado que es fumar o vivir en una zona con mucho tráfico de vehículos a motor . ¿Es bueno hacer deporte? Parece indiscutible . Pero los nuevos estudios nos indican que no es suficiente con practicar deporte algún día a la semana si el resto de la semana somos sedentarios . ¿Hidratarse una y otra vez con agua evita todos los males? Nones . Sin embargo, «hidratarse» a menudo con refrescos azucarados «causa» la temida obesidad, de la que se derivan numerosas enfermedades nada glamourosas . Eso por no hablar de las muchas enfermedades que puedes padecer si te «hidratas» con bebidas alcohólicas ¿Funciona la lactancia materna como una pócima curativa que convierte a los niños en superdotados e inmunes a todo mal conocido? No . Pero sí sabemos que la lactancia artificial aumenta las posibilidades de que el niño sufra determinados trastornos o ciertas enfermedades a corto, medio o largo plazo . ¿Comprobarás con tus propios sentidos el fruto de «esforzarte» en alimentar saludablemente a tus hijos? Pues probablemente no verás nada, porque la buena salud es algo que no se aprecia a simple vista, mientras que la mala salud, desgraciadamente, se hace notar de lo lindo . Por eso he encabezado este capítulo con la estupenda frase de Séneca sobre la espera de una recompensa como premio de un beneficio .

La alimentación es trascendental para la salud de tus hijos

Creo que no hay nada mejor para entender la relación entre dieta y salud que el documento titulado «Promoción de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigida a los niños», que forma parte de «Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud» de la Organización Mundial de la Salud (OMS):

Una dieta malsana es un factor de riesgo clave de las enfermedades no transmisibles (ENT) que puede modificarse . Si no se combate, la mala alimentación —junto con otros factores de riesgo— aumenta la prevalencia de ENT en las poblaciones por mecanismos tales como un aumento de la presión arterial, una mayor glucemia, alteraciones del perfil de lípidos sanguíneos, y sobrepeso u obesidad . Aunque las muertes por ENT se dan principalmente en la edad adulta, los riesgos asociados a las dietas malsanas comienzan en la niñez y se acumulan a lo largo de la vida .

Los riesgos de las «dietas malsanas», ya lo ves, comienzan en la niñez, así que debemos «combatirlos», tal y como expone la OMS, para prevenir las enfermedades no transmisibles . ¿Cuáles son esas enfermedades? Las principales te sonarán sobremanera:

•   Enfermedades cardiovasculares (matan a 17 millones de  personas/año) .

•   Cáncer (mata a 7,6 millones de personas/año).
•   Enfermedades respiratorias (mata a 4,2 millones de personas/año) .

•   Diabetes (mata a 1,3 millones de personas/año).

Hay más, claro, como las enfermedades osteomusculares, los trastornos neuropsiquiátricos o de los órganos sensoriales, las afecciones bucodentales o digestivas, o los trastornos genitourinarios . ¿A que las has oído más de una vez, y más de dos y más de tres? Como sabes, en el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular (la enfermedad más asesina de las anteriores) influye notablemente el colesterol elevado . Lo que no sé si sabes es que una alarmante cantidad de niños españoles presenta niveles de colesterol por encima de lo recomendable . No hablaré de la desnutrición grave, ya que en España, aunque existen notables desigualdades dietético-nutricionales y bolsas de población con muy bajos ingresos, esta situación no existe .

Pero sigamos con la OMS, porque el golpe de gracia, y que da sentido a este capítulo, aparece en su libro Food and health in Europe: a new basis for action . Se indica que de entre los muchos factores que influyen en la pérdida de salud (la OMS señala literalmente «años de vida sana perdidos») la alimentación es uno de los más importantes .

En conjunto, las evidencias sugieren que mejorar la nutrición podría ser el factor aislado más importante para reducir las enfermedades en la Región Europea de la OMS .

Se llega a concretar que el 41 % de las enfermedades graves tienen un componente nutricional «muy acusado» y que en el 38 % de las enfermedades ese componente nutricional es «acusado» . Así las cosas, sólo dos de cada diez dolencias causantes de «años de vida sana perdidos» no tienen un factor nutricional que las condicione . O, visto de otro modo, ocho de cada diez enfermedades guardan relación con lo que comemos, tal y como puedes comprobar en el gráfico de la página siguiente .

Las enfermedades muy relacionadas con la alimentación son, por orden de importancia, las cardiovasculares, el cáncer y la diabetes tipo 2 . ¿Pensabas que el cáncer era culpa de la gené

Relación entre aspectos dietético-nutricionales y pérdida de años de vida saludable

Otras enfermedades 21%

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tica? La genética está ahí, qué duda cabe, pero la gran mayo

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