Qué hacer cuando

Carlos Marco

Fragmento

Quehacercuando-5.xhtml

No creo en la felicidad las 24 horas del día o los 365 días del año, ni en las maravillosas vidas de las películas, de Instagram, de YouTube… Ahí se muestran solo los momentos de la curva en los que se está más arriba, pero lo bonito de la vida es que está compuesta por muchos instantes.

Si me preguntan si soy feliz, diría que sí, porque considero que en mi vida son más numerosos los momentos felices que los tristes, pero en realidad todo depende del punto de vista con el que lo mires.

pag12.jpeg

Es un modo de disfrutar cada momento de la vida, y es que hay algunos momentos que son objetivamente tristes para casi todo el mundo como, por ejemplo, la pérdida de un ser querido. Pero hay otros momentos que no son ni felices ni tristes, simplemente son, y nosotros les damos después la interpretación.

Comerse un trozo de pizza no es un momento feliz a no ser que te encante la pizza, que te haga especial ilusión ese día o que tengas con quien convertirla en algo extraordinario.

pag13.jpeg

Tampoco lo es dar un paseo bajo la lluvia a no ser que disfrutes del olor a humedad, del paisaje mojado o del placer de llegar a casa y estar a gustito con una manta tomándote algo caliente.

Por eso, antes de plantearte si eres feliz o no, deberías pensar si estás haciendo todo lo posible para disfrutar de las pequeñas cosas en las que encuentras felicidad, si cuando haces algo placentero lo disfrutas realmente o si en ese momento estás pensando en otras cosas.

Que no te engañen, la felicidad está en ti. Por muy mal que vayan las cosas, siempre hay algo, sea lo que sea, que nos produce esos momentos de subidón que hacen que todo lo demás no importe, y eres tú quien decide la actitud que quieres tener ante cada situación.

pag14.jpeg

pag14b.jpeg

Hay ocasiones en las que la situación que nos hace estar tristes o ser menos optimistas no está en nosotros mismos y además está completamente fuera de nuestro control, como, por ejemplo, una enfermedad, la muerte de un ser querido… Pero, ante estas situaciones, hay algunas cosas que podemos tener en cuenta para llevarlas de la mejor manera posible:

pag14c.jpeg

1. ACTITUD FRENTE A SITUACIONES DIFÍCILES

Cuando se nos plantea una situación difícil que no podemos controlar y que nos produce malestar, tenemos que tener muy en cuenta que las cosas tienen únicamente la importancia que nosotros les damos.

Por muy malo que sea lo que te pase, podrás llevarlo mejor si tu actitud no es tan negativa. Intentar pensar en positivo y relativizar las circunstancias puede ser la clave para que te afecten menos.

2. NO EMPEÑARSE EN SOLUCIONARLO SI NO PODEMOS

Si una situación escapa a nuestro control, por muchas vueltas que le demos, solo acabaremos quemándonos y frustrándonos. En estos casos, y según mi experiencia, lo mejor es hacer todo lo posible, llegar hasta el punto en el que nosotros mismos ya no podemos hacer más. Si intentamos ser Supermán y solucionar cosas que no sabemos, perderemos mucha energía.

3. DAR LAS GRACIAS

Y ¿dar gracias por qué? Porque podría ser peor.

Todas las situaciones que vivimos, por muy complicadas que sean, podrían ser mucho peores. Intenta ponerte en la piel de gente que está pasando momentos peores que los tuyos, ya que haciendo ese ejercicio descubrirás que, en realidad, en esos momentos complicados aún hay cosas por las que dar gracias.

4. COMPARTIRLO

Algunos sentimientos mejoran si los sacamos fuera. Compartir lo que sentimos nos ayuda a descargar toda la tensión que surge como consecuencia de estas situaciones adversas. Comparte lo que sientes con las personas que tienes cerca y verás que siempre hay alguien dispuesto a tenderte una mano.

pag16.jpeg

Quehacercuando-6.xhtml
Quehacercuando-7.xhtml
Quehacercuando-8.xhtml

pag20.jpeg

Todos tenemos asuntos que son personales y que no queremos contar hasta que llega un determinado momento.

A veces, dependiendo del entorno en el que estés, es difícil explicar ciertas cosas que sientes, vives o te gustan.

Esto incluye todo tipo de temas, pero quizás algunos de los más conflictivos sean los estudios, la política o la sexualidad.

En los estudios se da una situación curiosa: hay algunos padres que, en lugar de preguntarse qué es lo que les gusta a sus hijos, les imponen sus gustos o tratan de dirigirlos hacia sus mismos intereses.

pag20b.jpeg

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos