Cuando tenía once años, un sicario mató a mi padre. Yo era una niña que no imaginaba que algo así pudiera pasar. Pero pasó. Todavía me cuesta creer que apenas treinta y cinco gramos de acero y un gramo de pólvora hayan podido acabar con una familia.
Cuando Héctor Abad Faciolince, autor de El olvido que seremos, leyó esta primera novela, decidió publicarla de inmediato; muy poco después Lumen se sumaría a su entusiasmo. Tras el éxito en Colombia y mientras Francia prepara su traducción, Cómo maté a mi padre llega a los lectores de ambos lados del océano como una de las revelaciones literarias de los últimos tiempos.
La crítica ha dicho:
«Una autora joven, colombiana, nacida en Medellín, que con este libro cuenta la historia que tenía que contar. Hacer cristalizar estos sentimientos tan enormes y dramáticos en una literatura que sea convincente para los demás, que no caiga en la ñoñería, que sea profunda y emocionante, es muy complicado. Sara ha seguido la estela de Héctor Abad Faciolince y lo ha hecho maravillosamente bien, con una capacidad para hablar de la naturaleza, la orfandad, el duelo... Muy recomendable.»
Marta Sanz, Babelia
«Mataron a su padre y Sara nos cuenta esta violencia que todavía no ha sido contada en la literatura colombiana. No la guerra civil, ni las guerras de independencia, ni las guerrillas, sino la historia de violencia en los ochenta y noventa.»
Pilar Quintana, El País
«Un libro estupendo, [...] una maravilla, no solo por la prosa y cómo escribe Sara, sino por el valor de afrontar esa cantidad de verdad. Se lo recomiendo a todos.»
Benjamin Prado, La Ventana (Cadena Ser)
«Un relato catártico, franco y casi antropológico, [...] una novela de iniciación pero en la muerte; es una autobiografía pero también es literatura sepulcral.»
Pablo Baler, Revista Otra Parte
«Me ha fascinado: la recomiendo mucho.»
Ayanta Barilli, A Media Luz (esRadio)
«Una historia que me conmovió profundamente y con la que me sentí identificada de principio a fin.»
Juana Acosta
«La novela más hermosa de este año. [...] Está escrita con curiosidad y deseo, amor y ternura, esplendor y claridad.»
Esteban Carlos Mejía, El Espectador
«Un clásico instantáneo, atemporal, con pasajes que son puras joyas literarias, uno de esos libros que uno sabe que va a volver a leer.»
Mauricio Arroyave del Río, El Ojo Nuclear
«Deslumbrante. La autora tiene un manejo extraordinario del lenguaje, una capacidad poco frecuente para acumular estampas de un virtuosismo literario nada novel.»
Luisgé Martín
«El tono es al mismo tiempo seco, contenido y conmovedor. También es sincero, a veces, gracioso por lo absurdo, nunca autocomplaciente y sin la mínima inclinación a inspirar lástima.»
Héctor Abad Faciolince
«[Igual que El olvido que seremos], ambas destilan incontenible y punzante emoción. [...] Una conmovedora historia de pena y alegría, de felicidad y sufrimiento, de compañía y soledad en el perdurable antagonismo que es la vida misma. Muy buena novela, no lo duden.»
Luis Alonso Girgado, El Ideal Gallego