A los genios hay que dejarlos hablar, por mucho que la discrepancia lata en el pecho. Con sus dos flamantes Pulitzer bajo el brazo (por «El ferrocarril subterráneo» en 2017 y por «Los chicos de la Nickel» en 2020), Colson Whitehead insiste en que no tuvo más remedio que dedicarse a la literatura porque se dio cuenta de que no valía para nada más. En las siguientes líneas reproducimos algunas reflexiones del escritor neoyorquino -citas textuales recogidas durante un acto promocional celebrado en Madrid-, quien toma el pulso a la mutante y convulsa coyuntura del país que lo vio nacer y destripa las vicisitudes que han envuelto su última novela, «El ritmo de Harlem», un vibrante fresco de la comunidad afroamericana del popular barrio del norte de Manhattan en la transformadora década de los 60. «It's up to you, New York, New York»