Tus zonas mágicas

Wayne W. Dyer

Fragmento

Introducción

Introducción

Este libro trata de los milagros. No de los milagros de los demás sino de ti, lector, y de cómo puedes crear milagros para ti en tu vida. No habla de la suerte ni tampoco de los pocos elegidos en cuyas vidas se han producido milagros. Este libro ha sido escrito con la finalidad expresa de mostrarte el camino para la creación de lo que con anterioridad tal vez te pareciera imposible en tu vida.

Es éste un libro muy personal. Yo he visto en mi propia vida el camino que lleva a la realidad mágica y he dedicado gran atención a detallar lo que creo son los ingredientes esenciales para la creación de una vida llena de milagros. He ido más allá del «creer» en los milagros para llegar a algo que llamo «conocimiento».

El «conocimiento» es, en este sentido, algo que todos hemos experimentado. Por ejemplo, si no monto en bicicleta durante unos meses, soy consciente de mi conocimiento de la técnica cuando vuelvo a montar en ella. Hincho las delgadas ruedas y en marcha, en perfecto equilibrio sobre ellas, me desplazo sin esfuerzo por las calles, conduzco «sin manos» con plena confianza, doy la vuelta a las esquinas limpiamente y, por lo demás, me abro paso por las calles con total abandono. Lo que hay en mí cuando me subo a la bicicleta no es el objetivo de ser capaz de mantenerme de nuevo en equilibrio después de los meses transcurridos, no es el creer que puedo montarla, lo que hay en mí es un conocimiento interior, y procedo basándome en este poderoso conocimiento.

Lo mismo pienso en cuanto a tu capacidad para hacer surgir milagros en tu vida. Puedes aprender a ir mucho más allá de las creencias y los objetivos, hasta un nuevo lugar dentro de ti mismo que es el lugar del conocimiento. Es en este territorio de tu mente donde se producen los milagros.

En lo más profundo de ti hay un campo unificado de posibilidades sin fin. Cuando adquieras competencia en la marcha hacia ese fantástico lugar, descubrirás un reino de experiencia humana totalmente nuevo, donde todo es posible. Es ahí donde tiene lugar la realidad mágica y donde puedes empezar a manifestar todo lo que buscas en tu universo físico. Los límites no existen, y tienes la sensación de estar siempre en el lugar adecuado y en el momento justo y preciso. Es ahí donde estableces relaciones sincrónicas «increíbles» con los demás y puedes casi leer los pensamientos de quienes te rodean. Es ahí donde puedes encontrarte con la persona precisa e idónea para ayudarte en tu camino personal en el momento adecuado y preciso. Es ahí donde aparece lo que sea o quien sea necesario para traer prosperidad y abundancia a tu vida. Es ahí donde aparece la cura precisa para tus males o llega a tu vida el libro o la cinta adecuada, como guiados hasta ti por una fuerza invisible y misteriosa.

En este lugar de conciencia más elevada, empieza a desvanecerse el misterio, y tu propósito en la vida se te revela con toda claridad. Tus relaciones pasan milagrosamente a nuevos niveles de hermandad espiritual. Tus negocios empiezan a «fluir» y cada vez es menor el esfuerzo necesario para tomar decisiones. Empiezas a librarte de toxinas y a situar tu vida física en un plano de salud y no de enfermedad.

Este libro constituye mi aportación para mostrarte lo que debes hacer para alcanzar este nivel más elevado de conciencia. He escrito lo que considero un plan destinado a ayudarte a desarrollar esta conciencia y a aplicarla a todos los aspectos de tu vida, incluidas tus relaciones personales y tus relaciones con el mundo en general.

Parece que el plan de la naturaleza no es más que un lento y firme desdoblamiento de la conciencia. Una piedra está formada por átomos, igual que tú, pero carece de conciencia perceptible. Es inmune, no se siente pisoteada ni pulverizada. Es, simplemente, «inconsciente». Una planta es consciente de las condiciones del suelo, de las estaciones y de la humedad, y florece con el sol primaveral. Es consciente, pero de manera muy limitada.

Los animales, en comparación con los minerales y los vegetales, poseen niveles de conciencia mucho más desarrollados. Muchos animales muestran una conciencia de las estaciones cuando son capaces de migrar, o del peligro cuando son capaces de eludir a los predadores, y de una atención y un cariño profundos en sus relaciones con sus parejas y sus pequeños.

Y por fin estamos los seres humanos, que poseemos la conciencia última de la elección. Podemos optar por funcionar a un nivel de conciencia inferior y limitarnos a existir y a ocuparnos de nuestras posesiones, de comer, de beber, de dormir y de apañarnos en el mundo como peones de los elementos, o podemos alzarnos hasta nuevos y más altos niveles de conciencia que nos permitan trascender nuestro entorno y crear, literalmente, un mundo propio: un mundo de realidad mágica. Dentro de cada uno de nosotros está la conciencia última que ofrece cierta forma de victoria sobre el mundo material: la capacidad de hallar el equilibrio en todo conjunto de circunstancias. La lección de este libro es muy sencilla: eres capaz de alcanzar el equilibrio perfecto de la mente. Este camino exige un compromiso con tu propia transformación interior.

Tu transformación interior no puede lograrse desde una perspectiva intelectual o científica. Los instrumentos de limitación no van a revelar lo ilimitado. Se trata de un trabajo que deben realizar tu mente y tu alma, el sector invisible de tu ser que está siempre ahí, pero a menudo se ignora en favor de aquello que puedes captar con tus sentidos.

La primera parte de este libro proporciona las bases para que te sitúes nuevamente del lado del mundo invisible. Es ahí donde conseguirás el dominio sobre tu mente y prepararás el terreno para manifestar milagros en ese más alto estadio de conciencia cuyo conocimiento te corresponde. Una vez hayas aprendido a situarte del lado del mundo invisible, inicia el proceso que supone experimentar con este nuevo y milagroso esquema mental, y contemplar con asombro cómo tu mundo empieza a encajar en un orden perfecto.

La segunda parte de este libro está consagrada a llevar a la práctica real aquello a lo que tú te has comprometido mentalmente. Te guiará en la manifestación real de milagros y en el modo de vivir tu vida cotidiana en el más alto estado de equilibrio.

Durante los primeros años del programa espacial norteamericano, Werner von Braun fomentó en los empleados del centro espacial el conocimiento de que «hay un orden perfecto en el universo. El ser humano y sólo el ser humano puede comprender ese orden, y es bueno que el ser humano lo comprenda». Esta idea constituía un símbolo de gran fuerza cuando los problemas parecían insuperables. Tú, como parte de la humanidad, puedes comprender este orden perfecto y elegir, en efecto, ponerte de su lado. Éste es el contexto de Tus zonas mágicas. Yo sé de ese orden perfecto y quiero que tú lo experimentes también.

El camino hacia la comprensión pasa por tu disposición a alcanzar tu propio estado más elevado de conciencia, utilizando esta conciencia para dar un propósito a tu

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