Introducción
Amar y relacionarse con los otros desde una actitud de desapego/independencia es hacerlo con respeto y libertad.
WALTER RISO
QUÉ ENCONTRARÁS EN ESTE LIBRO
Cuando hablamos de independencia afectiva nos referimos principalmente a la capacidad de ser personas autónomas y de disfrutar de las relaciones sin apegos ni obsesiones.
En cuanto empecé a interesarme por la salud mental, por las relaciones y por las maneras de entender el amor, comprendí que la autoestima desempeña aquí un papel muy importante. Una buena autoestima es un factor protector ante todo lo que nos sucede en el mundo exterior; por el contrario, quien sufre baja autoestima corre el riesgo de depender emocionalmente de otras personas. Cuando nos enfrentamos a una situación difícil y no somos capaces de afrontarla, la autoestima sale dañada y, en consecuencia, nuestra salud mental empeora. Partir con una buena autoestima, una buena dosis de amor propio y una interpretación de la realidad sin distorsiones nos ayudará a afrontar cualquier obstáculo que la vida nos ponga delante, y cada vez que superemos una situación difícil, nuestra autoestima se verá reforzada.
Este libro se centra en cómo establecer relaciones más sanas construyendo una buena autoestima, liberándonos de apegos y fortaleciendo la independencia afectiva. Se trata de adentrarnos en las relaciones sin perder el «yo», sin sacrificar lo que somos.
Detrás de las relaciones que nos destruyen y que nos hacen daño suele esconderse un estilo de apego inseguro, una dependencia emocional y unas creencias sobre el amor que dirigen nuestra vida y nos llevan a tomar decisiones desacertadas. Todo esto tiene un impacto negativo en la autoestima y en la independencia afectiva.
Una baja autoestima distorsiona la realidad y hace que vivamos las relaciones con inseguridad y sufrimiento. Nos hace depender siempre de la validación exterior, y esa necesidad de que los otros nos confirmen continuamente que son sinceros lleva a un deterioro inevitable de las relaciones.
Acompáñame y cambiemos ese amar desde la necesidad por amar desde el deseo.
Te invito a adentrarte en este libro. En él aprenderás a construir una buena autoestima y a vivir las relaciones respetando tu independencia afectiva como persona, desde la libertad, sin apegos ni obsesiones.
LA IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA
¿Qué es la autoestima? ¿Cuál es la función de la autoestima en las relaciones? Es necesario que la definamos con claridad, porque se habla mucho de ella sin saber realmente qué es.
El concepto de autoestima ha cambiado mucho a lo largo de la historia, y ha acabado asimilándose al valor que cada sujeto se atribuye a sí mismo. Es decir, la autoestima es la imagen que tienes de ti mismo y que has ido construyendo a partir de diferentes percepciones y valoraciones sobre tu persona y el mundo que te rodea. Tu infancia, tu educación, tus vivencias y experiencias han contribuido a formarla. Todo afecta en cierta medida a la autoestima, y los primeros años de vida son cruciales para su formación, tanto para bien como para mal.
La autoestima tiene la función principal de protegernos del mundo exterior; es como un arma que nos ayuda a establecer relaciones más saludables, tanto con nosotros mismos como con los demás, incluyendo las relaciones amorosas. Nos brinda un mejor bienestar emocional, nos permite conocernos mejor, poner límites, gestionar las diferentes situaciones de la vida y controlar los miedos. Nos capacita para afrontar los desafíos con mayor confianza, algo clave para nuestra salud mental. Y se nutre de todo aquello que pensamos sobre nosotros mismos, de las cualidades, las capacidades y los sentimientos que nos atribuimos. Es como una valoración, una visión de conjunto de lo que somos y que hemos creado a partir de las experiencias que hemos vivido.
EJERCICIO PARA IR CALENTANDO
Tus respuestas a las siguientes cuestiones te darán una idea de tu nivel de autoestima.
• ¿Qué cualidades te atribuyes?
• ¿Qué piensas de ti mismo?
• ¿Cómo te sientes cuando piensas en ti?
• ¿Cuán valioso eres?
• ¿Qué grado de confianza sientes ante la vida?
• ¿Cuánta seguridad tienes?
• Describe los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que has acumulado durante tu vida.
• ¿Qué experiencias han ido conformando tu autoestima?
• ¿Cómo suele ser tu diálogo interno?
• ¿Qué valores aceptas realmente y cuáles finges aceptar?
• ¿Qué tratas de demostrarles a los demás que te impide ser quien quieres ser?
• ¿En qué momento de tu vida has tenido mejor autoestima?
• ¿Cómo crees que te ven los demás?
Me gusta explicar que la autoestima es como un depósito interior que todos tenemos. Para conseguir una buena autoestima, lo ideal sería que el depósito estuviera más o menos lleno, por ejemplo al 75 %; en cambio, con una autoestima baja estaría por debajo del 45 %. Cuanto más vacío está el depósito, más se tiende a poner el foco en el exterior para llenar ese vacío.
No podemos suplir nuestras carencias solo con lo que nos llega del exterior, debemos poner el foco en nosotros mismos y responsabilizarnos del vacío. Seguir buscando fuera lo que debemos trabajar de manera individual solo agrava el sentimiento de carencia.
Cuando un 65 % o más de nuestro bienestar emocional depende de los demás, nos estamos condenando al sufrimiento y la sumisión a costa de sacrificar lo mejor de nosotros mismos. En cambio, cuando no dependemos tanto de la aprobación exterior, el efecto que su respuesta pueda tener en nosotros será mucho menor, tanto si nos aceptan como si no, ya que partiremos de una base mucho más estable.
Si tenemos el depósito de la autoestima lleno, confiamos en nuestras capacidades y logros, juzgamos válido nuestro criterio y lo defendemos. Sabemos adoptar una postura asertiva alzando la voz por nuestras necesidades y deseos sin temer el rechazo del otro, porque no dependemos tanto del exterior.
Una autoestima baja ve como una amenaza cualquier situación, porque todo puede desestabilizar nuestro «yo». Si dependemos de los demás, cualquier cambio nos afectará. Nuestra estabilidad emocional dependerá siempre de lo que ocurra en el exterior, no seremos más que marionetas en una montaña rusa. En cambio, cuando nos sentimos completos, nuestra independencia afectiva nos protege de situaciones potencialmente dañinas porque podemos defendernos sin apoyarnos tanto en los demás o vivirlo todo como una amenaza.
¿Entiendes lo que pasaría si tu depósito solo estuviera lleno al 10 % de amor propio y autoestima? ¿El daño que puede causar el hecho de que un 90 % de ti se construya a partir de los demás?