Soy mujer y estas son mis reglas

Yolanda García

Fragmento

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Introducción

Mi propio viaje y todas las mujeres

que hay y habrá en mí

Escribir este libro es seguramente una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida. Cuando me ofrecieron desde Grijalbo este proyecto se cumplió un gran deseo vital con el que llevaba tiempo fantaseando. Recuerdo que lo inicié con una ilusión y un profundo respeto por poder compartir todo lo que me había resultado tan útil descubrir y que tanto ayudaba a mis pacientes y alumnas en la construcción de una vida más armónica, saludable y consciente. Pero pronto empezaron los temores y el afán de perfeccionismo… El miedo a que no fuera útil, a que no hubiera espacio para todas las realidades, a que se malinterpretaran palabras o a que hubiera una forma más pedagógica de explicarlo me boicoteaban continuamente, tanto que este proyecto se alargó más de lo esperado. Las mujeres tenemos implícito el deseo de gustar, en parte por nuestra biología, porque de ello depende la reproducción de la especie y por eso durante la ovulación nuestras hormonas nos preparan para atraer y gustar. A nivel social, nuestro destino, hasta no hace mucho, dependía de «ser elegidas», y aunque hoy eso haya cambiado, estoy convencida de que hay una especie de memoria inconsciente, y no es de extrañar que yo, como tantas mujeres, desee gustar, sobre todo si lo que quiero que te guste es la comprensión de nuestro software, nuestra naturaleza cíclica que impacta en toda nuestra vida.

Espero que este libro te sea útil en tu autoconocimiento; está escrito desde el deseo profundo de que te ayude de manera práctica a descubrir o a profundizar sobre tu naturaleza cíclica. Para mí fue absolutamente revolucionario descubrir esta especie de manual de instrucciones, y espero que también lo sea para ti; a pesar de que cada vez somos más las que nos dedicamos a la pedagogía menstrual, aún nos queda mucho trabajo por hacer. Creo que es hora de que dejemos de ser analfabetas de nuestra biología y nuestras necesidades, y aprendamos a leer nuestro cuerpo. Nuestro funcionamiento de serie viene muy influenciado por una biología que, sin ser determinista, lo condiciona. Por suerte, la biología inclina pero no obliga, y tus circunstancias, tu personalidad y tu voluntad pueden compensar cuando es necesario, pero que puedas vivir de un modo lineal no quiere decir que sea fácil ni eficiente. Estamos diseñadas de forma cíclica, cada mes nuestra personalidad experimenta variaciones guiadas por nuestras hormonas. Sus efectos son más visibles en lo emocional, pero su influencia se deja sentir en nuestro metabolismo, en nuestro sistema inmunitario, en nuestra piel e incluso en nuestro sistema nervioso, predisponiéndonos a tareas más cognitivas o más intuitivas. Así que en cada ciclo pasamos simbólicamente por las cuatro estaciones, las cuatro fases de la luna, las cuatro etapas de la vida (la niña, la joven, la adulta y la anciana), y en cada ciclo nacemos y morimos simbólicamente. Cada fase nos ofrece una energía que si aprendes a identificar resulta muy útil para disfrutar de tu vida de un modo más eficiente a la vez que amable. Porque ¿verdad que si tus amigas te llaman para un plan improvisado en verano es más fácil que digas que sí que en una fría y lluviosa tarde de invierno? ¿Y que hay días en que estás alineada con el universo y otros en los que parece que todo conspire en tu contra? ¿Y que si supieras que hay un algoritmo que tienes de serie, organizar tu vida sería más fácil? Pues de cómo gestionar tu vida teniendo en cuenta la mirada cíclica te voy a hablar en la segunda parte. Antes de eso tengo mucho que contarte en la primera, porque no podemos valorar lo que no conocemos, así que haremos un repaso de nuestro complejo diseño y también a la falta de mirada femenina de la ciencia y la medicina, que necesitan un cambio urgente de paradigma. Las mujeres tenemos una fisiología y una fisiopatología diferentes de la masculina, tanto que es necesario un espacio propio con estudios, investigaciones y prescripciones adaptadas a nuestras necesidades. Igual que un niño no es un adulto en miniatura y tiene su espacio en la ciencia con estudios, adaptaciones farmacológicas y demás, nosotras solo compartimos con los hombres el hecho de ser adultas, no somos hombres que sangran y se embarazan, sino que funcionamos de una manera diferente, y eso debe ser contemplado. Como mujeres, es importante que desarrollemos y exijamos esta nueva mirada sobre el ciclo menstrual. Por otro lado, el ciclo debe ser visto de un modo global y no centrarse solo en el sangrado y en lo reproductivo o en lo patológico para abrirnos a la sabiduría infinita que encierra y que puede ser la clave que nos devuelva a nuestra comprensión y aceptación.

En este libro hay también espacio para reflexionar sobre aspectos que van más allá de la biología pero que influyen en nuestra construcción como mujeres. Por suerte, vivimos en un momento histórico en el que podemos elegir qué experiencias deseamos vivir, como la maternidad (con permiso de la naturaleza), algo tan sagrado que está bien decidir si queremos o no experimentarlo y actuar en consecuencia. Solemos preparar todo con antelación y mimo, qué queremos estudiar, cómo queremos vivir, y a veces solo cuando ya hemos hecho todo eso vamos con prisa a una maternidad para la que nuestra biología puede que ya no sea tan favorable. La maternidad es solo una experiencia vital más (maravillosa cuando es anhelada y consciente), no es imprescindible ni te viene a completar, pero si la deseas es más importante que nunca que conozcas tus ciclos y que sigas la hoja de ruta para una buena salud hormonal que te muestro en la segunda parte. En la tercera te invitaré a reflexionar sobre conceptos como la violencia, la sexualidad, el éxito y las relaciones, empezando por la que tienes contigo misma o con el espacio que hay en tu vida para expresar tu polaridad femenina, uno de mis conceptos favoritos por su capacidad transformadora cuando lo integras.

Para acabar, quiero pedir disculpas a las mujeres trans que, aun siendo mujeres, no van a poder comprender este viaje porque la ciencia, aunque afortunadamente ha podido devolverles una identidad confundida en el nacimiento, no tiene la capacidad de resetear completamente su biología.

Mi agradecimiento a todas las mujeres de cualquier edad, cíclicas o no, y a todos los hombres valientes y conscientes que habéis escogido este libro. Mi intención ha sido mirar nuestra naturaleza femenina con una visión de 360 grados partiendo de lo que la biología nos da de serie y siguiendo el viaje por todo lo que desde lo social nos influye, para que puedas tomar decisiones alineadas con tu naturaleza y tus necesidades hasta transformarte en la mujer que te dé la gana ser y que juntas creemos un mundo donde ser mujer sea más fácil. Quiero que las mujeres por fin podamos construir nuestra identidad desde un lugar afín a nuestra naturaleza, y con esa voluntad escogí el título de este libro, para que puedas definir tus propias reglas, según tu contexto y tus anhelos, pero siempre comprendiendo tu naturaleza para usarla a tu favor.

Feliz viaje de vuelta a ti y a todas las mujeres que hay, hubo y habrá en ti.

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