Saber escoger. Guía de sexualidad para hombres

Alessia Di Bari

Fragmento

Título

Presentación


¿Para qué hacer este libro? Es curioso, el primer libro que quería escribir era éste, el de hombres, y no el de mujeres. Así que, como se pueden imaginar, estoy muy emocionada de —por fin— haberlo hecho, porque me parece que a las mujeres nos estudian mucho, nos diseccionan y nos hacen pedacitos porque es «muy complicado» entendernos, pero a los hombres no les hacemos lo mismo, total «todos son iguales». A ellos casi no los estudiamos en cuanto a temas de sexualidad; nadie los hace pedacitos ni los disecciona. En realidad, es triste que no haya estudios específicos de por qué funcionan como funcionan, sexualmente hablando. Simplemente asumimos que su sexualidad es muy sencilla, porque la mayoría alcanza fácilmente una eyaculación, que no es lo mismo que tener un orgasmo. Desde aquí empezamos con los malos entendidos, los prejuicios, los encasillamientos y las creencias limitantes en cuanto a la sexualidad masculina.

Probablemente mi curiosidad por lo masculino y por entenderlos se deba a mi historia. De primera instancia y en general, tiendo a llevarme mejor con los hombres. No sé, quizás porque siempre he sido estereotípicamente masculina y trabajo con dos hombres, tengo un crush con ellos. Lo cierto es que todo esto me ha llevado a entenderlos mejor y a tener una visión distinta, porque lo real es que no todos son iguales, ni son esos seres prácticos, rudos, fríos e insensibles que nos platican, de hecho, son bastante parecidos a nosotras. Entonces, el afán de escribir el libro tiene que ver conmigo, con cómo creo yo, Alessia, que funcionan, cómo los veo en consulta, cómo sufren, qué les pasa, qué les duele y, por supuesto, cómo viven su sexualidad. Así pues, quiero mostrar ese otro lado de la masculinidad, este otro lado que a veces ni ellos mismos se dan permiso de tocar porque piensan que son menos hombres, o bien, porque sienten —incluso— que dejarían de serlo.

Actualmente, los hombres no saben cómo ser hombres, porque si son muy caballerosos, «¡uh!, es súper gay»; y si no pagan la cuenta «son unos patanes», pero si la pagan también, porque «qué se creen, ¿que yo no puedo con mis gastos?». La realidad es que no la tienen tan fácil, al igual que nosotras. Muchos de mis pacientes llegan frustrados y estresados porque no saben qué hacer, no tienen idea de cómo tratarnos: malo si me invita el café y malo si no me lo invita, malo si me abre la puerta y malo si no me la abre. Los roles están cambiando, es un gran momento para cuestionarnos y encontrar nuevas formas de ser y de convivir. En este sentido, esta guía pretender mostrarles otra opción, una herramienta para que se auto observen y puedan definirse y encontrar quiénes son y quiénes quieren ser.

Cuando le preguntas a un hombre qué significa ser hombre, la mayoría se define como no ser mujer, lo que termina resultando muy jodido, porque hoy ya no tiene tanto sentido, ya que en la actualidad han cambiado los roles tanto de las mujeres como de los hombres, pues ambos pueden realizar las mismas actividades sin ningún problema; ya no es necesario que —por ejemplo— las mujeres nos quedemos en la casa. Así, definirse desde «lo que no sé es» pierde total lógica porque las mujeres hemos entrado en diferentes núcleos, niveles y estratos en los que antes no teníamos la oportunidad de hacerlo.

Lo anterior pone a los hombres en serios aprietos porque si yo me autodefino como no ser mujer y las mujeres están haciendo de todo, entonces, ¿quién soy yo?, ¿dónde quedo? Considero que esta crisis de la masculinidad abre la posibilidad para que todos ustedes puedan redefinir quiénes son, qué quieren y cómo quieren ser a partir de sus propias necesidades: con qué me siento a gusto. No hay una sola forma de ser hombre, ya que existen un amplio abanico de posibilidades. Ésa es mi invitación.

En fin, me encantaría que los hombres vean este libro como una gran oportunidad para cuestionarse, observarse, probar y arriesgarse a buscar quiénes son, qué quieren y cómo quieren vivir su sexualidad.

Este libro lo escribo en honor al hombre que me educó, el cual es distinto en muchos sentidos, además de ser el ejemplo que he tenido toda mi vida; y también para el otro hombre con el que crecí y siempre ha estado para mí. Mi papá y mi hermano, dos hombres sensibles; ellos me han enseñado que fuerza y sensibilidad no están peleadas. Al igual que mis socios, a quienes les debo tanto y sin los cuales no sé qué haría. Y, aunque al final, pero no por eso menos importantes, este libro es un agradecimiento para aquellos hombres que han pasado por mi vida, para bien o para mal, marcándola, enseñándome y siendo —en parte— el motor de mi crecimiento, lo que hoy me lleva a ser la mujer que soy.

A. D. B.

Título

parte1
Título

El sexo sin amor es una experiencia
vacía. Pero como experiencia
vacía es una de las mejores.

WOODY ALLEN

El sexo es una de las nueve razones
para la reencarnación... las otras
ocho no son importantes.

HENRY MILLER

No hay amor sin instinto sexual.
El amor usa de este instinto
como de una fuerza brutal, como
el bergantín usa el viento.

JOSÉ ORTEGA Y GASSET

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