Una persona puede, en fin, por
la pérdida de la persona a quien
ama, por ejemplo, suicidarse,
y a eso yo lo llamaría morir de
amor. Ahora no hay ninguna
dolencia de amor, o mejor,
las dolencias de amor son de
otra naturaleza, son cansancio,
son aborrecimiento, son
rutina, ésas son las dolencias
de amor. Ahora, ¿morir
de amor? No sé.
Se puede morir de desgarro,
se puede morir de despecho...
De eso que hablábamos antes,
de perversión, de la perversión
de los sentimientos que pueden
ir consumiendo, pero el amor
es expansivo, lo llena todo.
No se puede morir de amor.
Creo que se vive de amor.
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Índice
Portadilla
Índice
Dedicatoria
Diálogo
Sobre los sueños. José
«El milagro es que esto funcione»
El sueño del triángulo, toma 1
El sueño del triángulo, toma 3
El sueño del río
Sobre los sueños
José
La famosa historia del Diário de Notícias
Pilar
Quijote, Franco y la bandera de España
José
Nuestros pies marcando el destino
Pilar
Huele a tomillo, quizá sea la vida
José
El gran acontecimiento de mi vida
Pilar
Creo que se vive de amor
José
La casa, la isla, los límites del universo
Pilar
La tierra es una
José
Una simple frase dicha que diese la vuelta al mundo
Pilar
Fuerza para combatir, que es el mayor privilegio
José
Las intermitencias de la muerte
Pilar
Un vaso que se vacía
Carné de identidad
Fotografías
Créditos fotográficos
Agradecimientos
Sobre el autor
Nota
Créditos
A José, a Pilar y a Henrique
Diálogo
Valter Hugo Mãe
LA EXPRESIÓN DE JOSÉ SARAMAGO siempre ha tenido que ver con la oportunidad del hombre común. Su voz, tan aparentemente sencilla como sabia, aspira siempre a la universalidad y por eso lo que más hace es revelar. Ésa es su principal magia,