Índice
Misión emprender
Introducción
PRIMERA PARTE. Primero lo primero
1. Emprende para servir
2. Elige lo que amas
3. Sé PRO y no amateur
4. Apuesta por tu don
5. Ejercita tu fortaleza
6. Suelta los frenos del emprendedor
7. Acelera con la rueda de la vida
8. Decide desde los valores
9. Define tu propia idea de éxito
10. Eleva el nivel de lo que consideras aceptable
11. Diseña tu estilo de vida ideal
12. Enamórate de tu objetivo estrella
SEGUNDA PARTE. Prepárate como un atleta
13. Pon el contador a cero una vez al año
14. Haz limpieza general en tu vida
15. Guarda silencio cada día
16. ¡Descansa!
17. Come al 80 % de tu capacidad
18. Muévete cada hora
19. No te quejes nunca
20. Comprométete al cien por cien
21. Celebra tus éxitos a menudo
22. No te rindas nunca
23. Haz testamento
TERCERA PARTE Piensa en grande
24. No seas tú mismo, sé mejor
25. No compitas
26. Usa la imaginación, no la experiencia
27. Aplica palancas
28. Toma decisiones difíciles
29. Dedícate a lo que te gusta hoy
30. Mejora tus contextos
31. Toma notas
32. Muestra gratitud para tener éxito
33. Elige: amor o temor
CUARTA PARTE. Pon rumbo a lo importante
34. Hazte tres preguntas cada mañana
35. Dedica tiempo a pensar
36. Autosecuéstrate
37. Haz tu trabajo en la mitad de tiempo
38. Practica decir «no»
39. Simplifica
QUINTA PARTE. Aprende a aprender
40. Ponte a dieta hipoinformativa
41. Lee un libro por semana
42. Practica el diezmo educativo
43. Ingresa en la universidad ambulante
44. Equivócate el doble y aprende de tus errores
45. Sé un eterno principiante
46. Paga por buenos consejos
SEXTA PARTE. Rodéate de un equipo ganador
47. Construye relaciones sólidas
48. Corrige en ti el defecto del otro
49. Recuerda la parte brillante de las personas
50. No intentes cambiar a nadie
51. Selecciona tus amistades
52. Perdona y hazte rico
53. Acepta el gran regalo: tus padres
54. Pide lo que quieres
55. Consigue el apoyo de tu pareja
56. Da sin esperar nada a cambio
57. Trabaja con los mejores (proveedores)
SÉPTIMA PARTE. Haz despegar tu proyecto
58. Quema las naves
59. Soluciona un problema
60. Innova cada año
61. Ofrece tu producto mínimo viable
62. Sistematiza
63. Crea tu ejército de asistentes virtuales
64. Usa mapas mentales para emprender
65. Aprende a vender
66. Negocia todo
67. Dedícate al marketing
68. No lo cuentes, hazlo
69. Cuestiona tus creencias sobre el dinero
70. Crea tu destino
Sobre este libro
Sobre los autores
Créditos
Introducción
A la velocidad a la que se suceden los acontecimientos es posible que dentro de unos años, cuando visitemos con nuestros nietos el Museo de Historia Natural, encontremos cuidadosamente expuesto en sus vitrinas un «contrato laboral fijo», situado, a lo mejor, entre los restos de Atapuerca y el esqueleto incompleto de algún dinosaurio. Es posible también que tengamos que explicar a nuestros nietos en qué consistía eso de un contrato fijo porque les sonará vagamente, de la misma forma que a ti te suena la prehistoria.
El único contrato válido es el que se establece de manera interna con uno mismo.
Todo parece indicar que el mercado laboral va a cambiar profundamente su modo de funcionar en los próximos años, tanto que más que una transformación, muchos pensamos que se trata de una revolución y de un cambio de paradigma.
Y dentro de ese nuevo paradigma, emprender será la opción más deseada, para algunos por convicción y para otros porque será la única forma que tendrán de ganarse la vida.
Ese tótem sagrado de varias generaciones que fue el trabajo fijo seguramente desaparecerá poco a poco. Hay muchas razones, pero una de ellas es inapelable: ninguna empresa será capaz de prometer con honestidad una estabilidad a largo plazo por la sencilla razón de que ninguna empresa, en un mercado tan cambiante, podrá saber si permanecerá abierta a largo plazo.
Nadie tiene ya la certeza de nada, salvo de que tendremos que reinventarnos y adaptarnos continuamente.
El trabajo estable como lo conocimos en el siglo XX desaparecerá. Este hecho genera una oportunidad enorme para las personas, porque impedirá que arruinen su vida en un trabajo que no les gusta a cambio de una supuesta seguridad, algo que fue posible, e incluso socialmente aceptado, en el siglo XX.
Ya no hay trincheras donde esconderse. Todo el mundo cobrará en función del valor que aporte y mientras lo aporte. El resto ya no podrá medrar en una compañía parapetado tras un cargo. Todo será muy transparente, muy claro; y por ello, justo.
Y emprender será la única opción viable.
La seguridad en el empleo nunca existió; fue solo una fantasía de la que muchos se enamoraron. Ahora, por fin lo sabemos.
En el mercado laboral ya no hay seguridad; la seguridad en el fondo solo se trata de una presunción, ni siquiera es algo que exista en la naturaleza, ni en la vida. Se acabó el tiempo donde esta anomalía espiritual que es la seguridad fue un aspecto frecuente en el mundo del trabajo. Se acabaron las madrigueras en las que parapetarse durante toda una vida de indolencia.
Pasamos de preguntarnos «¿Cómo podría encontrar seguridad?» a preguntarnos «¿Cómo podría aportar más valor?» o «¿Cómo podría desarrollar una actividad que aporte sentido a mi vida?».
Si todo marcha como esperamos, nuestros nietos asumirán esto con normalidad, y nos considerarán un poco bárbaros por haber intercambiado una vida por dinero.
El mercado laboral será totalmente irreconocible en unos años. Y esto generará una enorme oportunidad para quienes estén dispuestos a desarrollar una actividad con sentido que aporte valor a los demás.
Esta actividad con sentido es la que más posibilidades tiene hoy en día no solo de llenar la vida de felicidad, sino de facilitar excelentes retribuciones económicas. La buena noticia es que se puede aprender a hacerlo, y también a ganar el dinero que desees con ella. Si tienes dudas con este hecho —puedes creernos— es solo por una razón: te falta información.
Esta variación de paradigma se materiali