Tu dinero, hoy y mañana

Javier García Monedero
Laila García Morcillo

Fragmento

 Tu dinero, hoy y mañana

Índice

Tu dinero, hoy y mañana

Introducción

PRIMERA PARTE. Mejorar la calidad de vida

1. La calidad de vida

2. La línea de la vida

SEGUNDA PARTE. Generar un patrimonio

1. Guardar, ahorrar, especular o invertir

2. El tiempo multiplica el dinero

3. El efecto exponencial

4. Sáltate al intermediario

5. ¿Dónde encontrar tipos de interés altos pero reales?

6. ¿Por qué un fondo de inversión?

7. Renta fija versus renta variable

8. Diversificar y promediar

9. Catalogación de los productos financieros

10. El extraordinario valor del tiempo

TERCERA PARTE. Protege tus ingresos

1. No confundas seguro con ahorro

2. El seguro de vida de la hipoteca, ¿es obligatorio?

3. El riesgo de dependencia

4. Otros seguros

CUARTA PARTE. El endeudamiento

1. ¿Qué es una deuda?

2. ¿Cómo salir de deudas?

QUINTA PARTE. Otras consideraciones

1. Si necesitas incrementar tus ingresos

2. Ideas para negociar mejor con tu banco

3. ¿Son rentables los planes de pensiones?

4. Comprar o alquilar una vivienda

5. Falsas inversiones y estafas piramidales

6. Psicología y sociología de la jubilación

SEXTA PARTE. La implementación del plan financiero, paso a paso

1. Implementa tu plan financiero

Apéndice: Tablas

Agradecimientos

Sobre este libro

Sobre los autores

Créditos

cap

Introducción

En un momento en el que el impacto de la crisis que vivimos ha causado estrecheces, desconsuelo e incertidumbre debido a unas cargas financieras y familiares muy importantes y difíciles de sobrellevar, los autores de este libro hemos aunado nuestras respectivas experiencias para ofrecer al lector unos consejos y unas líneas maestras con los que obtener la fórmula para alcanzar la libertad financiera y vivir mejor. En el caso de Javier García Monedero, treinta años de experiencia en banca —diez de los cuales dedicados a la planificación financiera de las familias— le han permitido conocer de primera mano las debilidades del sistema financiero, comprender por qué la mayoría de los bancos no pueden atender al cliente en sus planes a largo plazo y saber qué puede hacer el individuo para independizarse y actuar en su propio interés.

En el caso de Laila García Morcillo, su condición de madre de familia numerosa y los más de quince años emprendiendo y cotizando como autónoma hacen de ella la perfecta protagonista de este libro. En la universidad, Laila estudió macroeconomía y microeconomía, mercados financieros, contabilidad de empresas o derecho mercantil e internacional, pero… «¿Y finanzas personales?; ¿no deberíamos empezar por el principio? Tal vez si en el colegio nos hubieran enseñado finanzas para gestionar la unidad económica más cercana, la familia, seríamos más responsables; y lo serían también nuestros políticos, banqueros e inversores», se pregunta.

Nos referimos a que nuestros hijos sepan por qué sus padres trabajan, el esfuerzo que conlleva esto, la retribución de su empleo y a qué se dedica, cuánto cuestan las cosas y por qué hay que ser responsable con el gasto. Y a que, desde pequeños, se comprometan y contribuyan de una u otra manera a la economía.

Nos referimos también a que todos sepamos qué es el tipo de interés y qué es la inflación, y por qué suben y bajan. Saber, por ejemplo, que si depositas 1.000 € durante quince años en una cuenta corriente, cuando los retires valdrán lo que hoy 633 €; y, si los ingresas en un depósito, tendrás unos 1.511 €, que serán el equivalente de 956 € euros. Y esto se debe a la inflación, a los impuestos y al tipo de interés.

Seamos conscientes de que no podemos atender solo las necesidades que tenemos hoy, porque el futuro es incierto. En el futuro, pagarles un máster a nuestros hijos, ofrecerle asistencia a nuestra madre o simplemente contar con una pensión digna para las últimas décadas de nuestra vida pueden ser decisiones muy importantes y urgentes. Y a las necesidades solo se puede responder contando con un patrimonio, un buen seguro y planificando desde ahora.

Y por ello no podemos dejar nuestro bienestar solo en manos del banco, del Estado o de nuestra empresa. Debemos apoyarnos en ellos, pero de una forma responsable. Y es necesario saber cómo se ejerce ese compromiso y llevar a cabo todos los pasos.

Más allá de concienciarnos, sin embargo, este libro pretende aportar una solución comprensible y factible, al alcance de todos, para lograr lo que llamamos «independencia financiera».

¿Y en qué consiste la independencia financiera? Para la mayoría de las personas, la vida, financieramente hablando, es «dependiente». Dependemos de nuestros padres hasta la mayoría de edad por lo menos, luego de una o varias empresas que nos pagan por nuestro trabajo y, por último, del Estado, que nos paga una pensión, o de nuestros hijos. Y a menudo, a pesar de la fragilidad de nuestra situación, desde muy pronto nos embarcamos en deudas que nos hacen aún más dependientes, en este caso del banco.

La independencia financiera es aquella situación —perfectamente alcanzable— en la que ya no dependemos de ninguna empresa, ni del Estado, ni de nuestros hijos, sino de nosotros mismos, gracias a tener protegidos nuestros ingresos en una primera fase y acumular un patrimonio líquido que nos permita vivir en una segunda etapa de lo que éste produzca. Esta idea en apariencia sencilla encierra, sin embargo, algunas cuestiones clave que desvelaremos a lo largo del libro.

Este libro se dirige a un público muy amplio que abarca un variado abanico de opciones y opiniones políticas, religiosas y morales, y pretende estar al alcance de cualquier lector, sin necesidad de que cuente con una formación financiera específica. Hace diez años apenas nadie hablaba sobre economía familiar pero hoy en día, ante la crisis financiera, la del Estado y la de que cada uno vive en su casa, ya son muchos los economistas y expertos que prestan atención a este tema en los medios de comunicación y publicaciones varias. Sin embargo, en este libro, de todas las estrategias posibles solo te explicamos UNA de ellas. Aquella en la que creemos, repleta de sentido común y basada simplemente en las necesidades de las personas, no en las prioridades comerciales de una organización.

Se trata de una fórmula al alcance de todo el mundo porque su materia prima es el tiempo, mucho más que el capital, algo muy útil en un momento en que aún no hemos salido de la crisis y cuando las pensiones y los derechos sociales que existían años atrás se desdibujan ante un panorama sombrío.

Y es, además, un método muy útil en un país como España lastrado por una tradición

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos