En la era de internet y de las redes sociales, toda nuestra vida se ve expuesta frente a los demás. El mundo ha cambiado mucho en poco tiempo, pero no todos los resultados de esta exposición son negativos.Desde un punto de vista individual, dejamos de ser meros targets u objetivos, dejamos de ser únicamente entes pasivos a los que taladran con determinada información o publicidad, como cuando sucedía no hace tanto con la televisión, para empoderarnos y ser partícipes, emisores y receptores a la vez, a la hora de comunicarnos.Desde un punto de vista empresarial, se hacen imprescindibles un fin común, o propósito compartido y la transparencia a la hora de operar en los mercados. Así, empresas como Red Bull, une a todos aquellos deportistas y jóvenes, que en un momento determinado necesitan de una bebida energizante. Si esta empresa, pretendiera vender su bebida como un mero refresco, apto para satisfacer la sed, y obviara toda claridad y toda transparencia en su mensaje, se vería abocada al cierre. Todos sabemos del éxito de esta marca en concreto. Actuar de manera contraria sería un fracaso.De igual modo, se puede presentar un caso de que un solo individuo, ponga en jaque a toda una poderosa multinacional. Como cuando una clienta norteamericana, consideró que una comisión de 5 dólares a su tarjeta de crédito, era abusiva, teniendo en cuenta que el todopoderoso banco había sido rescatado durante la reciente crisis económica mediante fondos públicos. Esta joven, consiguió reunir tal cantidad de firmas a través de internet, fue tal el apoyo recibido, que la entidad bancaria se vio obligada a retractarse y retirar dicha comisión.Estos son unos pocos de los ejemplos, que nos relata en Expuestos, su autor, Sergio Roitberg.Al empezar a leer, me asusté un poco al principio, no solamente porque se citan muchos autores de renombre y parece que el libro sea una pura referencia, y no una obra en sí, sino porque nos anuncia que en muy pocos años habrá cambios exponenciales en la vida que conocemos. Afortunadamente, el autor se va relajando y encontrándose más en su salsa, pone más ejemplos y alude menos a otros estudiosos del tema.Respecto a los cambios exponenciales, son realmente inevitables, desde los automóviles sin conductor y de consumo eléctrico, a los avances científicos en medicina. Todo se ve desde un punto de vista positivo. Demasiado.Hay un aspecto en concreto con el que disiento con el Sr. Roitberg, y es respecto al sistema de enseñanza. Él afirma que de no adecuarse éste a las nuevas tecnologías, provocará en el alumnado mayor número de casos de déficit de atención y de hiperactividad. Desde luego es necesario dotar a las escuelas e institutos de las TICs, no se debe dar la espalda al mundo que nos rodea, pero sigo pensando que un equilibrio entre los métodos, digamos clásicos, y los actuales es imprescindible. La tablet en el colegio puede ser necesaria, pero aún lo es más el papel y lápiz. No sé qué opináis vosotros.Os animo a que emprendáis el camino de esta lectura, que me ha resultado de lo más interesante. Desde luego, me ha hecho pensar.
Leer menos