Índice
Portadilla
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Nota del editor
Prólogo
15 casos de éxito probado
Jazztel
José Miguel García
Hyundai
Diego Gutiérrez-Colomer
Coca-Cola
Marcos de Quinto
ING Direct
Carina Szpilka
Endesa
Andrea Brentan
McDonald’s
Patricia Abril
García Carrión
José García Carrión
Generali Seguros
Jaime Anchústegui
Iveco
Jaime Revilla
Grupo Leche Pascual
Tomás Pascual Gómez-Cuétara
Blu:sens
José Ramón García
Nestlé
Bernard Meunier
Asics
Emilio Risques
Telepizza
Pablo Juantegui
Accenture
Vicente Moreno
Instituto de Empresa
Diego del Alcázar Silvela
Epílogo
Agradecimientos
Notas
Sobre el autor
Créditos
Grupo Santillana
Nota del editor
Como material complementario a la lectura de este libro se puede acceder al visionado de contenidos extra a través del siguiente código bidi:
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Prólogo
Conocí a Giuseppe Tringali hace tiempo, cuando era un recién llegado a España, pero nuestra relación se estrechó cuando me contó el proyecto que estaba poniendo en marcha: dar visibilidad al mundo de los empresarios, a su complejo y apasionante diario de problemas y búsqueda de soluciones. Y no sólo eso, sino que además les ponía ojos y boca, presentando a las personas que hay detrás de cada una de las empresas escogidas.
Como presidenta de Secot y del Círculo de Empresarios, y como empresaria que soy, me pareció que por fin encontrábamos en Giuseppe a un profesional de primera cuya historia y experiencia personal harían de nuestro problema una solución. Su pasado como publicista en Italia, primero en la RAI, después en Publikompas, concesionaria de publicidad del grupo FIAT, y más tarde en Mediaset ponían de manifiesto su gran capacidad para contar y acercar las historias a un público generalista, saliendo de los circuitos de la prensa salmón, aquella que leemos los que ya estamos en este mundo. Y su labor actual, como consejero delegado de Mediaset España y presidente de Publiespaña, demostraba su profundo conocimiento no sólo del medio publicitario, sino también del funcionamiento del mundo empresarial. Lo vivía en primera persona y por eso lo sabría contar. Con este proyecto nos daba a nosotros, a la comunidad empresarial, la oportunidad de darnos a conocer, y como dice el refrán: «conocer es querer». Porque, efectivamente, el problema existe. Los empresarios en nuestro país no gozan de mucho prestigio. Sólo salimos en los medios cuando erramos, cuando alguno es sospechoso de malas prácticas, de falta de honestidad y, en cambio, son cientos de miles los que cada mañana se levantan para entender el mercado, esa suma de bienes y servicios a la que hay que escuchar, entender y atender.
La primera cualidad que debe tener un empresario es la empatía. Hemos escuchado a menudo que nuestro único objetivo es ganar dinero para nuestras empresas y para nosotros mismos y, efectivamente, es uno de ellos, pero no el único, pues perseguir el propio interés, si las reglas del juego son claras, transparentes, sencillas y cumplibles no es avaricia. Es legítimo y saludable. Como dijera el filósofo y padre de la economía, Adam Smith, no es la benevolencia del carnicero, el carpintero o el panadero la que hace que disfrutemos de un buen estofado, una cómoda silla o una rica barra de pan, sino su interés en conseguir su sustento produciendo bienes que queramos comprarles a ellos y no a otros. Ese carnicero, ese carpintero o ese panadero han tenido que salir de sí mismos, del autismo y entender qué carne, qué silla o qué pan es el que hoy queremos, testar cada día si bajan sus ventas, estudiar el porqué y buscar cómo mejorar para así mantenerlas y acrecentarlas. Es un proceso dinámico y creativo que nace del diálogo entre los que ofrecen y los que demandan. Es lo que explica que hoy conozcamos la calefacción, la bañera, el colchón que se adapta a nuestras vértebras, la aspiradora... los miles de bienes que hacen de nuestras vidas un camino continuo hacia el confort en nuestras viviendas, hacia la mejora de nuestra salud y bienestar, gracias a la investigación de empresas en medicamentos y máquinas inteligentes que saben descubrir dónde se aloja la enfermedad, hacia los recorridos espaciales cómodos y seguros, con vehículos atractivos y cada día más asequibles... En definitiva, a una vida como la que conocemos, pues dudo de que haya muchos que quisieran rebobinar hasta volver a las cavernas.
La historia está compuesta también por cientos de miles de empresarios que han buscado la mejora continua para atender a sus clientes, generar valor al consumidor y, en consecuencia, han o