Ahora o nunca

Arancha Ruiz

Fragmento

cap-1

 

He aconsejado a cientos, podría asegurar que incluso a miles de profesionales. Formal o informalmente, en una sesión, al teléfono, en una charla en torno a un café, en un taller o a la salida de clase, he dado incontables consejos a personas que han acudido a mí en busca de guía para crear y aprovechar sus mejores oportunidades profesionales. Ahora me doy cuenta de que empecé desde mi primera experiencia profesional, hace bastantes años, como directora adjunta de máster en el IE Business School. Entonces conceptos como «coaching» y «coaching de equipos» eran desconocidos, pero su contenido era algo habitual para los responsables de los másteres. Realizábamos incontables reuniones con alumnos y grupos de trabajo para activar su motivación y mejorar sus capacidades en el programa. Recuerdo muchas de esas conversaciones de tú a tú, con los equipos de trabajo. Cuando aprendían a superar las dificultades unidos se creaban lazos férreos entre ellos y, sobre todo, aumentaba la confianza de cada uno de los participantes. Aprendí que cuando se ayudaban, individualmente se beneficiaban.

Después me cambié al departamento de Admisiones y Marketing, que fue, sin yo saberlo, el germen de lo que es hoy mi actividad de consultora de talento y marca personal. Cuando decidí fundar mi propia empresa, Headhunter & Talentist, subconscientemente repliqué esta división: Headhunter sería la rama de selección de candidatos y Talentist, la de marca personal. Desde entonces, he realizado decenas de búsquedas como headhunter y más de quinientos casos de asesoramiento de marca personal. En la frase de presentación de mi web hice una declaración de principios: «Escucho y ayudo a conectar a quien escucho». El nombre de mi blog también iba cargado de significado: Historias de cracks. Porque tengo el convencimiento de que todas las personas son unas cracks en algo. Nunca he conocido a una persona sin talento ni a un líder sin marca personal. Me gusta narrar sus historias, darles visibilidad. Porque detrás de cada historia hay una persona y sus circunstancias. Un héroe que se antepone a sus adversidades cotidianas. Personas con talentos, retos y adversidades épicas, sea cual sea la dimensión y el contexto. Yo aprendo cada día de ellos con sus vivencias y comparto mis aprendizajes en mis clases, proyectos de consultoría, conferencias, artículos y libros.

Lo mejor de poseer una larga trayectoria es que, además de acumular experiencia, conocimiento y canas, la vida te regala poder conocer el desenlace de muchas de esas historias. Qué preocupaba a esas personas cuando las conocí, qué problemas afrontaban, qué estrategias usaron y cuáles funcionaron mejor. El seguir en contacto con algunas de ellas me ha permitido conocer sus peripecias y victorias, como las que relatan en estos emails:

Email de María:

¡Me ayudó mucho todo lo que me dijiste y sigo creciendo! Me ascendieron en marzo como responsable de Sourcing y mucha gente reconoce mis habilidades para dirigir proyectos. ¡Hasta he cambiado la frase en mi perfil de la empresa! He puesto la de la película The Greatest Showman: «I am brave… this is me!». K

Email de Patricia:

Retomé un camino que me encantaba y desde entonces (va a hacer seis años, creo ;)) no he parado de trabajar (en la medida de lo posible) para dirigirme hacia donde quería. Estoy empezando, es cierto, pero me hace tan feliz todo lo que estoy haciendo, que todo esfuerzo merece la pena con creces. Siento que estoy donde tengo que estar, que estoy alineada con lo que soy y lo que quiero (no sólo lo que debo) ;). Ahora, a seguir aprendiendo, estudiando, trabajando… y a disfrutarlo también :)

Email de Mika:

El camino no ha sido fácil, considerando que tuve que empezar prácticamente de cero en otro país; sin embargo, con optimismo, mucho trabajo y paciencia, poco a poco se van viendo los frutos.

Detrás de cada uno de estos emails de María, Patricia y Mika hay una preciosa historia de superación. De talento y valentía. En ellos, como en cada uno de nosotros, hay un héroe capaz de emerger cuando la situación así lo exige. Y cuando lo hace, no es sólo para recibir aplausos y salvas. El beneficio no es sólo para esa persona y para los que la quieren. También para los que no los conocen y reciben los efectos positivos de su acción. El beneficio es para todos. Todas las personas son héroes que transitan en la vida como personas aparentemente corrientes. Aprendiendo, explorando, haciendo aliados, perseverando para alcanzar sus sueños. Hasta que un día se ven frente a una situación de disyuntiva, un reto, una ocasión en la que sólo superando miedos y sacando lo mejor de sí mismos lograrán salir triunfantes. Un proceso que resulta ser de gran crecimiento individual, y también colectivo. Porque al superarse ellos, también impulsan los equipos en los que están. Sus organizaciones. Y la sociedad en la que vivimos. Son héroes que aprovechan oportunidades.

Lamentablemente hay ocasiones en que, aun teniendo las capacidades para dar el paso hacia el éxito, algunas personas no lo hacen. Se contienen.

Mi objetivo durante estos años ha sido detectar y activar el clic interior que mueve el talento y evitar que se limitasen. Durante esa búsqueda aprendí a identificar síntomas que indicaban la existencia de unos frenos que paralizaban y, asimismo, cada caso me ayudó a desarrollar estrategias cada vez más afinadas para superarlos. El paso del tiempo mostraba su eficacia. Completé mi investigación gracias a una encuesta a un grupo seleccionado de casi cien profesionales. El resultado: siete palancas que, solas o combinadas, activan el clic de la acción para el impulso del talento. También descubrí que la casualidad me brindaba una ocasión más para profundizar incluyendo la perspectiva de género. La proporción de mujeres y hombres entre mis clientes resultó ser prácticamente mitad y mitad. Literal. De 248 clientes (a diciembre de 2018) que han realizado conmigo programas individuales de career advisory —asesoramiento de carrera— y marca personal, el 50,5 % han sido mujeres y el 49,5 %, hombres. Te preguntarás: ¿encontré alguna diferencia? La respuesta es: sí y no. No, en cuanto a los frenos del talento que impiden la acción, que son los mismos sea cual sea el género. Sí, en cuanto a los recursos y energías que las personas han de dedicar para superarlos. Porque las mujeres requieren de más, de muchos más para vencer a «tres adversarios de género» que los hombres no tienen. En el último capítulo del libro los abordaremos.

El talento es acción. Sin acción no hay talento, sino promesa de talento. ¿Qué limita la acción? Cinco frenos que descubrirás capítulo a capítulo durante el libro. Cinco frenos que, al ser superados, se convierten en las cinco claves del éxito que transforma personas aparentemente corrientes en héroes. Pero saber reconocerlo o entender cómo funciona es una cosa y saber hacerlo funcionar, otra. Para activar el clic es necesario un proceso de análisis, reflexión y aprendizaje. Es el «viaje del héroe», que en el ámbito del talento es la carrera profesional. La carrera profesional no es un destino, es un camino. Puede que no encuentres tu sitio a la primera, a la segunda, ni a la tercera. La búsqueda continua es el fin, no el medio. Porque el día que llegas a la meta sin nada más que recorrer, o estás jubilado dando de comer a las palomas o en

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