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A Nelson,
que se merecía todos los riesgos.
La verdad es tan poderosa como un animal salvaje e,
igual que este, no puede permanecer enjaulada.
—Del manifiesto de la facción de Verdad.
CAPÍTULO UNO
Despierto con su nombre en los labios.
Will.
Antes de abrir los ojos, lo veo derrumbarse de nuevo sobre la acera. Muerto.
Obra mía.
Tobias está agachado frente a mí, con una mano apoyada sobre mi hombro izquierdo. El tren salta sobre los raíles, y Marcus, Peter y Caleb se encuentran junto a la puerta. Respiro profundamente y contengo el aliento para intentar liberar parte de la presión que se me acumula en el pecho.
Hace una hora, nada de lo ocurrido me parecía real. Ahora, sí.
Dejo escapar el aire, aunque la presión sigue ahí.
—Tris, vamos —dice Tobias, buscando mi mirada—, tenemos que saltar.
La oscuridad nos impide ver dónde nos encontramos, pero, si n