Microcuentos de amor, lluvia y dinosaurios (Colección BlackBirds)

@microcuentos

Fragmento

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El horizonte cabe en un tuit

Esa vieja expresión, «La oración breve sube al cielo», parece ser la bandera de la comunidad de autores de ficción mínima reunida en torno a @microcuentos. Se trata de una cuenta en Twitter que expone, una vez al día, lo mejor de este género literario.

Cada uno de los cien textos que componen esta selección ilumina por su brillo o por su honda profundidad. Piezas minúsculas que bordean la anécdota, la fábula, el chiste, la parábola y hasta el aforismo, en 140 caracteres o menos, creadas por profesionales y amateurs de las letras que en su mayoría se dedican al periodismo, la publicidad, la literatura y el teatro, cuando no están perplejos mirando las nubes en busca de una forma.

Microcuentos de amor, lluvia y dinosaurios es una montaña rusa de emociones que, entre un tramo y otro, nos suspende en una altura narrativa distinta. Por eso lo conveniente es leerlos a cucharadas y no de un tirón, aunque nos provoquen. En esto último son de vital ayuda las ilustraciones de Elizabeth Builes, que completan con maestría el universo de cada una de las historias, y dan la oportunidad a los lectores de regodearse en la composición y de encontrar nuevos significados en el libro.

Para finalizar, Microcuentos de amor, lluvia y dinosaurios es, por supuesto, una selección hecha en homenaje a Augusto Monterroso y a las infinitas posibilidades del idioma español.

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Y así fue como aquellos pobres se enamoraron.
Sin deberse nada.

CLAUDIO RIVERO

 

 

Él la miró de manera furtiva. Ella sonrió a quemarropa.

NATALIA VICENTE BARROSO / «AGRIDULCE»

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Como ver el ojo de un gato en la mano de una niña:

eso fue lo que sintió cuando perdió el corazón
y la más bonita de sus canicas.

WILLY MCKEY

Cada vida, moría de amor por la misma gata.
Y ya iban seis.

NATALIA FERNÁNDEZ PULIDO

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El libro de álgebra deseó convertirse en novela.
Quiso cambiar sus problemas por amor.

Nadie le advirtió sobre las incógnitas que le esperaban.

EILEEN RADA

Él era obsesivo compulsivo, pero jamás con ella.

CAROLINA ZAPATA G.

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Apagó la luz y, entonces, pudo verla.

MARÍA GABRIELA LEYTON

Mi punto débil no está en mí, está en ti.
Eres tú.

BEATRIZ PAVÓN

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