El aprendiz de guerrero (Las aventuras de Miles Vorkosigan 3)

Lois McMaster Bujold

Fragmento

Creditos

Título original: The Warrior's Apprentice

Traducción: Paola Tizzano

1.ª edición: diciembre, 2015

© 2015 by Lois McMaster Bujold

© Ediciones B, S. A., 2015

Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (España)

www.edicionesb.com

Ilustración de cubierta: © Leo Flores

Diseño de colección: Ignacio Ballesteros

ISBN DIGITAL: 978-84-9069-260-8

Maquetación ebook: Caurina.com

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

Contenido

Contenido

Portadilla

Créditos

 

Presentación

Dedicatoria

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

20

21

Epílogo

La autora

el_aprendiz_de_guerrero-3.xhtml

Presentación

La space opera es uno de los subgéneros más populares de la ciencia ficción de todos los tiempos. Fue Wilson Tucker, en 1941, quien propuso el término space opera (ópera espacial) para calificar las narraciones de ciencia ficción de cariz aventurero que transcurren durante el viaje interestelar. Se trataba, en aquel momento, de una denominación con cierta voluntad crítica y peyorativa que aludía a las soap opera, los seriales radiofónicos patrocinados por marcas de detergentes. Pero la realidad es que, incluso a pesar de los excesos cometidos en muchas narraciones de los primeros años, que pecan de repetitivas y esquemáticas, las aventuras espaciales han contribuido a fomentar la afición por el género a lo largo de su historia.

Aunque para algunos elitistas el término conserva muchas de las características peyorativas que tuvo en los años cuarenta y cincuenta, suele incorporar también un cierto grado de nostalgia para la mayoría de los aficionados. En estos años en que parte de la ciencia ficción se está haciendo un tanto hermética y complicada, algunos lectores vuelven la vista con añoranza hacia esos relatos maravillosos de aventuras espaciales que componen la space opera. Y precisamente en esa temática y en el tono desenfadado de las hazañas que describen se basa el gran éxito popular de realizaciones cinematográficas, como la famosa serie de La Guerra de las Galaxias, de George Lucas.

Pero los años no pasan en balde. En la década de los ochenta sería imposible recuperar los viejos esquemas de la space opera tradicional. La ciencia ficción como género cuenta ya con una abundante historia y con alguna que otra «revolución», y la buena space opera de los años ochenta está obligada a aportar más, mucho más, de lo que aportaba su remota pre-decesora en los años treinta y cuarenta.

Y así es. Las mejores narraciones de aventuras espaciales de los ochenta incluyen registros novedosos. Uno de ellos es, curiosamente, que son ahora las mujeres quienes escriben la mejor space opera de estos últimos años. En algunos casos, con gran efectividad estilística y temática. Pienso ahora, como un ejemplo casi inevitable, en El orgullo de Chanur (1982), de C. J. Cherryh, que dio origen a una saga de cuatro novelas. En esta obra Cherryh incorpora a la space opera grandes tramas de política y aventura interestelar, y elimina incluso el androcentrismo tradicional a menudo tan excesivo. El fornido héroe rubio de las viejas space opera se convierte en La saga de Chanur en una protagonista central, una hembra ni siquiera terrestre: u

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos